BURNOUT. El llamado síndrome de Burnout es un padecimiento causado por el estrés constante al que muchos nos vemos sometidos durante el año.
Esto provocará que nuestro ritmo laboral se afecte y en lugar de cumplir con todos nuestros objetivos, sólo lograremos revolverlos en una abrumadora nube de estrés. Para que no seas una víctima más del desgaste tienes que aprender a organizar tus labores y obligaciones laborales mientras los equilibras con tu vida personal. Éstos son algunos consejos que te ayudarán a organizarte y disminuir el estrés:
1. Haz un inventario en el que puedas escribir todas tus actividades y labores, para que dividas tu tiempo. Poco a poco verás cómo aprovechas mejor cada minuto.
2. Reflexiona sobre tus problemas y en lugar de acrecentarlos, busca la manera de solucionarlos. Quizá al principio no sea tan fácil, pero luego notarás cómo disminuyen.
3. Es muy importante aprender a decir “No” para evitar excesos de compromisos u obligaciones innecesarias que a largo plazo sólo te generan estrés y cansancio excesivo.
4. Si tienes la posibilidad de delegar, hazlo tanto como sea posible. Ésta es una manera de quitarte algunas obligaciones y darte un respiro.
5. Cuando finalices cada gran proyecto, celébralo dándote un merecido descanso. Estas situaciones de estrés dejan tu cuerpo y mente muy debilitados, por lo que el cuerpo necesita reponerse para volver a funcionar correctamente.
6. Comparte más tiempo con tu familia y tus amigos que no forman parte de tu círculo de trabajo, esto es realmente bueno para renovarte y mantener la mente despejada.
7. No lleves el trabajo a casa, debido a que eso no te permite distraerte ni relajarte.
8. Concéntrate en el esfuerzo, no en los resultados, porque no siempre tu gestión será exitosa, pero lo más importante es lo mucho que trabajaste para lograrlo.
9. Si notas que tu estrés está fuera de control, considera formar parte de un grupo de apoyo y recibir ayuda profesional. Es una buena manera de desahogarse y conversar sobre lo que te está pasando.
Medita en cada uno de ellos, tratando de aplicarlos uno a la vez. Lograrás así una mejoría notable en tus labores y demás actividades que compongan tu rutina.
Síndrome de Fatiga Crónica y Síndrome de “Burnout”
El síndrome de fatiga crónica se caracteriza principalmente por cansancio intenso y continuo que no mejora con el descanso y su duración es de al menos 6 meses.
BURNOUT. Es posible que se presenten otros síntomas como dolor muscular, confusión, falta de memoria, fiebre leve (38.3°C), irritabilidad, falta de concentración y/o insomnio.
Se desconocen las causas de este padecimiento y se ha observado que se presenta con mayor frecuencia en mujeres de 30 a 50 años.
No existe cura para este síndrome y el tratamiento está enfocado en mejorar los síntomas por lo que las técnicas de relajación, una alimentación saludable y la administración de ciertos medicamentos pueden ayudar.
El síndrome de “Burnout” se refiere únicamente al agotamiento derivado del desempeño laboral y se relaciona más con el ámbito emocional; lo anterior ocurre como consecuencia de tener que realizar mucho trabajo en poco tiempo o bien, tener que realizar tareas que pueden generar angustia y sensaciones de culpa por no realizarlas correctamente.
Este síndrome se caracteriza por ineficiencia laboral, fatiga e indiferencia; se ha observado con mayor frecuencia en personas entre los 30 y 40 años.
El tratamiento para este síndrome consiste en disminuir la carga laboral, realizar actividades de esparcimiento con familiares y amigos, además de realizar actividad física.
Fuentes:
http://www.cdc.gov/cfs/es/general/index.html
¿Cómo escapar del Burnout?
El agotamiento laboral es un tipo de estrés vinculado con el trabajo. Incluye un desgaste físico o emocional. También puede abarcar el sentirse inútil, impotente y vacío.
El agotamiento no es un diagnóstico médico. Algunos expertos piensan que detrás del agotamiento, hay otros trastornos, como la depresión. El agotamiento puede aumentar el riesgo de depresión. Pero depresión y agotamiento no son lo mismo y requieren tratamientos diferentes.
Ciertos rasgos de la personalidad pueden influir en el riesgo de agotamiento. Otros factores, como experiencias laborales previas, también pueden influir. Eso explica por qué si dos personas tienen los mismos problemas en el trabajo, una podría tener agotamiento laboral y la otra, no.
Cualquiera que sea la causa, el agotamiento laboral puede afectar la salud física y mental. A continuación, encontrarás consejos sobre cómo saber si tienes agotamiento laboral y qué puedes hacer al respecto.
Síntomas de agotamiento laboral
Para saber si tienes agotamiento laboral, responde las siguientes preguntas:
- ¿Cuestionas la importancia de tu trabajo?
- ¿Te arrastras al trabajo y tienes problemas para empezar?
- ¿Te sientes aislado de tu trabajo y de tus compañeros de trabajo?
- ¿Has perdido la paciencia con tus compañeros de trabajo o con los clientes?
- ¿Te falta energía para hacer tu trabajo de forma correcta?
- ¿Te cuesta concentrarte en el trabajo?
- ¿Sientes poca satisfacción por lo que haces?
- ¿Te sientes decepcionado con tu trabajo?
- ¿Dudas de tus habilidades y capacidades?
- ¿Recurres a la comida, las drogas o el alcohol para sentirte mejor o adormecer tus sentimientos?
- ¿Han cambiado tus hábitos de sueño?
- ¿Tienes dolores de cabeza, problemas estomacales o intestinales, u otros problemas físicos sin causa aparente?
Si respondiste afirmativamente a cualquiera de estas preguntas, es posible que tengas agotamiento laboral. Piensa en hablar con un profesional de atención médica o un profesional de la salud mental. Estos síntomas también pueden vincularse con otras enfermedades, como la depresión.
Posibles causas del agotamiento laboral
Existen diferentes causas que generan agotamiento laboral. Entre estas están las siguientes:
- Falta de control. No tener derecho a opinar en el trabajo sobre tus horarios, tus tareas o tu carga de trabajo puede derivar en agotamiento laboral. No tener lo que necesitas para hacer el trabajo también puede causar agotamiento.
- Falta de claridad sobre lo que se espera de ti. Si no estás seguro de lo que tu jefe u otros esperan de ti, lo más probable es que sientas que no haces un buen trabajo.
- Conflictos con otros. Tal vez trabajas con el abusador de la oficina. O bien sientes que tus compañeros de trabajo están en tu contra. También puede suceder que tu jefe se entrometa demasiado en tu trabajo. Estos conflictos pueden causar estrés laboral.
- Hay mucho o poco por hacer. Tal vez tu trabajo es aburrido. O bien estás tan ocupado que no puedes cumplir con las exigencias. En estos casos, necesitas mucha energía para mantenerte concentrado. Esto puede derivar en fatiga y agotamiento laboral.
- Falta de apoyo. Si te sientes solo en el trabajo y en tu vida personal, es posible que sientas más estrés.
- Problemas con el equilibrio entre la vida y el trabajo.Problemas con el equilibrio entre la vida y el trabajo. Quizá tu trabajo consume tanto tiempo y energía que, luego, no te queda nada para tu familia y tus amigos. Esta falta de equilibrio puede llevarte al agotamiento laboral.
Factores de riesgo del desgaste profesional
Los siguientes factores pueden aumentar el agotamiento laboral:
- Tener una carga de trabajo muy fuerte y trabajar muchas horas.
- Luchar para encontrar un equilibrio entre tu vida y el trabajo.
- Trabajar en una profesión de servicio, como la atención médica, que significa dar mucho a otras personas.
- Sentir que tienes poco o ningún control sobre tu trabajo.
Consecuencias del agotamiento laboral
No tomar medidas para afrontar el agotamiento laboral puede empeorar los problemas. Como resultado, podría ocurrir lo siguiente:
- Te sientes vacío.
- No te sientes capaz de afrontar los problemas.
- No puedes dormir.
- Estás triste, enojado, irritable, o no te importa nada.
- Consumes más alcohol u otras sustancias adictivas.
- Desarrollas una enfermedad cardíaca, presión arterial alta o diabetes tipo 2.
- Tienes más probabilidad de enfermarte.
Cómo manejar el agotamiento laboral
El agotamiento suele abarcar otras cosas del lugar de trabajo que no puedes controlar. Sin embargo, existen formas de afrontar el estrés. Para empezar:
- Analiza tus opciones. Habla con tu jefe sobre tus preocupaciones. Tal vez puedan trabajar juntos para implementar cambios o resolver los problemas. Establece objetivos realistas sobre lo que se debe hacer. Define qué puede esperar. Si lo más probable es que la situación laboral no cambie, podrías buscar un trabajo más adecuado para ti.
- Busca apoyo. Pídeles apoyo a tus compañeros de trabajo, amigos o seres queridos. Hablar con otros podría ayudarte a afrontarlo. El sentido de pertenencia protege contra el agotamiento. Si tu trabajo ofrece un programa de ayuda para empleados, averigua qué servicios tiene disponibles.
- Prueba a hacer una actividad relajante. Busca actividades que puedan ayudarte con el estrés. Los ejemplos incluyen yoga, meditación o taichí. Algo tan simple como hacer respiraciones profundas algunas veces al día puede ayudar a aliviar la tensión.
- Haz algo de ejercicio. La actividad física periódica puede ayudarte a afrontar el estrés. También puede hacer que tu mente se desconecte del trabajo.
- Duerme un poco. El sueño restaura el bienestar y ayuda a proteger la salud.
- Practica la atención plena. La atención plena consiste en estar consciente de lo que pasa dentro de ti y alrededor tuyo, sin juzgar ni reaccionar. Esta práctica puede ayudarte a afrontar lo que sucede en tu trabajo.
Mantén la mente abierta al considerar las opciones. Pide ayuda. Existen formas de superar el agotamiento y proteger tu salud.