10 cambios de mentalidad que necesitas para ser exitoso

No seas tu mayor obstáculo para el éxito

Hay todo tipo de emprendedores: los que quieren ser millonarios generalmente están recopilando estrategias, tácticas e información para hacer crecer su riqueza. Lo que los detiene (y la pieza vital que les hace falta) se centra en la mentalidad.
Casi siempre, los emprendedores son su propio mayor obstáculo. Su mentalidad (o la falta de) les impide dar ese salto a las “grandes ligas”. Infinidad de testimonios lo comprueban: Deudas enormes, fracasos empresariales, desechar ideas de negocio porque no parecían viables y luego sí se volvieron exitosas.

  1. Hay tres tipos de efectivo

Hay tres tipos de efectivo e ingresos que debes rastrear si deseas subir de nivel y escalar:

  • Efectivo cobrado (cuánto vendiste)
  • Efectivo generado (cuánto ganaste)
  • Pasivos (cuánto te cuesta entregar tu producto / servicio)
  • Efectivo generado + efectivo cobrado – pasivo = ingreso bruto.

Es una ecuación simple, pero es una que la mayoría de los emprendedores saca mal. Tienden a enfocarse únicamente en el efectivo cobrado, pero siempre deben darse cuenta de cuáles son sus ingresos brutos.
2. Debes determinar tu relación beneficio / crecimiento
Esto puede sonar simple, pero necesitas saber qué tipo de negocio estás desarrollando: uno que crece despacio, pero da ganancias o uno que no genera grandes ganancias de inmediato, pero que crece rápidamente. Estos son dos tipos diferentes de negocios que requieren diferentes estrategias y enfoques, y más importante aún, un tipo diferente de mentalidad.
3. Hay tres tipos de activos que necesitas
Los emprendedores están atrapados en el dinero, pero hay tres activos que necesita desarrollar en todo momento: tus activos financieros (ganancias), tus relaciones (personales y profesionales) y tu audiencia (no solo sus clientes actuales, sino los potenciales). Cuando cuidas estos tres tipos de activos, puedes manejar cualquier tormenta.
4. La perfección ocurre cuando finalmente sueltas las cosas
La perfección no se da cuando te obsesionas con el control: sucede cuando finalmente te sueltas. El perfeccionismo y el control que te ayudaron a crear tu empresa no te permitirán escalar tus ganancias. Necesitas cambiar de ritmo y convertirte en una persona empodere a quienes la rodean para generar los resultados que deseas y necesitas.
5. No puedes ser amado por todos
No todos te amarán. En realidad, si estás haciendo bien tu trabajo, la mayoría de las personas no lo hará. Si quieres escalar, necesitas resonar fuertemente con el 10 por ciento de tu mercado potencial y con el 80% ser relevante. No obstante, sin importar que hagas habrá un 10% de personas que te odiará. Si quieres marcar la diferencia, no puedes tratar de complacer a todos.
6. El dinero no es malo (pero tampoco es libertad)
El dinero puede ser aterrador, ya sea que lo tengas o no. ¿Qué sucede cuando ya no tengo que preocuparme por los billetes? ¿Qué pasa cuando tengo suficiente dinero para finalmente ser yo mismo? El dinero es el máximo multiplicador: aquellas personas que no son agradables, empeoran cuando lo tienen; mientras que aquellas que lo son, se vuelven aún mejores.
7. Nunca te quedas sin problemas (solo cambian)
La gente piensa que se quedarán sin problemas cuando lleguen a la cima; que alcanzarán un nivel donde los problemas se convierten en una cosa del pasado. ¡No! Cada vez que creces y pasas al siguiente nivel, encontrarás problemas nuevos (más grandes). Nunca escaparás de ellos, por lo que es importante que adoptes una mentalidad de resolución para que puedas manejar cualquier cosa con una mente clara y lógica.
8. Tu trabajo es la mitigación de riesgos (todos los días)
Si una cosa en tu negocio, ya sean las finanzas, las operaciones, el marketing, las ventas o las entregas, depende de la “esperanza”, estás jodido. Tu trabajo es calcular el riesgo y crear sistemas y procesos para gestionarlo en todas estas áreas, de modo que tu negocio esté preparado para cualquier obstáculo o situación. Los mejores empresarios no siempre son los más inteligentes ni los más talentosos: son los mejores mitigadores del riesgo.
9. Los negocios son un juego a largo plazo
Pasa de los primeros 12 meses. No importa si el negocio está funcionando o no. Aquellos que tienen éxito están pensando en planes a cinco años. Los empresarios exitosos son reactivos o proactivos, sino que están en modo estratégico todos los días.
10. Tu trabajo es pensar, no hacer
El período en el que pasas la mayor parte de tu tiempo haciendo de todo en tu negocio ha terminado. El trabajo de un emprendedor exitoso es pensar, no hacer. El hecho es que debes ser la persona que hace más poco trabajo operativo en tu empresa para que puedas empoderar a quienes te rodean (tu equipo, clientes y compañeros) de una manera que nadie más puede hacerlo. Esto es imposible de lograr si estás atorado en la operación diaria.