El 2020 ha sido un año retador en muchos sentidos, pero una oportunidad para superar el miedo para las mujeres emprendedoras y empresarias.
- Escuchar.
- Evolucionar.
- Preparar.
El 2020 ha sido un año retador en muchos sentidos, pero lleno de oportunidades para las mujeres emprendedoras y empresarias. En Victoria147 miramos al emprendimiento como una puerta que se abre para encarar la realidad del ahora o nunca y empezar a creer en los sueños.
Ante ello, recopilamos tres historias de integrantes de Red Victoria, para inspirarnos sobre lecciones valiosas de cómo configurar el momento para atrevernos a emprender y convertir el miedo en la emoción perfecta para hacerlo.
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ESCUCHAR, el instante de la retroalimentación
Los cambios tan rápidos e imprevistos como el que llegó con la crisis causada por COVID-19 puso a muchos emprendedores en jaque, ya que tuvieron que cerrar su negocio o padecieron una tremenda falta de demanda que los llevó rápidamente a números rojos; sin duda alguna, el mayor de los temores de todo aquel que invierte sus recursos en emprender. Una manera de salir avante es adaptándose.
Folklórika es una empresa que se apasiona por los textiles y la gastronomía. Desde hace más de siete años vende uniformes personalizados para el área de hospitalidad. Cuando el mundo de los eventos y la gastronomía se vio obligado a replegarse, en consecuencia, también lo hizo su demanda por insumos. ¿Qué hizo esta empresa liderada por Bianca Bejos? Ocupó sus recursos y vio ante el problema una oportunidad.
De la mano de profesionales comenzaron a elaborar cubrebocas con todas las especificaciones que se requieren para una mayor protección, escucharon la retroalimentación de los clientes y trabajaron en una segunda edición para perfeccionar varios detalles y cuidar de la salud de la mejor manera. Así que, presentaron un cubrebocas 2.0, elaborado a partir de telas transpirables y frescas, anatómicos y disponible en más de 3 colores. Además, están fabricados con triple protección y filtro termo sellado que cuando se desgasta lo puedes cambiar por uno de cafetera o aspiradora.
Al día de hoy han vendido cerca de cien mil unidades y contando, mientras se mantiene en el camino al perfeccionamiento de sus procesos y avales que les permitan certificar el uso de estos accesorios que iniciaron como un acto de solidaridad al fabricar 500 unidades para personal médico del Hospital de la Mujer.
Imagen: Depositphotos.com
EVOLUCIONAR, el paso para ir más allá
Aún para aquellos que ya tenían un buen tramo del camino del emprendimiento recorrido, el embate de la crisis los puso ante obstáculos como clientes fijos que tuvieron que irse, proyectos que se cancelaron y toda una serie de cambios repentinos e inesperados que los obligaron a evolucionar. ¿Cómo llevar sus productos o servicios a las personas que ahora consumen más por internet? La sensación de cercanía y las interconexiones fueron la clave para muchos.
Cecilia Bernal y Sánchez, fundadora de Mercarte, la primera agencia de Branding Art y Gestión Cultural creada en 2015, encontró una manera de sortear el muro de la recesión y descubrió una nueva unidad de negocio que ahora se ha convertido en una arista importante en su futuro: los cursos en línea.
Aunque todo en Mercarte tiene que ver con arte, los usuarios finales no estaban en su target principal, más bien se habían enfocado en desarrollar proyectos para marcas; sin embargo, de manera prácticamente experimental, comenzaron a impartir cursos con historiadores vía ZOOM, destinados a aquellos que buscaban un espacio de aprendizaje y esparcimiento en medio del confinamiento. Hoy por hoy, en voz de su fundadora, este es otro de los futuros posibles para Mercarte y para lograrlo necesitaron cerrar filas, unir esfuerzos, poner manos a la obra y convertir en gasolina al miedo, al arrojar el cerrillo correcto.
PREPARAR, el tiempo para crear
Las historias de éxito de aquellas mujeres emprendedoras o empresarias que intentan una y otra vez, sin detenerse ante los retos, son más que inspiradoras. Sobre todo, aquellas que empiezan con poco, pero que con esfuerzo consiguen triunfar, se convierten en alicientes para todas las personas que buscan inspiración.
Hace dos años Hilda Haghenbeck tuvo una idea mientras aún cursaba la universidad. Empezó por ofrecer tratamientos cosméticos, desde bronceado a domicilio, realización de uñas y cortes de pelo, hasta que eventualmente se aventuró a montar un salón de belleza: Studio9 Beauty Bar. Justo cuando todo parecía agarrar rumbo, el gobierno estatal dictó el cierre a establecimientos no esenciales.
Para esta mujer emprendedora, significó el arranque hacia un camino, donde la preparación es la protagonista. Después de postergarlo por varios meses, Hilda asegura que finalmente dejó de ver su propia capacitación en negocios – como manejo de presupuestos, recursos humanos y estrategias de comunicación – como un gasto para transformarlo como una inversión; y adquirir conocimientos capitalizables en su negocio.
Un par de meses después y aún ante el nuevo aviso de cierre de actividades hasta enero del 2021, Hilda ya ha desarrollado una estrategia de venta de productos de cuidado personal vía Instagram, que le permite mantener sus gastos corrientes, nóminas, reinversión e inclusive ahorro; además de que está trabajando en un plan de negocios que permita ser competitiva con otros canales de venta en grandes tiendas de productos de belleza.
Entrepreneur.