La deforestación es un problema recurrente en prácticamente todo el mundo. Recuperar el daño hecho en los últimos años como consecuencia de las grandes industrias y de la tierras depredadas para la agricultura y la ganadería es una tarea difícil. Pero Tailandia cree haber encontrado la mejor solución, rápida, simple y efectiva
Hace poco más de un mes, el país ha utilizado aviones militares para bombardear el bosque, pero no con fuego destructivo sino con bombas de semillas, las mismas fueron hechas con especies nativas con el fin de recuperar las zonas degradadas.
El gobierno tailandés piensa ejecutar proyecto piloto para los próximos cinco años en los que serán evaluados y monitoreados los resultados de la reforestación desde el aire. Sin embargo, la expectativa es que los beneficios ya sean visibles para finales del 2019.
La primera misión se llevó a cabo en la región boscosa de Phitsanulok, los aviones volaron sobre una superficie de más de 800 hectáreas, lanzando las bombas de semillas. La técnica utilizada es sembrar semillas ya preparadas y con grandes condiciones para llegar a transformarse en un árbol.
El concepto de «bombas de semillas» fue creado por un japonés llamado Fukuoka, autor de un método de agricultura natural. Con el tiempo la técnica se ha desarrollado y perfeccionado con las estrategia de los aviones se puede lograr plantar aproximadamente 900 mil árboles en un día.
Las bombas incluyen semillas de árboles locales, envueltas en una mezcla de tierra, arcilla y compost, para facilitar la germinación.
Los tailandeses esperan que con esta iniciativa se logre recuperar los bosques degradas y vuelvan a reverdecer como antaño.