Si eres un trabajador freelance sabes que la flexibilidad de horario y el poder trabajar desde cualquier lugar son los dos grandes atractivos de esta modalidad, pero también sabes que esta libertad mal manejada puede arrojarte en un abismo. Aquí los siete pecados capitales de todo trabajador autónomo:
1. Abaratar su trabajo
Muchas veces por el miedo a no tener un 15 y último, los profesionales independientes aceptan pagos muy inferiores si se comparan con los que cobraría un trabajador dependiente. Esto es muy mal negocio, porque además de depreciar su trabajo, también lo hace poco rentable. Recuerda que debes saber muy bien cuánto te cuesta hacer tu trabajo, para entonces fijar un precio a tus honorarios.
2. Aceptar más trabajo del que puedes manejar
Una de las grandes tentaciones de los trabajadores freelance es aceptar más trabajo del que realmente pueden manejar. Esto no solo se traduce en resultados muy pobres, también un desgaste emocional significativo. Recuerda que esa libertad de horarios y espacio no te hace una máquina, respeta tus tiempos de descanso y recreación.
3. Alargar la jornada diaria
Sí, eres freelance, pero tu día sigue teniendo 24 horas. Ponte horarios y no trabajes más de lo requerido al día. Uno de los grandes desafíos de los trabajadores autónomos es equilibrar su trabajo y vida personal. Establece una rutina y ponte límites.
4. No cobrar
Otro error de los freelance es no cobrarle a sus clientes y ser claros con las fechas de pago. En una relación de trabajo el compromiso debe mantenerse por igual entre las partes.
5. No deshacerte de malos clientes
Hay clientes que exigen mucho y pagan poco. Hay otros que aunque pagan bien nunca están conformes y pueden robarte toda tu energía. En esos casos siempre digo: no hay cliente que pueda pagar tu paz y estabilidad. No temas deshacerte de malos clientes. Ahorrarás energía y tiempo que podrás invertir en otros trabajos que te generen dinero y bienestar.
6. No defender tu trabajo
Por la misma inestabilidad que puede sentirse al principio, muchos trabajadores autónomos temen defender su trabajo o explicar el porqué de ciertas decisiones por temor a perder a sus clientes. No se trata de que nunca tengas en cuenta la opinión de ellos, pero sí que sepas tomes decisiones determinantes si es necesario.
7. Dejas de estudiar
Te enfocas tanto en conseguir clientes y en cumplir con los afanes del día que olvidas que tu principal activo es tu conocimiento. Saca tiempo siempre para estudiar y para seguir capacitándote, solo así te mantendrás en el rodeo.
Así que ya lo sabes, aléjate del abismo y vive con prudencia la libertad de ser freelance. Cuéntame, ¿has cometido alguno de estos pecados?
Tu amigo y mentor,
Jürgen Klarić.