Cada año, al planear su futuro, millones de egresados se enfrentan a decisiones sobre escoger entre tener más tiempo o más dinero.
Pese a la importancia de estas decisiones, asombrosamente, sabemos muy poco sobre la manera en que la gente explora sus opciones para tomar decisiones importantes de vida (como aceptar un nuevo empleo) que tienen que ver con ganar más dinero a cambio de tener menos tiempo, y viceversa. Así que nos propusimos estudiar la manera en que las prioridades de las personas influían en las decisiones respecto a su carrera profesional y en su felicidad después de graduarse.
Les preguntamos a más de mil estudiantes universitarios de la Universidad de Columbia Británica en Vancouver si por lo general daban más prioridad al tiempo o al dinero. También les pedimos que comentaran acerca de su felicidad al plantearles preguntas como “¿Qué tan satisfecho estás con tu vida en general?”.
Dos años después de su graduación, dimos seguimiento a esos mismos estudiantes y les pedimos que hablaran sobre su nivel de felicidad actual, la actividad principal en la que empleaban la mayor parte de su tiempo y la razón por la que realizaban esta actividad.
Lo que descubrimos es que los estudiantes que daban prioridad al tiempo eran más felices que los que daban prioridad al dinero. Incluso cuando consideramos lo felices que eran los estudiantes cuando empezaron su participación en nuestro estudio, los que valoraban el tiempo eran más felices y estaban más satisfechos con su vida y su carrera profesional uno o dos años después de graduarse.
Nuestros resultados ofrecen pruebas contundentes de que valorar el tiempo lleva a la gente por una trayectoria hacia la satisfacción en el trabajo y el bienestar.
Las decisiones acerca del tiempo y el dinero están presentes a lo largo de toda nuestra vida. En ocasiones no podemos elegir entre ellos: tal vez, por diversas razones, nos veamos obligados a aceptar un empleo mejor pagado y sacrificar parte del tiempo para socializar.
La sociedad tiene que trabajar más para hacernos sentir que tenemos la opción de priorizar el tiempo sobre el dinero. Sin embargo, cuando sí podemos elegir a qué recurso darle prioridad, los datos son inequívocos: es probable que valorar el tiempo nos aporte mayor alegría.
*Autora: Ashley Whillans es profesora adjunta en la Escuela de Negocios de Harvard
Con información de Dinero en Imagen.