VENTANA DE JOHARI. Potente herramienta de auto análisis, empleada por consultores y grandes empresas para mejorar los procesos, productos, poder de negociación e INNOVAR.
“El problema para Innovar, no es la falta de visión; el problema se origina en la falta de autoconocimiento de lo que se tiene.” -Primero valora lo que tienes.
La CLAVE de la aplicación de la herramienta se basa en la asimilación de la información, procesamiento de esta y aplicación justo a tiempo. Esta ventana está dividida en cuatro áreas (cuadrantes):
- Cuadrante C1 o abierto: Se encuentra toda aquella información que sabemos de nuestros clientes y los demás también la conocen.
- Cuadrante C2 o ciego: Aquí estaría toda la información que no sabemos de nuestros clientes, pero los demás sí conocen (por ejemplo, clientes conocen la calidad de nuestro servicio cuando somos conscientes de esta.)
- Cuadrante C3 u oculto: Nosotros si conocemos sabemos algo que los demás desconocen (un secreto empresarial).
- Cuadrante C4 o desconocido: Ni nosotros ni nadie conoce la información. El descubrir esta información a través de un verdadero estudio de mercado y de los procesos productivos, distribución, logística finanzas y comercialización ante los enigmas de la empresa y la dinámica del comportamiento del consumidor y los riesgos sistemáticos y no sistemáticos. ¿En qué parte del cuadrante se encuentra su producto o proceso…?
«Quien conoce sus procesos de producción o servicios conoce sus clientes.»
La crisis provoca que las empresas deben concentrar sus esfuerzos en hacer un acto de autoevaluación de los procesos, productos, y sistema de comercialización como de sus costos y gastos, para de allí encontrar el horizonte para la innovación y reinventarse, ya que durante este periodo afloran modelos innovadores que satisfacen las nuevas demandas y necesidades que se apoderan del mercado, de las empresas obsoletas e ineficientes que nunca estuvieron en sintonía a la dinámica de los paradigmas de los cambios.
Esto no significa que sea fácil, pero debe de evitarse traer la crisis a la empresa, por lo que la evaluación mediante la ventana de Johari debe ser un proceso constante enfocándose en los factores de incidencia para mejoramiento continuo. El utilizar esta herramienta permitirá a la empresa desarrollar músculo que impulsará el constante cambio hacia el futuro.
En definitiva: El profundo impacto que dejará esta crisis cambiará por completo la forma de compra, venta, trabajo entre otras actividades por un largo tiempo, por lo cual es indispensable el cambio dentro de las empresas y su forma de producción, comercialización, distribución, administración y de manejar la exposición a los riesgos empresariales. #CápsulaDeHoyFCV
Felix. Campoverde. PhD. en Economía, graduado con calificación de excelente, con Cum Laude, (Universidad de Valencia España), economista de profesión con maestría en Finanzas, con varios diplomados realizados en el exterior en: México, Perú, Chile y España Ejercido la cátedra en varias universidades del país, en pregrado y posgrado: Universidad Espíritu Santo, Universidad Santa María, Universidad Tecnológica Empresarial de Guayaquil, Universidad UNIANDES Babahoyo, Tecnológico Espíritu Santo. Experiencia laboral como gerente financiero-administrativo, comercial, consultor empresarial, asesor ministerial, supervisor- auditor del sistema financiero, y de seguros, diplomático en el consulado de Ecuador en España.
¿Cómo predecir el futuro?
El futuro ya está aquí
Si bien el futuro no es cómo lo pintaban las revistas llenas de predicciones de los 60´s, los supersónicos no estaban tan lejanos a lo que vivimos hoy (lo único que nos falta son los carros voladores). Ahora bien, si volteamos para atrás, los cambios son evidentes. El iPhone en retrospectiva era la mejor idea posible. O era evidente que el automóvil iba a ser eléctrico en algún momento. Sin embargo…. ¿Cómo podemos predecir lo que viene?
Piénsalo, a los que como yo nos tocó nacer a finales de los 80´s hemos pasado por todo. La locura de los mercados financieros, destrucción y nacimiento de países, la caída del comunismo, el nacimiento del internet, telefonía celular, computación móvil, cohetes que despegan y aterrizan solos, sistemas financieros distribuidos y desregulados, entre otras muchas cosas.
LA VENTANA DE JOHARI. Y esto es sólo por citar algunos de los cambios que han pasado en las últimas 3 décadas.
Dice William Gibson, famoso escritor de ciencia ficción, que el futuro se encuentra entre nosotros, ya está aquí, pero no está distribuido equitativamente. Y esto es completamente cierto.
La realidad de los mercados actuales es que la innovación no es una moda, la innovación es una necesidad. Primero tenemos que aceptar que vivimos una época de cambio constante. Las empresas que no anticipan el cambio y no preparan planes de contingencia para actuar en consecuencia, están destinadas a desaparecer.
Si queremos continuar jugando el juego de la empresa, debemos diseñar mecanismos y métodos que nos permitan anticipar los cambios y construir un futuro en el que seamos ganadores.
La mala noticia es que por definición, todas las predicciones son erróneas. Cualquier especialista en la predicción de la demanda podrá decirte que el futuro es incierto y misterioso. Sin embargo, el futuro está delimitado por tendencias que nos pueden ayudar a predecir algunas partes del comportamiento.
Foresight estratégico
La buena noticia es que la ciencia para predecir el futuro existe y se estudia y reinventa constantemente. Se conoce como Foresight Estratégico. Afortunadamente, su aplicación es sencilla (si bien, no fácil).
Si queremos predecir algunas partes del futuro, sólo tenemos que hacer 3 cosas:
- Anticipar el cambio.
- Generar hipótesis del futuro.
- Activar estrategias y soluciones.
1. Anticipar el cambio
Anticipar el cambio significa esencialmente prestar atención. Estamos rodeados de señales que nos permiten identificar tendencias que se multiplicarán en el futuro. Ahora bien… ¿Qué es una señal?
Casi cualquier cosa puede ser una señal. Lo recomendable es buscar en las orillas de la civilización, para encontrar comportamientos que puedan volverse tendencia. Esto quiere decir que lo que sucede día con día en el mundo o en tu comunidad y dicho evento se repite días o meses después o tiene la posibilidad de convertirse en algo cotidiano, pasa a ser una tendencia a la que vale la pena prestar atención.
Un ejemplo claro es la legalización de la marihuana. ¿Cuántos años llevamos viendo señales que nos indican que es un futuro inevitable? ¿10? ¿15?. Por ejemplo, podemos pensar en que la inminente legalización de la marihuana es una señal que puede indicar la futura legalización de sustancias psicodélicas. Sin embargo es un ejemplo delicado, sobre todo en Latinoamérica, pero aquellos empresarios que vieron la oportunidad de emprendimiento en Norteamérica ahora administran empresas millonarias.
Otra clara señal de que algo está pasando con la sociedad, es la cada vez más grande polarización entre diferentes grupos sociales (diferencias de opiniones y orientaciones que llevan a inclinaciones más extremas).
Estamos rodeados de un sinfín de este tipo de señales. Lo primero que tenemos que hacer es poner atención. El siguiente paso que ayudará a predecir el futuro es el de generar hipótesis del futuro.
2. Generar hipótesis del futuro
Ahora bien, una vez que tenemos claridad en estas señales, nos toca darle significado y preguntarnos: ¿Cómo se puede manifestar esta señal en el futuro?
Retomando el ejemplo de la polarización de la legalización de sustancias psicotrópicas. ¿Cómo se puede manifestar esto en el futuro? Podemos pensar en el desarrollo de la cadena de suministro de hongos con estas propiedades, la necesidad de creación de procesos industriales para la fabricación de estas sustancias o incluso la reglamentación y regulación de las mismas.
3. Activar Estrategias y Soluciones
Una vez que tenemos clara esta visión hipotética de nuestro futuro, viene la parte más divertida…
Nos toca construirlo.
Si combinamos la actitud adecuada para innovar, con esperanza de la buena, observaciones adecuadas e insights poderosos, podemos construir el futuro que queramos.
Y tal vez eso es lo más esperanzador del futuro, aún no está escrito y nosotros tenemos la pluma. ¡A innovar!
