4 trucos para no volver a olvidar algo importante

El hecho de que tengas muchas cosas en qué pensar al mismo tiempo no es excusa para olvidar algo. Deja de disculparte diciendo que tienes mala memoria. Tú mente tiene todo el potencial para recordar hasta los más mínimos detalles.
Nelson Dellis cuenta que era un hombre con una memoria mediocre. Hoy, es el ganador del campeonato de memoria (USA Memory Champion).
Dellis se propuso entrenar su mente después de ver padecer Alzheimer a su abuela. “No quería que eso me sucediera. Quería encontrar algo que me ayudara a prolongar mi salud mental”, cuenta.
“Todos tenemos una buena memoria; el problema es que nadie nos ha enseñado a usarla”, dijo después de su cuarta victoria en el campeonato. Acá están algunas de sus técnicas.

Hazlo emocionante

Tu cerebro es especialista por naturaleza en recordar lo extraordinario. Saca provecho de esto para estimular tu memoria. Cuando la mente percibe algo fuera de lo común, lo absorbe mejor. “El 90% de cada día no es interesante. Tienes que convertirlo en algo memorable”, aconseja Dellis.
Desafíate a hacer emocionantes las cosas. Tu cerebro trabaja mejor con imágenes que con ideas abstractas. “Por ejemplo, si necesitas recordar pasar a comprar pizza de regreso a casa, imagínate el queso aún hirviendo y quemándote la boca”.
Haz esta imagen tan real como te sea posible. Imagina el color, los olores, la textura. Involucra tus sentidos. Ya que la tengas, se va a almacenar más fácil en tu mente.

Traza un recorrido

Crea imágenes y visualízalas en un espacio que conozcas bien. Puede ser en diferentes puntos de tu oficina o de tu casa. Acomódalas de forma que tengas que hacer un recorrido para verlas.
Por ejemplo, Dellis explica cómo hacer la lista de compras. Imagina la puerta de entrada cubierta de papel higiénico (tienes que comprar papel higiénico). Luego, una vaca junto a la puerta (tienes que comprar leche). Continúa el recorrido cubriendo el lugar de imágenes.
Cuando estés en la tienda, sólo piensa en aquel lugar y recórrelo mentalmente. Las imágenes van a estar esperándote. Y no necesitaste memorizar una sola palabra.

Crea conexiones

Seguimos con las imágenes. Lo que cambia es la manera de registrarlas. Se trata de hacer una lista en la que un elemento esté conectado con el siguiente. Es una técnica muy narrativa.
Crea una historia en la que los objetos o las tareas que no quieres olvidar vayan apareciendo uno tras otro. Entre más extraña sea tu historia, va a ser más fácil de recordar. “Recordamos lo que está totalmente fuera de lo ordinario”.

Mantente listo para recibir información

Prestar atención es el primer paso para recordar algo. Nuestra atención es muy frágil. Sufre distracciones continuas, ahora más que nunca. Debes forzarte a mantenerte enfocado en una sola cosa a la vez.
Acabas de conocer a una persona y quieres aprenderte su nombre. Antes de preguntarlo, Dellis se pregunta a sí mismo varias veces, “¿cuál es el nombre de esta persona?”
Este sencillo proceso hace maravillas. Ya no recibes la información mientras piensas en lo que vas a responder o ves algo que te distrae. Estás enfocado en la persona frente a ti. Estás listo para recibir y almacenar su nombre.
Deja de anotar listas. Ejercita tu memoria. Toma cada día una frase que quieras memorizar. Practica diario.
 
Con información de Jurgen Klaric