En Latinoamérica fracasan entre el 20 y 30% de las empresas nacientes en su primer año
1.- No te fuerces
Probablemente te sientas derrotado y odies ese sentimiento, pero es una etapa por la cual la mayoría de las personas pasa. Necesitamos tiempo para procesar las cosas y si no vives tu etapa, sino que tratas de evadirla probablemente tardes mucho más en sanar.
Un emprendimiento es algo en lo que invertimos, tiempo, dinero, esfuerzo, energía y más. Por eso no podemos obligarnos a superar un fracaso de un día para otro.. La mayoría de las personas necesitan vivir su duelo, esto es lo más recomendable.
Claro que hay cosas que puedes hacer para mejorar el proceso, pero lo menos aconsejable es presionarte a ti mismo para que esto pase instantáneamente. Date tiempo, pero tampoco te enganches en los sentimientos negativos, busca soltarlos.
2.- Haz una lista de pendientes
Algo que también afecta mucho a los emprendedores cuando tienen un fracaso es las cosas que le quedan por resolver con respecto al mismo. Esto puede hacer que además de los sentimientos de fracaso que puedan estar experimentando, también se puedan sentir abrumados por todas las responsabilidades con las que deben lidiar.
Para afrontar esto, la recomendación es no dejarlo para después, sino que empieces a realizar un listado de las cosas que debes resolver y les asignes tanto un orden de prioridades, como una fecha tope.
Una vez tengas tus pendientes ordenados por prioridades, ya no estamos hablando de actividades al azar sino metas con fecha de realización, lo que activará tu sentido de responsabilidad y te motivará a llevarlas a cabo.
3.- Analiza qué fue lo que salió mal
Hay muchas razones por las que un negocio puede ver su fin. Lo importante es que no te quedes sin saber qué fue lo que le pasó al tuyo porque si no, todo habrá sido en vano.
Hay muchos emprendedores que fracasaron no solo en su primer intento, sino en el segundo, en el tercero y hasta más, pero de cada uno de ellos aprendieron algo nuevo, lo que les permitió alcanzar el éxito eventualmente.
Es por esto que necesitas saber con exactitud cuáles fueron las equivocaciones que se cometieron. Así podrás usar esa información a tu favor más adelante porque se trata de una experiencia muy valiosa de la que puedes sacar partido, aunque en este momento lo veas como un trago amargo.
Algo que ocurre comúnmente es que las personas se culpan sin piedad a sí mismos por lo que ocurrió y está bien tomar la responsabilidad, pero si sigues atrapado en la culpa estarás muy ocupado mirando hacia el pasado, lo que te dificultará todavía más seguir adelante.
4.- Ten presente que un fracaso no te define
Aunque te hayas equivocado, eso solo fue un tropiezo en tu vida, no te encasilles a ti mismo como un fracasado porque si lo haces, actuarás de esa manera -de forma inconsciente- una y otra vez porque es lo que tú crees que eres, pero no es cierto.
Eres una persona que tiene mucho para dar, quizá ahora más que antes porque tienes nuevas experiencias con las que previamente no contabas.
Incluso aunque los demás quieran burlarse de ti o en algún punto te juzguen por lo que te ocurrió, no te victimices, sino demuestra confianza en ti mismo, lo que también afectará profundamente la forma en que otros te perciben.