La inteligencia emocional es la capacidad de motivarnos a nosotros mismos, de perseverar a pesar de las frustraciones, de controlar los impulsos, de regular nuestros propios estados de ánimo, y de empatizar y confiar en los demás
En un mundo de los negocios en el que se promueve y admira una cultura hipercompetitiva y en el que el logro de objetivos parece un fin que justifica todos los medios, hablar de inteligencia emocional parece un tanto fuera de lugar.
Sin embargo, para Leonardo N’Haux, presidente de Qualtop Group, una empresa que busca maximizar las capacidades organizacionales a través de procesos de innovación y agilidad, estas habilidades son absolutamente necesarias para transitar por los pasillos corporativos.
El coeficiente intelectual y la inteligencia emocional son conceptos diferentes; de hecho, hay muchas personas que manifiestan un elevado coeficiente intelectual, pero una escasa inteligencia emocional. ¿Te recuerda a alguien?
En el marco del Festival de Innovación Epicentro, el directivo explicó que aprender sobre inteligencia emocional puede convertirse en un excelente activo en el entorno empresarial, pues estas habilidades ayudan mucho a la interacción social y, lo habrás notado, tu compañía está llena de gente con la que convives a diario.
“Realmente en este quehacer diario que tenemos como empleados, empresarios, emprendedores o lo que fuere, siempre necesitamos de alguien más”.
“Quizás hace muchos años, alguien solito en su casa podía construir algo y, a partir de ahí, hacerse un futuro; hoy, el tema del trabajo en equipo es clave para el desarrollo de grandes proyectos; entonces, si hoy quieres crecer, si hoy quieres destacar, necesitas tener compañeros, necesitas tener jefes que te compren tu sueño y te ayuden”.
Solo como ejemplo, le pedimos a N’Haux que planteara tres escenarios corporativos en los que la inteligencia emocional puede serte útil. Aquí te los presentamos:
1. Negociación
“En cualquier situación de negociación que tengas, tus habilidades emocionales te sirven para conectarte mejor con tu interlocutor y, finalmente, en una negociación lo que buscas es un resultado que sea con el que los dos se quedan felices, ese es el mejor resultado que puede tener una negociación y, en ese sentido, las habilidades emocionales te pueden ayudar mucho”.
2. Construcción de equipos de trabajo
“En la construcción de equipos de trabajo tienes que buscar necesidades que sean complementarias y lograr una sinergia tal que todos sientan que van por el mismo objetivo y se comprometan”, comentó.
“En ese sentido, el poder comunicar esto y llegar a las emociones de la gente, es decir, emocionalmente convencerlos de que vale la pena el esfuerzo, el desafío, es clave para eso”.
3. Resolución de conflictos
“(Hay que) entender que la gente, por lo general, no pelea por gusto; por lo general, lo que hay es un choque emocional entre necesidades, entre diferentes posturas que, a la hora de que lo analizas desde los componentes emocionales del problema y lo logras transmitir a la gente que está interviniendo en el conflicto, ayudas mucho a que las cosas se desatoren de una manera mucho más ágil y en beneficio de todos”.
Con información de Entrepreneur -G. Orihuela