Frente a la fuerte destrucción de empleo que se está llevando por delante tantas empresas, hay algunas que todavía resisten y que están evolucionando con creatividad para no desaparecer
“O te adaptas o no sobrevives, siempre ha sido así”, explica Juan Carlos Guzmán. Él es uno de tantos pequeños emprendedores que se han visto afectados por la pandemia. El año pasado quebró la empresa donde llevaba trabajando prácticamente toda su vida, se vio en la calle con 55 años y sin saber muy bien qué hacer. Pidió un crédito que aún está pagando y para junio de 2019 ya tenían funcionando su pequeño taller de manipulación de plásticos,en un polígono industrial de Murcia. Cuenta que les daba para vivir, pero que con la llegada de la pandemia tuvieron que echarle imaginación para no perder lo invertido.
“Vimos que las farmacias, gasolineras y estancos necesitaban mamparas protectoras, por lo que decidimos reorientar nuestra línea de producción. Ahora vienen los restaurantes, las peluquerías y demás negocios que irán abriéndose al público. Nos vamos un poco adaptando a la demanda del comercio, el problema es que ahora mismo hay tantísima competencia que o lo vendes muy barato o no lo vendes”.
Historias de creatividad en empresas
Guzmán espera que cuando vuelva “la normalidad” puedan recuperar su anterior actividad. Por otra parte piensa que las ayudas del Gobierno no son eficientes. “Mi asesor me ha dicho que nos han dado de plazo hasta el 20 de agosto para aplazar los impuestos del primer trimestre, pero no me interesa, porque se me va a juntar con el segundo trimestre y si me cuesta ahora pagar imagínate cuando sea el doble“, dice.
Por el momento el futuro de Guzmán y sus hijos está garantizado gracias a su adaptación, pero hay un gran número de empresas que tristemente han tenido que echar el cierre en plena pandemia. En el mes de marzo se perdieron 122.000 empresas en este país, casi el 8,2% del total de compañías activas en España. Además el Fondo Monetario Internacional, ya han alertado de que España se dirige hacia una crisis socioeconómica que provocará una caída en la creación de negocios, mayor desigualdad, una pérdida del PIB del 8% y una subida del paro hasta el 20,8%.
Frente a la fuerte destrucción de empleo que se está llevando por delante tantas empresas, hay algunas que todavía resisten y que están evolucionando para sobrevivir. Catalina Martínez es la fundadora de ‘MiaPía’. El nombre de su marca es un homenaje a su bisabuela que fue quien la enseñó a coser. Gracias a eso pudo montar su propio negocio de confección y diseño de elementos sanitarios.
“Cuando empezó la pandemia, me puse a practicar cómo hacer las mascarillas con los sobrantes de tela que tenía, son 100% algodón y lavándolas a 60º se garantiza la desinfección”. Catalina explica que estas mascarillas no están destinadas para el uso sanitario, porque es el personal que más expuesto está al virus, pero “hay muchas personas que utilizan nuestras mascarillas y las combinan con las quirúrgicas, evitando así el contagio y eso me está permitiendo mantenerme”, explica la joven emprendedora.
“Empecé donando mascarilla al servicio oncológico y personal público. Pero ahora para ganar algo de ingresos confecciono yo este complemento”
“Empecé donando mascarilla al servicio oncológico y a empleados públicos. Pero ahora para ganar algo de ingresos confecciono yo este complemento”. Esta joven emprendedora admite que ha tenido más suerte que otros empresarios y que su empresa, por suerte al ser un sector necesario en estos momentos, “está creciendo”. “Ya sea por los clientes fieles con los que contamos o por la venta online, que hemos tenido que mejorar, está siendo reconocida por mucha gente”.
Cuenta que además ha participado en proyectos municipales como el de Barcelona Activa, para quien ha confeccionado mascarillas “que les mandará este mismo jueves”. El Ayuntamiento de Barcelona también ha contado con esta marca para proveer de estos complementos a los sanitarios. “MiaPía no para”, reconoce Catalina.
Óscar Suárez un emprendedor asturiano reflexiona que el confinamiento ha servido para que la gente sea consciente de que pasa el 90% del tiempo en espacios cerrados y que muchos de estos lugares no son sanos, porque los materials de construcción llevan un montón de componentes petrolíferos que contaminan el aire interior.
Sin esperárselo, en abril empezaron a recibir pedidos de personas que, con el confinamiento, se habían puesto a hacer reformas en casa
Él junto a dos compañeros más Beatriz Prieto y Rubén Margolles montaron la que es la única tienda de productos de biocontrucción que hay en Asturias. “Empezamos hace dos años. Al comenzar no hubo buenas cifras, puesto que el producto es muy específico y sobre todo lo suelen comprar personas enfermas, con alergias y problemas respiratorios. Son materiales que no están hechas con petróleo y son más caras y eso hace que sea difícil de vender”.
El primer mes de confinamiento recuerda que fue horrible porque se paralizó todo, pero sin esperárselo al mes siguiente empezaron a recibir pedidos de todas las personas que se habían puesto a hacer reformas en casa. Creen que esta crisis ha sido una oportunidad para que la gente sea consciente de la importancia de utilizar biomateriales y por eso han decidido modificar proceso de venta, abriéndose a más público con el desarrollo de su web y además potenciando su asesoramiento y canales de compra telemáticos. “Con estos cambios que hemos hecho hemos conseguido mantenernos, aunque hay días que se ve más complicado, pero ahí seguimos, trabajando en lo que creemos”
Alicia es relativamente nueva en esto del emprendimiento y el Covid ha puesto trabas en un camino que ya de inicio no es fácil. “Soy ceramista y me dedico a la artesanía, esto del virus nos cogió a todos de improvisto y no estábamos preparados para lo que nos esperaba”.
Su tienda ‘online’ es la única vía para ganar dinero “por lo menos para amenizar el golpe”
Esta autónoma asturiana se dedica a la cerámica desde hace más de 5 años y su marca, ‘Caricoxes’ tiene justo un año. “Los productos que yo creo son artículos que se venden mejor en ferias o mercadillos, los tienes que palpar y ver físicamente, por eso ahora es más difícil”. Aunque esta situación le ha obligado a reinventarse y “cambiar la manera de vender”. Así que se aventuró a crear su propia web y “mirar hacia toda la península”.
Su tienda ‘online’ es la única vía para ganar dinero “por lo menos para amenizar el golpe”. Aunque explica que de inicio, al estar haciendo ella todo, “la venta online está muy verde”, pero asegura “que la artesanía tiene salida en internet” y que es la única forma que existe hoy por hoy para salir adelante.
Además, esta artesana de 43 años reivindica la labor casi olvidada de los artesanos: “Somos parte de la cultura que se está olvidando”. Esta crisis ha golpeado a muchos sectores, pero dice que la artesanía se le suma ahora este virus, cuando ya pesaban sobre él otros males: “Es un oficio casi extinto, hay que valorar que somos parte de la cultura”. Ahora toca reinventarse, como está haciendo Alicia para evitar que el coronavirus acabe con ciertos oficios.
“Un mal año en materia de emprendimiento”
Las personas emprendedoras del turismo, hostelería y el pequeño comercio están siendo las más perjudicados por la Covid-19, en el plano económico. “El sector servicios, que se encuentra muy feminizado, está más afectado y, en los próximos meses, seguramente, la situación se agrave porque la recuperación será lenta, se vivirán escenarios de incertidumbre y necesitarán adaptarse al cambio de comportamiento del consumidor para sobrevivir”, explica la experta en emprendimiento Ana Alarcón responsable de los itinerarios de emprendimiento en Acción contra el Hambre.
Los datos del mes de marzo que ha facilitado Iberoinform muestran que ha aumentado el cierre de empresas en un 2,3%, muy por encima del 0,4% al que lo hizo en los dos primeros meses del año. “Son cifras que, unido a los de la creación de empresas, hacen presagiar un mal año en materia de emprendimiento y de consolidación de nuevas sociedades”, expone Alarcón.
El confidencial.