El programa de televisión infantil Plaza Sésamo (Sesame Street en inglés) ha producido casi 5.000 episodios en Estados Unidos, ganado 193 premios Emmy y se ve en sus sendas versiones en 150 países
Desde su programa inaugural en la televisión estadounidense, el 10 de noviembre de 1969, millones de niños han crecido escuchando el tema musical de introducción, “Can you tell me how to get, how get to Sesame Street?” (“¿Me puedes decir cómo llegar a Plaza Sésamo?”). El tema en español era “…en Plaza Sésamo estamos”.
A lo largo de todo ese tiempo, el programa ha cambiado cómo se introduce la educación infantil temprana por todo el mundo.
Aquí hay momentos clave que han garantizado el éxito del revolucionario programa en esos primeros 50 años.
Todo empezó en la Universidad de Harvard…
A finales de los años 1960, los cofundadores de Plaza Sésamo Lloyd Morrisett y Joan Ganz Cooney presentaron a la Escuela de Posgrado de Educación de la Universidad de Harvard una novel propuesta para la enseñanza infantil en EE.UU.
Un equipo liderado por un psicólogo evolutivo trabajó con los fundadores en el análisis de la psicología infantil y la manera de aprovechar el relativamente nuevo medio de la televisión para crear lecciones entretenidas para niños.
Emplearon al marionetista de los Muppets Jim Henson para crear personajes como Big Bird (que llegaría a transformarse en Abelardo o Montoya en español) y la ambientación en el estudio se diseñó para reflejar una calle urbana en lugar de un mundo mágico. Los cuatro personajes humanos fueron un elenco multiracial -un hito en la TV de la época.
El profesor de Educación de Harvard Joe Blatt, uno de los asesores del programa, dice que el concepto de enseñar a través de la TV -considerada entonces como fuente de pereza y malos hábitos de los niños- fue “brillante y el tipo de movida atrevida y fascinante” para 1969.
Blatt afirma que el programa utilizó “estrategias mediáticas poderosas como los jingles (comerciales), como la repetición con miras a que los niños quisieran aprender en lugar de querer Zucaritas (cereal azucarado)”.
La muerte real del señor Hooper
Cuando el actor Will Lee, uno de los originales personajes humanos reales murió de un ataque cardíaco, en 1983, los ejecutivos tomaron una decisión audaz para explicar el concepto de la muerte a los menores.
Lee actuaba el papel de un tendero, el señor Hooper.
“Big Bird, cuando una persona muere no regresa”, le explica un visiblemente compungido personaje a la enorme marioneta, asegurándole a él -y a toda la audiencia infantil- que las personas que mueren viven en los recuerdos y que otros se encargan de continuar con sus labores.
El libreto fue puesto a prueba con un grupo de menores, antes de que saliera al aire, explicó el profesor Blatt a la BBC, para estar seguros de que los niños entendieran el mensaje. Otros temas piloto, sin embargo, eran descartados, como un segmento sobre el divorcio, si se encontraba que los niños no lo podían captar.
La decisión de escribir sobre la muerte del señor Hooper en el programa fue “una de las primeras veces que el contenido fue sombrío”, comentó la editora de TV Polly Convay, del grupo Common Sense Media, que hacer crítica de programas infantiles.
“Ellos entienden que los chicos pueden asimilar temas complejos cuando la información se transmite en la manera apropiada para sus edades”, sostiene.
“Y la respuesta no es nunca hablar sobre la muerte. Es hablar sobre la muerte de manera que alguien de cuatro años lo pueda entender, en una manera que haya sido completamente respaldada por la investigación sobre la infancia”.
Desde que esa lección sobre la muerte salió, los ejecutivos nunca han repetido los segmentos en los que salía el señor Hooper. “Dijeron que él no estaría regresando”, señala el profesor Blatt, “y se mantuvieron firmes con eso”.
La marioneta VIH positiva
Para sorpresa de los creadores, que concibieron el programa como puramente para una audiencia estadounidense, el show fue rápidamente adaptado para públicos internacionales. Hasta niños en zonas de conflicto o campos de refugiados pueden ver versiones de Plaza Sésmo.
Cada producción trata de ayudar que los niños entiendan los problemas que afectan su región del mundo. En Sudáfrica, donde se llama Takalani Sesame, el personaje marioneta Kami es huérfana, VIH positiva, cuya madre murió de sida. En Afganistán, Zari y su hermano Zeerak abogan por la igualdad de género y el respeto a la mujeres.
México, Brasil y Alemania fueron los primeros países en trasmitir versiones dobladas en sus respectivos idiomas de Plaza Sésamo a comienzos de los 1970.
Más tarde, los ejecutivos de la empresa Sesame Workshop emprendieron un plan para asociarse con ejecutivos de la TV en diferentes países del mundo para producir programas específicamente guiados hacia la juventud local.
Los productores “traen este modelo de Sésamo, esta mezcla de currículo e investigación, a un país y lo desarrollan en una nueva serie con metas auténticas relevantes al país local”, explica el profesor Blatt.
En el documental de 2006 “The World According to Sesame Street” (“El mundo de acuerdo a Plaza Sésamo), la cofundadora Joan Ganz Cooney comparó su trabajo con el de los misioneros pero, en lugar de religión, el equipo “diseminaba tolerancia, amor y respeto mutuo”.
50 años después de su creación original, más de 30 equipos internacionales realizan versiones a la medida de contenido de Plaza Sésamo para más de 150 millones de niños en 150 países.
Personaje sin hogar
A partir de 2015, una biblioteca online llamada Sesame Street in Communities (Plaza Sésamo en las Comunidades) ha estado desarrollando un currículo puesto a prueba con los niños alrededor del mundo para ayudar a las comunidades en Estados Unidos a lidiar con problemas cotidianos estadounidenses como los ataques armados en escuelas, adicción y los rápidos cambios en tecnología.
En 2018, una marioneta rosada de siente años llamada Lily se convirtió en la primera residente de Plaza Sésamo en no tener hogar.
Karli es la marioneta más reciente. Una niña adoptada cuya madre lucha contra la adicción a las drogas. Según la productora Sesame, el papel de Karli es urgente ya que por los menos 5,7 millones de niños menores de 11 años en EE.UU. tienen un padre adicto en su entorno.
A lo largo de los años, otras marionetas le han enseñado a los niños sobre el autismo, el divorcio y las teléfonos inteligentes.
Elmo comparece ante el Congreso
Los personajes de Plaza Sésamo y los marionetistas y ejecutivos detrás de estos se han concentrado cada vez más en el activismo, con algunos de los residentes del lugar tomando roles en las decisiones políticas alrededor del mundo.
En medio de la epidémica de la obesidad infantil en 2006, el programa fue elogiado por ilustrar segmentos sobre hábitos saludables para enseñar a los chicos sobre dieta y ejercicio.
Hasta el Cookie Monster (el monstruo come galletas) declaró que las galletas sólo se deberían “comer algunas veces”, y ahora enseña a los niños sobre una dieta balanceada.
En 2009, la entonces primera dama Michelle Obama visitó los estudios de Plaza Sésamo para filmar episodios sobre alimentos saludables.
Con anterioridad, otras primeras damas -desde Barbara Bush a comienzos de los 1990- también han grabado cortos con personajes de la Plaza Sésamo, tanto en EE.UU. como en coproducciones en Egipto y en India.
En 2002, el personaje Elmo fue el centro de atención en política pública al convertirse en el primer no humano o marioneta en comparecer ante el Congreso, según el diario Washington Post.
Fue invitado para discutir sobre la educación musical por el otrora congresista Duke Cunningham, que luego renunció a su escaño tras declararse culpable de aceptar sobornos.