La península alberga 487 sitios arqueológicos marinos, siendo Tulum el principal sitio de descubrimiento de fósiles
La creación de un museo de arqueología subacuática en el estado, además de establecer acuerdos y buscar recursos con ayuntamientos como Cozumel, Solidaridad y Puerto Morelos, en donde se encuentra el espacio de grandes hallazgos marinos, como restos humanos paleontológicos, fueron parte de los puntos que fueron tocados en la reunión que sostuvo Margarito Molina Rendón, director del centro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Quintana Roo, con Helena Barba Meineke, especialista de la subdirección de Arqueología Subacuática del INAH.
“Queremos buscar acuerdos para tener recursos, quedamos en comenzar acercamientos con autoridades que parecen interesadas, poder incluso con ayuntamientos e inversionistas buscar crear un museo de arqueología subacuática en el estado”, señaló Molina Rendón.
Destacó que el estado tiene un subsuelo kárstico formado hace 65 millones de años, la península de Yucatán y la llamada costa oriental de Quintana Roo es un enorme yacimiento, en términos investigativos, de importantes hallazgos que han hecho revisar hipótesis del poblamiento y dinámica en América, concretamente en esta región.
Para medir la importancia de la zona, Molina Rendón indicó que en este sitio tienen datos de la presencia humana con prácticas mortuorias hacia el año 1650 a.C., y presencia de polen de maíz.
Es decir, explicó, los primeros grupos sedentarios en la península se remontan cerca del 850 a.C.; los arqueólogos subacuáticos descubrieron los restos de una mujer muy pequeña en tamaño de aproximadamente 15 años de edad que falleció hace casi 13 mil años, bautizada como Naia.
“Ese dato de Naia nos permite ver que falta mucho por investigar en términos de arqueología y en específico de la subacuática”, dijo.
Resaltó que hay datos que indican que somos la quinta o sexta oleada de habitantes en estas tierras llanas, sin considerar a grupos de africanos que trajeron los conquistadores españoles durante la colonia, ni a los extranjeros que han llegado a residir por el trabajo que genera el turismo.
Proyectos en la zona
Molina Rendón precisó que han desarrollado cuatro proyectos de arqueología subacuática en los últimos años. El primero de estos es el Atlas Arqueológico Subacuático, coordinado por Helena Barba; el segundo es el Proyecto Integral para la Protección, Conservación y Difusión del Patrimonio Cultural Sumergido de la Península de Yucatán; un tercero es el Proyecto de Inventario y Diagnóstico de Recursos Culturales Sumergidos en la Reserva de la Biósfera de Banco Chinchorro que coordinaron Roberto Junco y Laura Castillo y el último, el Proyecto Arqueológico Subacuático Hoyo Negro en Tulum que llevaron a cabo Pilar Luna y Helena Barba.
A éstos, dijo, debe sumarse el proyecto de exploración en cuevas y cenotes en la zona de Tulum con la arqueóloga Carmen Rojas. Como resultado de estas investigaciones tienen conocimiento que en la península de Yucatán existen 487 sitios arqueológicos sumergidos en aguas marinas, aguas interiores y continentales, evidentemente incluyen navíos.
Además, a través de restos fósiles, registraron la presencia de megafauna de hace 20 mil años o más, todavía del Pleistoceno, como son: perezoso gigante, pecarí, mamuts, tigre dientes de sable, caballo americano, etc. Y restos humanos con antigüedad de ocho a 13 mil años, de los más antiguos para América.
Tan solo en la zona de Tulum fue encontrada la Mujer de Naharon, con 13 mil 400 años de antigüedad; el joven del Pit, o la joven Naia de 12 mil 800 años de antigüedad.
“Todo ellos son parte de los diez restos que el equipo de arqueología subacuática del INAH y algunos espeleobuzos han localizado”, dijo.
El funcionario indicó que es evidente que la península de Yucatán es un lugar privilegiado para la arqueología subacuática y específicamente la zona de Tulum, así como la llamada Costa Maya, pues cuentan con siete mil cenotes y 850 kilómetros de galerías subterráneas que han reportado los investigadores, por lo que existe todo un campo de investigación importante.
“En Quintana Roo las cuevas inundadas, los cenotes y sus galerías han aportado información científica importante como el Hoyo Negro, en Tulum, es un lugar donde fue han localizado estos importantes hallazgos, pero hay otras”, precisó.
Sustracciones como delito
Apuntó que el INAH es la institución que por ley tiene como responsabilidad la investigación y protección de este patrimonio subacuático y paleontológico, por lo que requieren más investigación y protección y con ello mayores recursos.
También, dijo, necesitan establecer acuerdos con buzos que exploran los cenotes y cuevas para evitar alteración o saqueo de restos fósiles o cerámicos. “Es evidente que este grupo de especialistas, que algunos tienen labores científicas y otros de guianza turística, deben entender que esos restos y objetos son patrimonio de la nación, que es un delito su sustracción”, precisó.
Añadió que ahora, con el auge en visitas a cenotes por gran cantidad de turistas, pretenden establecer reglamentos con los operadores y acuerdos con instituciones para que ayuden en esta protección.
“En el Centro INAH Quintana Roo tienen de planta a Carmen Rojas, pero hemos iniciado fuerte acercamiento con Helena Barba, de la subdirección de Arqueología Subacuática del INAH, para conocer diversos proyectos y armar convenios de trabajo en Quintana Roo; el propósito es definir fuentes de financiamiento con gobiernos locales y hasta con empresarios del turismo que puedan aportar recursos para exploraciones e investigaciones”, concluyó Molina Rendón.
Con información de lajornadamaya
