El virus Covid-19 ha provocado que los CFO de México se planteen implementar cambios en la automatización para asegurar la salud y productividad de sus empleados
El regreso al nuevo entorno laboral y los posibles cambios en el comportamiento del consumidor podrían redefinir la forma organizacional y las operaciones de las empresas. La crisis del Covid-19 ha dejado como aprendizaje que las compañías deben ser resilientes y ágiles para afrontar cualquier disrupción, según la tercera edición de la encuesta COVID-19 CFO Pulse Survey en México por PwC.
“La crisis provocada por el Covid-19 ha puesto en relieve la necesidad de contar con las tecnologías necesarias en función de los objetivos a lograr, así como formar y reentrenar al talento”, asegura Mauricio Hurtado de Mendoza, socio director de la consultora PwC.
La actual crisis podría mejorar la resiliencia y la agilidad de las empresas, tal y como aseguran el 81% de los CFO. Asimismo, 71% considera que flexibilizará las condiciones laborales, en aspectos como el horario o la localización geográfica de los trabajadores, al tiempo que creará nuevas formas de servir a los clientes (71%) y eficientarálas operaciones (71%).
“Por ello, es importante que, al regreso a los centros de trabajo, las compañías se enfoquen en desarrollar estas nuevas capacidades y así agilizar procesos, al tiempo que garantizan la seguridad y el bienestar del empleado”, añade. “Es muy probable que vuelvan a producirse crisis -de cualquier índole-, por ello, también es muy clave contar con los recursos humanos y tecnológicos necesarios para reducir el impacto y convertirnos en organizaciones más resilientes”, señala Hurtado.
Automatización y habilidades del futuro
Los CFO encuestados prevén que también deberán enfocarse en construir las habilidades del futuro (98%).
Una de las posibilidades es acelerar los planes de automatización de procesos, pues es una solución rápida para digitalizar a la compañía y entregar un valor significativo en términos económicos, fuerza laboral, mejoras de calidad y control, y una ejecución flexible.
¿En dónde aplicar esta automatización? Un ejemplo son las cadenas de suministro. “Cuando preguntamos a los líderes financieros sobre qué cambios planean realizar en sus cadenas de suministro como resultado del Covid-19, entre sus tres principales acciones más urgentes destacó, con 47%, la automatización para mejorar la velocidad y exactitud en la toma de decisiones”, señala el reporte de la consultora.
Asimismo, con la entrada en vigor del T-MEC y la prevalencia de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, así como una posible desaceleración de la economía global, las cadenas de suministro se están adaptando para ser resilientes y flexibles, señala PwC. Esto implica que las soluciones tecnológicas estén siendo más ágiles para responder ante disrupciones y tengan un rol relevante para satisfacer las demandas de transparencia.
“La automatización en el negocio representa una oportunidad para adaptarse a las nuevas necesidades del futuro; no solo permite fortalecer las operaciones y la fuerza laboral de la organización, sino que también ayuda a entregar valor en momentos en donde parece que la incertidumbre sobrepasa cualquier expectativa de crecimiento”, señala la encuesta realizada entre
Es recomendable que las compañías identifiquen los retos en materia de seguridad, riesgo y cumplimiento al adaptar la automatización de procesos en su organización. El CFO podría ser el estratega para establecer objetivos y beneficios que permitan una digitalización exitosa en la nueva normalidad.
Por otro lado, los CFO de nuestro país también consideran que, al regreso a los centros de trabajo, deberán implementar cambios enfocados, no solo a garantizar un entorno de trabajo seguro (98%), sino que también tendrán que disñar estrategias que permitan retener al talento crítico (100%) y gestionar temas relativos al bienestar y la moral de la fuerza laboral (100%), así como conocer cuáles son las perspectivas de los consumidores en materia de seguridad (100%).
Impactos financieros
Si bien las empresas se preparan para la vuelta a la rutina, el 76% de los encuestados todavía opina que el COVID-19 reducirá sus ingresos y beneficios, lo que supone una rebaja de once puntos porcentuales frente a lo declarado a finales del pasado mes de abril. Para la mayoría de estos (55%), la disminución podría ser de hasta el 24.9% del monto total. Por otro lado, solo 3% considera que estos podrían aumentar, lo cual indica un mayor conocimiento de la situación, puesto que en el corte anterior esta operación fue descartada en su totalidad.
Forbes.
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