Muchas personas han conocido en algún momento de su vida el trauma de la marcha de su compañero
Cuando la persona que se siente abandonada interpreta la ruptura como una
muestra de rechazo brusco y cruel por parte del miembro de la pareja que ha
decidido dejarle, puede vivir esta situación con intenso dolor. Las personas
rechazadas suelen pasar por un período de duelo, con numerosos síntomas
depresivos: falta de ilusión por los temas cotidianos, tristeza, melancolía,
insomnio, inapetencia, pensamientos negativos y recurrentes. Pueden sentir
que el mundo se les viene encima.