Mujeres en trabajo de parto están usando CBD y THC, componentes del cannabis, para controlar el dolor mientras dan a luz
Con la legalización y el uso de cannabis en aumento, las madres están comenzando a considerar el potencial del CBD (cannabidiol) y el THC (tetrahidrocannabinol) como una ayuda para mitigar el dolor durante el parto en lugar de oxitocina, epidurales y otros medicamentos tradicionales.
El medio especializado High Times entrevistó a Kelley, una mujer y fundadora de Cannamommy.org sobre su experiencia con estos componentes del cannabis durante su trabajo de parto.
Cuando comenzó a sentir contracciones, utilizó una “bomba de baño” (imagen abajo) en su bañera y se metió, dejando que el agua tibia, el THC y el CBD mezclado en la bomba relajaran su cuerpo y aceleraran la llegada de su hijo. Tal como lo han hecho las parteras tradicionales durante siglos, según informes.
“Como nuestros ancestros, esta era la mejor manera de ayudarme durante el parto”, explicó Kelley a través de una entrevista telefónica.
Madre de tres hijos, está comprometida a transmitir lo que ha aprendido sobre el uso del cannabis para controlar el dolor durante el parto. Según ella, funciona y funciona bien.
Bombas de baño y extractos para el alivio
La compañía de Kelley, con sede en California, promueve el uso de ambos componentes para aliviar el dolor y acelerar las contracciones. La “bomba de baño” que usó en su trabajo es un producto que su compañía fabrica y vende. Los ingredientes incluyen aceites esenciales, bicarbonato de sodio, sales de Epsom y, por supuesto, CBD y THC. “Hay otras en el mercado”, explica Kelley, “pero hacemos la nuestra específicamente para madres embarazadas”.
También respalda el uso del extracto de cannabidiol en el cuello uterino de las madres que se encuentran en labor de parto y ella es una prueba viviente del valor del ungüento. “Básicamente, realicé una infusión de aceites de cannabis con esos dos componentes en aceite de oliva y añadí vitamina D y E, comencé a usarlo durante mi labor para reducir la molestia y el dolor. No sentí tanto dolor y mi hijo salió muy rápido, después de 8 minutos de pujar“. El nacimiento del hijo de Kelley fue su segundo VBAC exitoso (parto vaginal después de la cesárea, por sus siglas en inglés).
Esto es digno de mencionarse, ya que muchos hospitales ahora tienen reglas anti-VBAC para desalentar a las madres de intentar tener un parto natural después de una cesárea, citando riesgos maternos que incluyen una ruptura del útero, que tiene aproximadamente un 1.5% de probabilidades de suceder, lo que puede ser fatal.
Irónicamente, se cree que la oxitocina, que a menudo se usa para inducir el parto, puede conducir a una cesárea debido a que lo acelera mucho; luego, las contracciones provocan estrés en la madre y su bebé y requieren cirugía de emergencia para que el bebé pueda nacer de manera segura y rápida. Las madres que ahora están optando por usar CBD y THC no solo para controlar el dolor, también lo hacen para evitar la oxitocina, como en el caso de Kelley.
Cannabis vs Cañamo
En Carolina del Norte, Sarah Ruiz, coach de salud nutricional certificada y madre de dos, también respalda el aceite de CBD durante el embarazo y el parto. En su sitio web HealthBySarah.com, escribió el año pasado: “Estoy considerando probar el aceite de CBD para el manejo natural del dolor en mi próximo parto. Se ha demostrado que reduce el dolor e incluso tiene un efecto relajante sobre las contracciones uterinas inducidas por la oxitocina”.
Ruiz siente tranquila de que es una opción segura para el manejo del dolor. “La gente no lo piensa dos veces antes de tomar semillas de cáñamo o aceite de cáñamo, que es de lo que se deriva el aceite de CBD”, explicó por correo electrónico. “Si ayuda a las madres a evitar los medicamentos, incluida la epidural, creo que es una alternativa maravillosa y segura“.
Sarah recomienda que las madres consuman aceite de CBD conforme se acerca la fecha del nacimiento y luego tomen más cuando van al parto. Recomienda usar solo aceite de alta calidad, como Purium, una marca que ella defiende y vende a través de su sitio web, y recomienda que las madres usen una combinación de CBD y bajas cantidades de THC.
“Se cree que el cannabidiol de espectro completo (CBD con THC) es más terapéutico que solo. El límite legal de THC en Estados Unidos es de .3% y esa cantidad no es suficiente para ser psicoactivo. El Purium tiene solo .04% de THC en los últimos dos informes de laboratorio”.
No sentí tanto dolor y mi hijo salió muy rápido, después de ocho minutos de pujar”Kelley
Mientras tanto, cada vez hay más madres que se acercan para elogiar el nuevo pero viejo conocimiento de los increíbles beneficios del cannabis durante el nacimiento. En un grupo de chat de madres titulado ‘Ganja Mamas’ en el sitio web WhatToExpect.com, una madre compartió anónimamente: “Acabo de tener a mi bebé en un centro de parto sin epidural(…) Durante 24 horas de contracciones, estaba tomando goteros de aceite de CBD (500 mg) para aliviar el dolor y la ansiedad… el THC no eliminó el dolor por completo, pero ayudó”.
Otra madre, Ruth DiTulio, admitió haber usado pastillas con destilado de CBD caseras durante su trabajo de parto. “Después de casi 24 horas de parto y con solo 6 cm de dilatación, decidí intentar descansar y tomé 4 de las píldoras. Me desperté poco después y la labor progresó rápidamente… salió en dos horas”.
Testimonios brillantes como estos pueden dejar a las mujeres embarazadas con ganas de saber más, especialmente cuando, según las estadísticas, alrededor del 33% de ellas tendrán un parto inesperado por cesárea de emergencia. Los medicamentos más comunes como Pitocin, fentanilo y morfina se utilizan durante el parto, y todos tienen una gran variedad de efectos secundarios, desde fiebres y dolores de cabeza hasta úlceras estomacales o daños en los nervios.
El CBD es legal en la mayor parte de los Estados Unidos, aunque las reglas pueden ser confusas debido a que es procedente del cannabis, que no es legal en todas partes, pero el CBD derivado del cáñamo sí lo es. Sin embargo, médicos y algunas parteras se muestran reacios a respaldarlo o usarlo en el parto, y los que saben que sus pacientes lo usaron sugieren que no le digan a nadie para evitar una visita de los Servicios de Protección Infantil.
Esto deja a las madres como Ruth con miedo incluso de hablar con sus médicos al respecto. “Lo mantuve en secreto de mi partera porque no quería que me viera mal”, explicó. El CBD ofrece mejores resultados para el manejo del dolor cuando se usa junto con el THC, pero el THC no es legal en todos los estados y se puede usar para casos muy específicos.
Sopesando los riesgos
Cuando los Servicios de Protección Infantil investigan a una madre por usar tetrahidrocannabinol o cualquier otra droga, suelen llevarse al bebé por 72 horas obligatorias. Kelley, que ha experimentado un rechazo dentro de su comunidad por ser una madre que trabaja en la industria del cannabis, no es ajena a las visitas de esa institución. “Afecta totalmente la unión y es un desperdicio del dinero de los contribuyentes. Nunca ha pasado nada con un niño que estuvo expuesto al THC”.
Además del control del dolor durante las contracciones y el parto, las mujeres embarazadas también están considerando ambos componentes para el alivio de los síntomas, como la hiperemesis gravídica (HG), una versión poco frecuente y muy grave de las náuseas matutinas.
La HG puede causar que las mujeres se deshidraten y pierdan nutrientes fundamentales para el embarazo. Los componentes del cannabis ofrecen terapia para tales condiciones sin efectos secundarios para la madre. Sin embargo sí se pueden presentar ciertos efectos secundarios para el feto durante el embarazo. Un estudio informó que el cannabis puede reducir el oxígeno en el flujo sanguíneo, lo que podría afectar al feto.
Cuando High Times intentó comunicarse con varios obstetras, ginecólogos y parteras para obtener una opinión médica profesional sobre el uso de CBD y THC durante el embarazo o durante el parto, se presentaron muchas trabas burocráticas. Las entrevistas fueron redirigidas o remitidas a los supervisores en numerosas ocasiones, lo que resultó en un callejón sin salida o en un “nosotros te llamamos”. Se admitió la falta de conocimiento de las leyes, y un sesgo tradicional contra el consumo de cannabis.
Ningún médico con el que hablamos quiso comentar sobre su uso durante el parto. Un obstetra y ginecólogo anónimo dijo: “No sé mucho sobre el cannabis”. Una enfermera con la que hablamos brevemente en una llamada a una sala de partos en Filadelfia dijo severamente, “no les decimos a nuestros pacientes que la consuman”.
Investigación necesaria
Con el cannabis legalizándose en más y más lugares, es solo cuestión de tiempo antes de que la industria médica comience a considerar el uso del CBD como un medicamento para el dolor de parto invaluable. Mientras tanto, las madres están tomando su salud con sus propias manos y se están preparando “bombas de baño”, ungüentos cervicales, extractos, píldoras de destilados y más, con la esperanza de que algún día un valiente médico se levante y apoye a las mujeres en labor de parto.
No es solo un problema de legalización, es un problema de derechos de las mujeres. Todas las madres merecen explorar opciones más seguras y saludables para el parto con su médico, incluido el CBD y el THC.
Con información de High times