En un año: dos periodos ordinarios de sesiones, cuatro periodos extraordinarios, más de 180 iniciativas presentadas, alrededor de 90 acuerdos y 91 decretos emitidos en 97 sesiones
XV Legislatura. Este cinco de septiembre se cumple un año del inicio de la XV Legislatura integrada por Diputados que forman parte del cambio en la historia del Congreso del Estado. Hace un año, justo antes de arrancar los trabajos formales, se especulaban nombres de algunos priístas que encabezarían la Gran Comisión como tradicionalmente había sucedido desde toda la historia legislativa de Quintana Roo, y con ello, como era costumbre, conformar la aplastante mayoría absoluta que mandaba sin reparo, sin contrapesos, sin rendir cuentas, vaya, que tomaba todas y cada una de las decisiones importantes.
Y sucedió lo que pocos hubieran imaginado: cuando despertamos, el dinosaurio ya no estaba. Gracias a un fino tejido de alianzas políticas, se desbancó la hegemonía que por años había mantenido el PRI.
Los nuevos legisladores, asumían una responsabilidad diferente pues desde su campaña, aseguraban transformación y cambio. Las expectativas fueron y son altas, muy altas pero, ¿qué ha sucedido este primer año de iniciada la XV Legislatura? Aquí una evaluación con el presidente de la Gran Comisión del Congreso del Estado, Eduardo Martínez Arcila, legislador por el PAN, respecto a lo realizado en este tiempo.
Desde un punto de vista crítico, ¿considera que han cumplido y en qué porcentaje las expectativas que despertaron como candidatos a diputados?
XV Legislatura. Hemos comenzado un proceso largo e importante para la historia de Quintana Roo en el que todos los que conformamos esta XV Legislatura tenemos un compromiso: demostrar que existe otra forma de gobierno en donde la rendición de cuentas, la transparencia y el acercamiento con los ciudadanos es real.
Nadie puede hacer una mejor evaluación del trabajo del Poder Legislativo que los ciudadanos, siempre y cuando cuenten con toda la información necesaria. En ocasiones se comete el error de pensar que el trabajo del Legislativo se puede medir con número o iniciativas, cuando, en realidad, se debe ponderar también la importancia de cada una de las leyes y reformas que se aprueban o se rechazan.
Nosotros comenzamos a contrarreloj. Era una carrera contra el tiempo pues era urgente hacer cambios que permitieran comenzar a desarticular un entramado legal con el que se buscaba encubrir, proteger y facilitar el escape de quienes abusaron del poder el sexenio pasado.
Nuestra tarea primera era desmantelar el paquete de impunidad impulsado por el ex gobernador Roberto Borge y los diputados de la XIV Legislatura que le aprobaron todo. Fue así como arrancamos. Con esa premura y todavía, a un año, el tema sigue, los juicios políticos siguen, las investigaciones siguen y las auditorías también. Tienen que rendir cuentas ante la autoridad. No pueden quedar estos hechos y este saqueo de manera impune.
La segunda parte fue comenzar a construir el cambio. Modificamos la ley para quitarle los escoltas a los ex funcionarios de la administración pasada. También trabajamos de lleno en la conformación de un Congreso de puertas abiertas para todos. Es importante no olvidar que anteriormente, cruzar una de las puertas del Congreso, era casi imposible y, las de la entrada al pleno, peor aún: infranqueables.
XV Legislatura. Acabamos con las sesiones privadas, ahora todo se transmite en vivo por redes sociales, se invita a estudiantes y organizaciones a que visiten el Congreso y se modernizó el sistema de votación, audio y video del Congreso. También se cumplió con la plataforma de transparencia a nivel nacional. Ahora se pueden consultar contratos, proveedores, gastos, sueldos, dietas de legisladores, personal que labora, iniciativas, asistencia de legisladores, votaciones, dictámenes, etcétera. Así, la evaluación es de los propios ciudadanos en lo individual y organizados.
A un año de distancia y con lo hecho, ¿les alcanzarán los dos años restantes para lograr las metas que se plantearon? ¿Les faltará tiempo o avanzarán a marchas forzadas?
Basta echar un vistazo a lo que se ha hecho en un año: dos periodos ordinarios de sesiones, cuatro periodos extraordinarios, más de 180 iniciativas presentadas, alrededor de 90 acuerdos y 91 decretos emitidos en 97 sesiones, pero una de las cosas más importantes: la cercanía con los ciudadanos.
Cada decisión importante que hemos tomado, se basa en lo que los ciudadanos opinan. Un punto de referencia es la agenda legislativa con la que estamos trabajando, pues fue resultado de tres foros en los que, quien tuvo iniciativa, participó y presentó lo que a su juicio era importante atender. Esa es la columna vertebral del trabajo. También se hicieron foros para la construcción del Sistema Estatal Anticorrupción, para la Ley de Protección a Defensores de Derechos Humanos y Periodistas, para el tema de Movilidad en el estado y para el uso del agua.
XV Legislatura. Si de algo no pueden señalar al Congreso es de no haber escuchado a los ciudadanos. Creo que en un año hemos tenido importantes avances, pero nos falta mucho aún. No se puede borrar de un plumazo el entramado legal que se construyó por mas de 14 Legislaturas y que ahora nos toca modificar siempre con base en la transparencia y la rendición de cuentas.
Dos años son tiempo suficiente para sentar las bases y avanzar en grandes cambios, pero a la vez es insuficiente para ver los resultados que a todos nos gustaría.
Reformas tenemos muchas en lista aún, pero poco a poco vamos a avanzar. Quiero destacar la voluntad de todas y todos mis compañeros legisladores quienes ahora, a diferencia de anteriores legislaturas, pueden subir a tribuna, expresar sus ideas sin ser amenazados ni coartados y mucho menos censurados. Hoy tenemos esa anhelada libertad de expresión dentro y fuera del Congreso.
Soy un convencido de las libertades y acepto, con ello, la crítica simple, infundada o hasta calumniosa en lugar del silencio cómplice, condicionado o resultado de las amenazas de un gobierno intolerante como el que por décadas vivió nuestra entidad. Bienvenidas las críticas, pero mucho mejor si son constructivas. Hay quien se aprovecha de las circunstancias, pero aún así, las escuchamos y atendemos.
Señala que se han logrado cambios, ¿pero en realidad la ciudadanía cree que los perciba? ¿Considera que sí inciden en su vida o son cambios que no trascienden?
Todos los trabajos que hemos impulsado desde el inicio de esta Legislatura, avalados en su mayoría por las y los diputados, buscan servir a los ciudadanos: se reestructuró la deuda en el estado, lo que nos dio viabilidad financiera; se llamó a comparecer a ex funcionarios, hoy sujetos a proceso gracias a la información que nos dieron y a los datos que omitieron; se restituyeron en la ley la tipificación de delitos que se habían eliminado a conveniencia de anteriores funcionarios, un hecho verdaderamente absurdo.
Cuando llegamos nos hallamos con una serie de cambios, ajustes y reformas que se habían hecho a conveniencia, a espaldas de la gente, en lo oscurito para que funcionarios de la administración anterior se salieran con la suya.
XV Legislatura. A nosotros nos tocó revertir esos cambios como el regresar al Código Penal las sanciones que ya contemplaban los delitos de administración fraudulenta, tráfico de influencias, distracción de recursos públicos, aprovechamiento ilícito del poder, peculado e intimidación, que habían sido borrados. Una incoherencia. También se restableció la prevención de ese tipo de conductas ilícitas que dañan al patrimonio y al buen despacho del servicio público.
Modificamos la Ley de Seguridad Pública en lo relacionado con el uso de escoltas para ex servidores públicos, quienes se aprovecharon y se sirvieron con la cuchara grande para andar protegidos con autos y personal que les pagaba el gobierno. Un abuso total con cambios hechos por los anteriores diputados.
Otro cambio fueron las reformas para la designación de magistrados del Tribunal Superior de Justicia, los porcentajes presupuestales del Poder Legislativo, cuyo presupuesto se bajó en un 40% a lo que habían planeado los anteriores diputados.
Y muchas reformas más como las 10 iniciativas del Sistema Estatal Anticorrupción ya en vigor, la gestión para la baja de la tarifa de luz doméstica en 3 municipios: Cancún, Cozumel e Isla Mujeres; la designación del nuevo fiscal; los procedimientos para la renovación del responsable de la Auditoría Superior del Estado; desaparecimos el fuero para quitar inmunidad a los políticos; se avaló la reestructuración del gobierno; se creó la Ley de Protección de Datos Personales; se aprobó la creación de la Comisión de Arbitraje Médico; se reformó la ley para contar con una caducidad legislativa que acelere el análisis y aprobación de iniciativas; se instalaron las comisiones instructoras para atender casos de juicios políticos contra ex funcionarios de Borge, entre otros temas destacados.
¿Qué si hemos logrado resultados?, creo que sí, muchos que no deben ser subestimados y que tienen una razón de fondo y con valor de largo plazo.
Sin embargo hay quienes señalan al Congreso por las reformas que siguen pendientes…
XV Legislatura. Habrá que ver de parte de quién vienen esos señalamientos. Hace unas semanas, al abordar el tema anticorrupción la Coparmex Cancún, convocó a un foro y ahí se reconoció que el Congreso ha logrado cambios importantes: hoy escucha, atiende a los ciudadanos y trabaja de manera abierta y transparente.
También lo han reconocido los propios ciudadanos, un ejemplo claro fueron aquellos padres o madres de familia quienes denunciaban cobros indebidos por parte de CAPA por el servicio de agua. Se creó una comisión y se les ayudó a resolver sus problemas de manera justa. Ellos también reconocieron el trabajo del Poder Legislativo. Siempre habrá quien vea en los diputados una oportunidad para la crítica fácil o sin fundamento, aún así, bienvenida. Nosotros seguiremos trabajando y procuraremos dejar constancia siempre de las reformas que se hacen y de su importancia.
Ha sido un año de reformas en donde hemos querido sentar las bases de un nuevo sistema: justo y equilibrado; en donde hemos remado contracorriente ante las inercias y los vicios del pasado; en donde todas las representaciones partidistas y los diputados independientes hemos sumado esfuerzos para avanzar en estas reformas.
Siempre habrá diferencias, sin embargo, creo que en lo fundamental nos hemos mantenido trabajando en un solo sentido. Faltan dos años de esta Legislatura y aún tenemos mucho trabajo por delante, este es apenas el primer capítulo de tres.