Hoy dir\u00edamos \u201csin agregar valor\u201d. Hablaba de una ultraminor\u00eda (aquella de los grandes terratenientes argentinos del siglo XIX), pero quiz\u00e1s algo de esa idea (aunque sin fortunas de por medio) podr\u00eda aplicarse al dilema de las nuevas clases medias.<\/p>\n
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\u00bfEstamos promoviendo en nuestros hijos la vocaci\u00f3n emprendedora, el esp\u00edritu de riesgo, el alejamiento de sus zonas de confort? \u00bfNo estamos consintiendo que cada vez necesiten m\u00e1s? \u00bfLes estamos inculcando la cultura del sacrificio? \u00bfLes estamos ense\u00f1ando a ganarse la vida y a necesitar menos?<\/p>\n
Bajo el t\u00edtulo Abandona a tus hijos en el bosque, un art\u00edculo de The New York Times explica una costumbre holandesa que vale la pena conocer. Cuenta que en Holanda es muy popular una pr\u00e1ctica conocida como \u201cla dejada\u201d, que tradicionalmente realizan los scouts.<\/p>\n
Consiste en llevar a grupos de chicos, por lo general preadolescentes, a un bosque en medio de la noche y dejarlos all\u00ed con unos pocos y rudimentarios instrumentos para orientarse. La idea es que enfrenten el reto de volver a la base de un campamento atravesando todas las dificultades, desaf\u00edos y acechanzas que implica la experiencia.<\/p>\n
Para nosotros, puede sonar casi una locura. Pero -explica The New York Times- \u201clos holandeses viven la infancia de manera diferente. A los ni\u00f1os se les ense\u00f1a a no depender demasiado de los adultos; a los adultos se les ense\u00f1a a permitir que los ni\u00f1os resuelvan sus propios problemas\u201d.<\/p>\n
Con esta experiencia, los padres buscan que sus hijos empiecen a templar el car\u00e1cter, a asumir mayores responsabilidades, a lidiar con sus temores. Uno de los testimonios citados: \u201cSimplemente, dejas caer a tus hijos al mundo, es una forma de ense\u00f1arles a valerse por s\u00ed mismos\u201d.<\/p>\n
Un chico que tard\u00f3 seis horas en encontrar el camino de regreso lo valor\u00f3 de esta manera: \u201cTe ense\u00f1a a seguir caminando, a continuar\u201d.<\/p>\n
Steve Jobs cerr\u00f3 as\u00ed su c\u00e9lebre discurso ante estudiantes de Stanford: \u201cNunca dejen de tener hambre y de ser alocados\u201d. Podr\u00eda decirse de otro modo: \u201cNunca dejen de \u2018pelearla\u2019, de arriesgar y de tener rebeld\u00eda\u201d.<\/p>\n
\u00bfEstamos formando a una generaci\u00f3n de luchadores, o m\u00e1s bien de \u201ccomodones\u201d? \u00bfTendremos que incomodar m\u00e1s a nuestros hijos? Los padres debemos encontrar la respuesta.<\/p>\n
\u201cLa generaci\u00f3n de los hijos c\u00f3modos\u201d<\/h3>\n<\/div>\n<\/article>\n<\/div>\n<\/div>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"
Por temor o por cambios culturales propios de la \u00e9poca, la clase media pr\u00f3spera tiende a criar hijos con exigentes est\u00e1ndares de consumo y escasa inclinaci\u00f3n al esfuerzo Estamos formando a j\u00f3venes demasiado c\u00f3modos, poco habituados al sacrificio y sin experiencia para enfrentar desaf\u00edos? Es una pregunta para padres de la clase media acomodada, la …<\/p>\n