Cultura Empresarial

10 Razones que nunca te harán millonario

¿Haz dicho que quieres ser millonario? Los seres humanos solemos ser demasiado incoherentes: decimos que queremos algo, pero realizamos acciones que nos alejan totalmente de aquello que queremos lograr.

Así nos sucede en varios aspectos de nuestras vidas, incluyendo el aspecto financiero.

Es obvio que nadie quiere tener problemas de dinero. De hecho, somos conscientes de que el dinero es una herramienta muy importante en la sociedad actual, por lo que tenerlo nos permite lograr diversos objetivos y deseos, tanto personales como profesionales. Sin embargo, la mayoría de las personas enfrentan problemas financieros durante toda su vida porque sus acciones y hábitos les impiden progresar.

La realidad es que “Tú no decides tu futuro. Tú decides tus hábitos, y tus hábitos deciden tu futuro”.

Si te sientes estancado financieramente, a continuación, te compartimos los principales malos hábitos y errores que cometen las personas con respecto al manejo de su dinero, y que les impiden construir prosperidad y riqueza en sus vidas. Identifica qué errores estás cometiendo y comienza a trabajar en cada uno de ellos.

millonario

Errores que te impiden hacerte millonario

1. Gastas más de lo que ganas

Si todo el dinero que ganas lo usas para pagar deudas o para sostener un estilo de vida que está por fuera de tus posibilidades, jamás vas a poder progresar financieramente. Puede sonar obvio, pero este es probablemente el error más común de todos.

Vive para progresar, no para aparentar. Las deudas no solo se quedan con tu dinero, sino también con tu energía. Cuando te la pasas todo el mes pensando en cómo vas a pagar lo que debes, terminas estresado y cansado, sin energía para invertir en el desarrollo de tus proyectos.

La riqueza tiene que ver mucho con disciplina y con paciencia. Desarrolla el hábito del ahorro y aprende a postergar la gratificación. Si quieres mejorar tu estilo de vida, aumenta tus ingresos, no tus deudas. Y si te vas a endeudar, que sea para invertir, no para gastar.

Si actualmente te encuentras endeudado y con problemas financieros, el primer paso que debes dar es “dejar de trabajar para los bancos”. Diseña un plan de pagos, vende aquello que no necesitas y salda tus deudas cuanto antes.

Recuerda que: “Sin motivación, no hay sacrificio. Sin sacrificio, no hay ahorro. Sin ahorro, no hay inversión. Sin inversión, no habrá crecimiento.”

2. No sabes administrar tu dinero

¿Cómo quieres mejorar financieramente, si no sabes cuánto ganas, cuánto gastas y cómo se comporta tu dinero?

Pon en orden tu información financiera. Actualmente existen diversas herramientas, como Excel, apps o software, que te permiten organizar y gestionar eficientemente tu flujo de efectivo, tus deudas y tus inversiones. Utiliza el método o la herramienta que más te guste, pero siempre ten bajo control tus finanzas.

Con unas finanzas organizadas, te resultará mucho más fácil establecer presupuestos, diseñar planes de ahorro, optimizar tus egresos y construir portafolios de inversión.

3. Trabajas duro, pero no de manera inteligente

El trabajo duro por sí solo no garantiza el éxito financiero.

En tu camino a la riqueza no solo debes aprender a administrar tu dinero, sino también tu tiempo y tu energía.

Deja de trabajar por horas y comienza a trabajar por objetivos. La productividad no se mide en horas, sino en resultados.

Define objetivos claros que guíen tus acciones y que te permitan avanzar en el desarrollo de tus planes personales, profesionales y financieros.

Aprende a priorizar. Identifica cuáles de tus actividades diarias son las que te generan mejores resultados y enfócate en ellas, así sentirás mayor satisfacción por tu trabajo y tu progreso será mucho más rápido.

Aprovecha la tecnología. Usa herramientas que te ayuden a organizar, automatizar y optimizar procesos, así tendrás más tiempo para seguir avanzando en tus planes.

“No es que tengamos poco tiempo, sino que perdemos mucho.” -afirmaba el filósofo y escritor Séneca.

Aquí tienes 15 Claves para trabajar de manera inteligente y lograr mejores resultados.

4. No estás invirtiendo en ti

Para salir de la pobreza, primero hay que salir de la ignorancia.

Benjamin Franklin decía: “Vacía tus bolsillos en tu mente, que tu mente llenará tus bolsillos.”

Los millonarios exitosos son voraces aprendices. Lee, capacítate, relaciónate con otros emprendedores y anda por la vida con mentalidad de aprendiz para que puedas desarrollar las habilidades y conocimientos necesarios para administrar de forma efectiva tus negocios y tus inversiones.

Aprende sobre ventas, economía, negociación, tecnología y cualquier otro tema que te permita potenciar tu inteligencia financiera.

Algunos libros recomendados para tu crecimiento personal y financiero son: “Piense y hágase rico”, de Napoleón Hill; “El inversor inteligente” de Benjamin Graham; “Buffettología” de Warren Buffett; “El cuadrante del flujo del dinero” de Robert Kiyosaki; y “Emprender es una forma de vida” de Carlos Nava Condarco, entre muchos otros.

5. No estás construyendo activos

Quien huye de la Inversión, huye de la Ganancia. Si quieres ser rico, debes hacer que tu dinero trabaje para ti.

Si todos tus ingresos dependen directamente de tu propio tiempo y esfuerzo, toda la vida te la vas a pasar trabajando por dinero.

Debes invertir para construir activos que te generen ingresos constantes sin importar qué estés haciendo o en qué lugar te encuentres. A estas fuentes de ingresos se les conoce como “Ingresos Pasivos”. Por ejemplo, si adquieres una propiedad y la pones en arriendo, esa propiedad te va a generar ingresos periódicos que no dependen de que estés constantemente trabajando por ellos. Igualmente sucede cuando inviertes en acciones de empresas y obtienes parte de las utilidades de dichas empresas.

Cuanto más trabaje tu dinero, menos tendrás que trabajar tú y más libertad tendrás para invertir en nuevos proyectos.

Existen diferentes tipos de activos en los que puedes invertir, pero si realmente quieres obtener resultados, debes estar dispuesto a capacitarte y aprender. Invertir sin prepararnos para hacerlo, es como comprar un billete de lotería, pues al final dependemos simplemente del azar.

6. Tienes miedo a asumir responsabilidades

Generalmente, las personas tienen miedo al dinero porque éste implica una gran responsabilidad.

A medida que crezcas financieramente, comenzarás a asumir una mayor carga tributaria, se incrementará la cantidad de personas trabajando contigo y tendrás que lidiar constantemente con nuevos desafíos.

No todos están preparados para soportar el impacto emocional y el estrés que genera el proceso de crecimiento financiero, por esta razón la mayoría de las personas prefieren llevar estilos de vida más tranquilos.

7. Inviertes en negocios que no entiendes

Muchas personas, en su afán de conseguir dinero rápido y fácil, terminan invirtiendo en negocios que no entienden, simplemente porque alguien les aseguró que era un método infalible.

Warren Buffett, una de las personas más ricas del mundo, afirma que una de las claves de su éxito es “jamás invertir en un negocio que no entiende”.

Tienes más posibilidades de éxito en aquellas industrias en las que ya cuentas con experiencia o que estén alineadas con tus talentos naturales; entonces, en lugar de buscar “el negocio de moda” o “el negocio más rentable”, busca negocios en los que puedas invertir no solo tu dinero, sino también tus conocimientos, talentos, pasiones y experiencias.

8. Estás aferrado a tu zona de confort

Construir riqueza implica toda clase de riesgos y significa que debes estar dispuesto a hacer muchos sacrificios, por lo que es probable que, cada vez que pienses en invertir o intentar algo nuevo, escuches en tu cabeza esa voz que te dice: “¿Y qué tal si no funciona?”.

Si sigues haciendo lo que siempre has hecho, seguirás obteniendo los mismos resultados que siempre has obtenido. Entonces, depende de ti si te quedas en la comodidad de lo conocido o te arriesgas a salir de tu zona de confort para ir por objetivos mucho más grandes.

Según John F. Kennedy: “El conformismo es el carcelero de la libertad y el enemigo del crecimiento.”

9. No tienes un plan

La riqueza no se construye de la noche a la mañana, por esto es importante que seas muy paciente y que tengas planes estructurados que te guíen en tu camino.

No tienes que complicarte la vida con formatos de planes complejos, pero si es importante que te tomes el tiempo para hacer cuentas, plantearte objetivos, diseñar estrategias y construir la ruta que te permitirá crecer financieramente.

Con un buen plan financiero, te sentirás con mayor confianza para comenzar a transitar la ruta que te llevará a lograr tus objetivos.

10. Estás obsesionado únicamente con el dinero

John D. Rockefeller, una de las personas más ricas de toda la historia, dijo en su momento: “Si el único objetivo que tienes en la vida es volverte rico, NUNCA lo conseguirás”.

En lugar de preguntarte “¿Cómo puedo ganar $1 millón de dólares?”, mejor pregúntate “¿Cómo puedo ayudar a 1 millón de personas?”. Si logras crear valor para millones de personas, esas personas estarán dispuestas a pagarte y te convertirán en millonario en el proceso.

Sergey Brin y Larry Page, por ejemplo, tenían como propósito “organizar la información del mundo y hacerla universalmente accesible y útil”. Hoy cada uno tiene una fortuna de más de $50 mil millones de dólares.

Bill Gates, por su parte, tenía como propósito que el sistema operativo de su empresa estuviese en cada computador de cada hogar y oficina. Hoy su fortuna supera los $100 mil millones de dólares.

Y, John Rockefeller, se planteó como propósito iluminar todos los hogares de Estados Unidos con el kerosene producido por su compañía. Luego, se propuso el reto de impulsar los vehículos modernos con los carburantes que producía. Su fortuna actualmente sería de unos $340 mil millones de dólares.

¿Cuál es ese gran propósito que estás persiguiendo? ¿Qué es eso que te obsesiona y que tiene la capacidad de impactar la vida de millones de personas?

Deja de obsesionarte con el dinero y obsesiónate con aportar valor a la vida de los demás. Ahí está la verdadera riqueza.

Conclusión

En conclusión, el camino a la riqueza no es fácil ni rápido de recorrer. Construir riqueza implica que estés dispuesto a cambiar por completo tu forma de pensar y trabajar; implica mucho compromiso, esfuerzo, sacrificio y disciplina; implica que encuentres un propósito más grande y poderoso que el dinero; e implica que desafíes tus propios límites para que crezcas a nivel personal y profesional. La riqueza es un destino que muchos anhelan, pero cuyo camino pocos están dispuestos a transitar.

En palabras de Jim Rohn:

“La mayor recompensa de convertirse en millonario no es la cantidad de dinero que se obtiene; es el tipo de persona en la que uno debe convertirse para llegar a serlo.”

Con información de Negocios y Emprendimiento.

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