El planeta tierra tiene más de 7 mil millones de habitantes, de ellos sólo 2 mil millones pueden comprar productos, es decir, son consumidores potenciales. Los otros 5 mil millones no pueden hacerlo por su condición de pobreza.
Así las cosas, desde su aparición, el marketing siempre ha estado dirigido al primer grupo, el de los potenciales clientes de bienes y servicios. Sin duda alguna, el marketing ha sido fundamental en la creación de una clase media global y por naturaleza, aspiracional, lo cual, de crecer exponencialmente pondría en riesgo al planeta y sus recursos.
El reto principal del marketing contemporáneo a nivel global es vital: lograr un replanteamiento del modelo de consumo, transformándolo hacia un esquema colaborativo que comparta bienes y provea soluciones de acuerdo a las matrices de negocios.
¿Suena muy técnico? Para nada, un ejemplo claro puede el caso de la India. Dicho país ha comenzado a redirigir su industria hacia la creación de productos de consumo para la gente pobre pues representa un enorme mercado de perfil social que demanda productos en ramos como la salud y vivienda. Aquí la clave, es que las ganancias se encuentran en la dimensión cuantitativa del consumo masivo y no en la exclusividad del producto.
Así pues, resulta de fundamental importancia para el diseño de un marketing contemporáneo, la observación y asimilación de las tendencias mundiales de la economía, la tecnología y la propia sociedad, generadora de movimientos como el del consumo verde relacionado al reciclaje y la
reutilización de productos transformados que añaden valor a las acciones de corte ecológico, promueven y buscan la autenticidad orgánica en un mundo conectado por la masividad de las redes sociales y que han trascendido en muchas circunstancias a los medios de comunicación tradicionales por su temporalidad real y propagación.
Por otra parte, las compañías de liderazgo, que siguen el postulado de Philip Kohtler cuando menciona: “su empresa nada tiene que hacer en un lugar donde no sea la mejor” plantean estrategias hacia nuevos horizontes de negocios en áreas como las nuevas tecnologías enfocadas a la robótica, la inteligencia artificial,
la neurociencia, las tecnologías de la información, la nano y biotecnología, los medios de comunicación digitales y sociales, la ciencia de alimentos o la tecnología en la educación y entretenimiento, que generan de manera paralela alternativas de negocios y para el diseño del marketing.
En la elaboración de estrategias de mercadotecnia siempre será fundamental tener una macrovisión que nos brinde una amplia perspectiva del horizonte de competencia pero es de igual importancia tener la sensibilidad de la micro implementación que perfile un producto hacia la construcción de un nicho de mercado,
conocido como target que perciba precio, persona (one-to-one marketing), producto y calidad correctos a través de medios y momentos precisos en donde se inyecten más valores a menor costo.
No hay que perder de vista que el trabajo del marketing es crear, comunicar y enviar, en este sentido siempre debemos estar programados en un modo y actitud de permanente re planeación de estrategia e innovación en este nuestro mundo de constante cambio y democratización que requiere de adaptación sustentable, esto es, hacer la conexión gente-planeta-ganancias lo que se traduce en responsabilidad social.