Para que no se nos presente cíclicamente esta situación y cada enero estemos padeciéndola, te damos algunas medidas que podríamos implementar.
Por José Luis Rodríguez Hernández, vicepresidente Comisión Finanzas y Sistema Financiero sede Sur CCPM
¿Qué es la “cuesta de enero”?
Se trata del nombre que recibe el conjunto de alzas de precios, tarifas y tasas que suceden al inicio de cada año, y que afectan la capacidad adquisitiva de la sociedad en general. Por lo regular se trata de aumentos de precios en los productos y/o servicios fijados o regulados por el gobierno como el transporte público, los peajes, la electricidad, el gas, los impuestos y derechos (como predial, agua, tenencia).
Pero algo muy importante, es que la reducción de la capacidad adquisitiva de las familias no es su único componente, pues se complementa justamente con el efecto del exceso en los tradicionales desembolsos en el consumo de las fiestas decembrinas.
En este contexto, y una vez que la cuesta de enero ya nos alcanzó, debemos enfrentarla siguiendo estos seis pasos:
1. No caer en pánico
2. Elaborar un plan de austeridad, definiendo los gastos básicos e indispensables
3. Integrar a la familia en los planes de ahorro
4. Realizar un diagnóstico de deuda para identificar las de mayor costo y buscar reemplazarlas por otras más baratas o que sean las primeras en liquidarse.
5. Procurar en lo posible no continuar endeudándonos
6. Si se detecta que la principal causa que la está originando es derivada de la adquisición de un bien (auto, moto, etc.), evaluar la posibilidad de venderlo para subsanar nuestras finanzas.
Para que no se nos presente cíclicamente esta situación y cada enero estemos padeciéndola, algunas medidas que podríamos implementar podrían ser:
- Elaborar un presupuesto que nos permita estimar nuestros ingresos y gastos por semana, para determinar si estamos generando un excedente en nuestras finanzas o si por el contrario estamos en números rojos porque gastamos más de lo que ganamos.
- Anotar religiosamente todos los gastos que realizamos al día, por mínimos que estos sean, nos sorprenderemos al descubrir en que se nos va nuestro dinero.
- Cultivar la cultura de comparar precios de bienes y servicios.
- Planear en que se utilizarán recursos excedentes que lleguemos a recibir por una fuente distinta a nuestro empleo habitual, por el aguinaldo o por un bono.
- Ser disciplinados en nuestras finanzas.
- Establecer como regla ahorrar el 10% de nuestros ingresos.
- Que nuestra meta sea invertir inteligentemente el margen de ahorro que generemos.
Podemos concluir que el primer paso para evitar caer en la tan temida cuesta de enero es la de hacernos consientes de nuestros actos financieros durante todo el año, midiendo lo más razonadamente posible sus efectos e implicaciones; aprendiendo a utilizar inteligentemente el crédito beneficiándonos de él; analizando cada oferta o promoción para aprovechar las que efectivamente lo sean, y, evitar caer en tentaciones y excesos que pueden poner en serio riesgo nuestra tranquilidad patrimonial y financiera.
Para la reflexión…
Con información de Entrepreneur.