Todos en algún momento nos hemos topado con una persona tóxica, en el trabajo, en la universidad, algún vecino o incluso algún familiar. Las personas tóxicas, lo queramos o no, estarán allí y no estamos inmunes a ella. Pero más allá de esa persona, en este artículo te quiero invitarte a reflexionar sobre tu cuota de responsabilidad, ¿cómo reaccionas frente a a ese compañero tóxico en la oficina? ¿has pensado que tú también puedes ser alguien tóxico?
Aquí te dejo algunos consejos que te ayudarán a responder de forma más adecuada a ese compañero tóxico (e incluso alejarte de convertirte en uno):
1.- Analiza tus conversaciones diarias
Sí, hay personas más complicadas de tratar que otras, pero recuerda que en todas tu relaciones el único denominador común eres tú, así que primero analiza cómo estás respondiendo a situaciones incómodas:
- ¿Quién provocó la discusión?
- ¿Cuál era el objetivo de iniciar esa conversación?
- ¿Cómo te sentiste antes, durante y después?
- ¿Con quién te suele pasar?
- ¿Qué puedes hacer para mejorar el clima de una próxima conversación?
2.- Reconoce cómo está tu atmósfera interior
Si vas a tener una conversación difícil con alguien, asegúrate de estar calmado. Muchas veces, cuando ya la relación con alguien está erosionada, lo mejor es que tomes precauciones. Revisa cómo está tu atmósfera interior, a veces las pequeñas dificultades del día se vuelven mucho más grandes cuando estamos ansiosos, estresados o aún cansados. Si sabes que ya alguien es difícil, evita hablar con esa persona justo cuando llegaste tarde al trabajo, se te quemó el pan del desayuno o derramaste el café, porque será un caos y perderás tus papeles.
3. Responde de forma adecuada a la crítica
Hay críticas que son constructivas y que definitivamente son necesarias. Debemos aprender a escucharlas y reflexionar en ellas, pero qué hacemos con las mal intencionadas, que solo buscan dañar y bajar los ánimos, puedes responderlas asertivamente de esta forma:
Interrogación negativa
Consiste en pedir que te aclaren la crítica. Por ejemplo, si alguien te critica el vestuario de forma despectiva con un comentario como “vaya ropa traes hoy”, puedes responder: ¿qué es lo que no te gusta de mi ropa? Si te muestras ofendido o afligido habrá logrado su objetivo: atacarte; si te quedas callado sin replicar, te mostrarás sumiso y eso es muy atractivo para alguien que se satisface de agredir, y si le respondes con una ironía o lo atacas de vuelta, de momento, te sentirás mejor pero al final del día mostrarás debilidad, lo mejor es hacerle pensar y demostrar que su crítica no tiene argumento o es solo su limitada percepción.
Aserción negativa
Esta técnica consiste en reconocer la verdad en medio de la mala forma, esto aplica cuando sabemos que hay cierta verdad en lo que se dice, pero no estamos de acuerdo en cómo se dijo. En este caso lo mejor es reconocer la falla sin ponernos a la defensiva. Por ejemplo: “No sabes nada de béisbol”, podrías responder algo como “es cierto, no domino mucho el tema”. Si respondes a la defensiva como “yo no sé de béisbol, pero tú no sabes nada de fútbol y yo sí”, seguramente todo se convertirá en una guerra de comentarios y saldrás muy ofendido y él otro lo notará”.
Banco de niebla
Esta estrategia es ideal para críticas mal intencionadas. Consiste en reconocer la posibilidad de que el otro podría tener algo de razón y recibes su opinión como alguien que simplemente tiene otra forma de pensar. Por ejemplo, a un comentario como “¡Está horrible ese diseño que hiciste!”, responder “¿Sí? La verdad a mí me encantó”. Aceptar con naturalidad la posibilidad de que a otro no le guste algo de nosotros, demuestra que tenemos un pensamiento flexible y seguridad en nosotros mismos.
Recuerda: no puedes evitar toparte con personas tóxicas, lo que sí puedes es controlar cómo reaccionas a ellas. Evita caer en su juego y no dejes que te arrastren a su nivel. Aplica estos consejos y mantén a raya a ese compañero tóxico.
Tu amigo y mentor,
Jürgen Klarić.
(Artículo publicado originalmente en su blog)