Esperar hasta 10 o 20 segundos antes de dar una respuesta tiene sus ventajas. Esta es la regla del silencio incómodo.
Jeff Bezos, Elon Musk y Tim Cook son de los directivos con mayor responsabilidad, al encabezar dos de las compañías más valiosas del mundo. Aunque es mucho lo que los diferencia, comparten no solo ser líderes en la industria tecnológica, sino una práctica que aplican: la regla del silencio incómodo.
De acuerdo con el consultor Justin Baris, la regla es esa pausa para pensar profundamente las respuestas.
“Cuando te enfrentas a una pregunta desafiante, en lugar de responder, haces una pausa y piensas profundamente sobre cómo quieres responder. Esta no es una pausa corta; más bien, implica tomar varios segundos (10, 20 o más) para pensar las cosas antes de responder”, explicó en una columna para Inc.
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Jeff Bezos ha dicho en entrevistas que, en reuniones con sus empleados, habitualmente no comienza con una presentación, sino que se circunscribe a leer en silencio los documentos y memorándums (que ya han sido repartidos antes) y da un lapso de hasta de 30 minutos para que todos hagan lo mismo, anotando sus dudas e ideas, sin interrupción. Según dice, en privado se podría perder la intención.
La regla del silencio incómodo en una entrevista
“Para los empleados nuevos, es una extraña experiencia inicial. No están acostumbrados a sentarse en silencio en una sala y estudiar con un grupo de ejecutivos”, comentó Bezos.
Cook, por su parte, es “conocido por sus largas e incómodas pausas, en las que lo único que se escucha es el envoltorio de las barras de energía que constantemente come”, según se describe en un perfil que le hicieron.
Elon Musk a menudo tarda entre cinco e incluso 15 segundos en pensar antes de dar una respuesta cuando es entrevistado.
Steve Jobs una vez tardó casi 20 segundos en responder a un ataque personal, dando una respuesta perfecta. Estaba en un escenario cuando se la hicieron; tomó con una sonrisa, bebió un sorbo de agua, quedó pensando unos segundos… hizo una rápida broma, otros segundos de reflexión… hasta que arrancó. Primero le dio la razón (en parte) a su interlocutor. Luego explicó el panorama general de la situación, destacó sus logros sin olvidar sus vulnerabilidades, aplaudió a su equipo y terminó con una motivación que ganó los elogios del público.
No se trata solo de tener más tiempo para pensar. Según Bariso, esto permite equilibrar las ideas y las emociones, en lugar de simplemente reaccionar en base a lo que uno siente.
Además, ahora la sociedad demanda gratificaciones instantáneas, porque queremos que nos respondan los correos y mensajes lo antes posible, hay acuses de recibos incluso para chats personales (el chulo azul, las constantes videollamadas… sin dejar mucho tiempo para lo más elemental: pensar. Y pensar críticamente.
Bariso repasa las ventajas de las pausas incómodas: pone en silencio al resto del mundo, ejercita el raciocinio, permite llegar a la raíz de los problemas y dar respuestas más profundas, en armonía con los valores y principios, diciendo exactamente lo que uno quiere decir. Todo esto, además, incrementando la confianza en uno mismo.
“Cuando usas la regla, estás recuperando el tiempo que solía desperdiciarse en respuestas sin sentido. Te sorprenderías de cuánto puede lograr el cerebro en esos 10 o 20 segundos”, indicó el consultor. Resistir la urgencia por una respuesta inmediata beneficiará a todas las partes.
Las primeras impresiones cuentan
Diversas encuestas destacan la importancia de causar una buena impresión durante los primeros minutos de una entrevista de trabajo:
- 6 de cada 10 directivos reconocen que la forma de vestir del candidato tiene un gran impacto en su contratación (fuente: encuesta monster.co.uk).
- El 33% de los jefes afirma saber si va a contratar a alguien dentro de los primeros 90 segundos de la entrevista (fuente: Classes and Careers).
- A una persona le puede llevar entre 1 y 10 segundos formarse una impresión sobre tu nivel de confianza – y esa impresión rara vez cambia más adelante (fuente: Psychological Science).
- Mantener el contacto visual con tu interlocutor puede ayudar a que éste perciba de ti una mayor inteligencia (fuente: Personality and Social Psychology Bulletin).
- Los colores más conservadores, como el azul y el negro, serán la apuesta más segura en cuanto a tu vestimenta según una encuesta realizada a más de 2.000 profesionales de búsqueda y selección. ¡El naranja es el peor! (fuente: CareerBuilder).