Los imprevistos son amenazas reales a tu dinero. Nadie está exento de enfrentar alguno. Por muy preparado que creas estar, tienen todo el potencial de llevarte a una bancarrota financiera.
Pero no todo son malas noticias. No es una situación permanente. Estos consejos son el mejor camino para salir de ahí:
1.- No actúes por impulso
Cuidado con las salidas que prometen ser fáciles. Sé que es una situación difícil y quisieras hallar una solución inmediata. Podría ser un sacrificio que en verdad no deseas o un préstamo que sólo va a sumarse a tus deudas.
Pero antes de tomar decisiones, asegúrate de que no estén siendo inspiradas por una sensación de desesperación. Evalúa las posibles repercusiones. Podrían llevarte a una condición aún más crítica.
2.- Reduce tus gastos
Primero, elabora tu presupuesto. Identifica qué gastos son básicos. Deja para después todos aquellos gastos que ahora puedes evitar.
Piensa cuántas veces podrías caminar en vez de usar tu auto o pagar por transporte. Considera qué tareas por las que antes contratabas a alguien ahora puedes hacer tú.
Establece un presupuesto semanal para tu comida y tus diversiones, y cíñete a él. No te digo que las sacrifiques o renuncies a tu vida social. Busca alternativas que no sean tan caras al hacer planes con tus amigos.
3.- No realices gasto hormiga
Hay pequeños gastos diarios que resultan innecesarios. A la larga, la suma de ellos podría significar una cantidad que tu bolsillo va a resentir. Por ejemplo, en México, una persona realiza un gasto hormiga anual de 1500 dólares, en promedio.
4.- Prioriza tus deudas
Haz una lista de todas tus deudas. Anótalas por orden de urgencia. No dejes de pagar o se te van a acumular, y va a ser peor. Cúbrelas de acuerdo con tus posibilidades en ese momento.
Identifica las que podrías dejar de pagar mientras sales de la crisis. Mira el compromiso de cubrirlas como una motivación para salir adelante, no como una carga que te quite el sueño.
5.- Busca fuentes de ingresos alternativas
Las crisis económicas pueden ser un propulsor hacia la creatividad. Crea formas de obtener ingresos fuera de las que ya conoces. El imprevisto que te llevó a la bancarrota pudo haber sido algún accidente o una enfermedad. Continúa con el trabajo que tienes y crea una segunda fuente de ingresos.
6.- Interactúa con tus contactos
Saca el mejor provecho de tu red de contactos. A veces personas a quienes no les habías hablado por años pueden resultar tu solución.
Si perdiste tu trabajo o tu negocio fracasó, tal vez ellos podrían conocer a la persona ideal para compartirle tu CV. O podría ser alguien que se interese en tu proyecto y pueda darte financiamiento.
7.- Cuídate de las relaciones tóxicas
Evita tentaciones. Hay personas que con sus actitudes o comportamientos te mantienen dentro de la bancarrota. Identifícalas. Tú estás en un proceso de recuperación. Tal vez debas apartarte mientras logras levantarte de nuevo. Lidia con ellos de forma inteligente.
8.- Alimenta tu mente
El trabajo duro no da tan buenos resultados como el inteligente. Sigue actualizándote. Aprende estrategias para optimizar tus recursos y ser más productivo. ¡Ánimo! No todo está perdido.
Con información de Jürgen Klarić