Pocas cosas son tan importantes para el desarrollo personal y autoconocimiento como aprender a valorar nuestras raíces.
Este aprendizaje puede servir, también, como estrategia en la solución de problemas. Cada uno de nosotros recorre distintos caminos a lo largo de la vida.
Ahora bien, el origen de todos ellos está en nuestras raíces, las cuales determinan en parte la dirección de nuestros senderos y los objetivos que nos marcamos. A medida que pasa el tiempo, valorar nuestras raíces puede ser de gran ayuda, ya que facilitará el proceso de autoconocimiento y favorecerá nuestro crecimiento personal.
¿Qué significa valorar nuestras raíces? Se trata de indagar en el lugar y las personas junto a las que hemos crecido y nos han educado, incluso profundizar en los valores y principios claves de nuestra cultura.
Al dar valor a nuestra cultura, aceptamos y reconocemos una parte integral y significativa de nosotros mismos; ya que pertenecer a una cultura determinada, nos aporta:
• Creencias.
• Valores
• Conductas y maneras de comportarse.
Poco a poco, estos aspectos van configurándose en nuestro interior y determinan parte de nuestra forma de ser, a medida que crecemos y evolucionamos.
El hecho de que valoremos de dónde venimos puede hacer que tomemos consciencia de la importancia que tiene nuestro contexto de origen.
El hecho de estar abiertos a la valoración de nuestro origen, no quiere decir que tengamos que estar de acuerdo con todo lo que ello conlleva. No olvidemos que cada persona ve la vida de forma diferente y que a medida que crecemos, aprendemos a elegir qué nos aporta y qué no.
Si queremos acercarnos a nuestras raíces para saber qué dicen de nosotros y cómo nos influyen, podemos comenzar por centrarnos en los valores y principios indispensables en nuestras familia y cultura. De todo ello, extraeremos grandes aprendizajes, para bien o para mal, que quizás nos ayuden a tomar decisiones.
Suele pasar que cuando nos encontramos en momentos complicados es cuando tenemos mayor facilidad para recordar aquello que nuestras raíces nos enseñaron. De alguna forma, las dificultades remueven nuestro universo emocional y este, a menudo, nos lleva a esas situaciones del pasado en las que nos sentíamos recogidos o a aquellas otras en las que nos sucedió algo similar y supimos cómo solucionarlo.
Las enseñanzas que provienen de nuestras raíces nos pueden ayudar a saber hacia dónde ir en diversos momentos de nuestras vidas. También colaboran para que decidamos cómo queremos llegar a cada destino.
Valorar nuestras raíces es un camino en el que seguramente podamos descubrir mucho sobre nosotros. A fin de cuentas, indagar sobre nuestras raíces también es embarcarse en una búsqueda personal. Es decir: nuestros orígenes forman parte de nosotros; conocerlos, es acercarnos a quienes somos al día de hoy.
Si eres una persona que rechaza sus orígenes o simplemente no te gusta recordarlo acude a terapia psicológica ya que al rechazar tu pasado te estas rechazando a ti mismo/a y te estarás limitando a encontrar una nueva parte de ti.