Ningún telescopio había logrado observar en directo uno de estos misterios del cosmos y aún menos registrar una imagen
Los científicos responsables del Telescopio del Horizonte de Sucesos presentaron este miércoles (10.04.2019) la primera imagen de un agujero negro, uno de los grandes misterios del Universo.
La histórica fotografía, obtenida a partir de una red de ocho observatorios situados en distintos puntos del mundo, consiste en un anillo con una mitad más luminosa que la otra, que corresponde al agujero negro supermasivo ubicado en el centro de la galaxia M87, a 53,3 millones de años luz de la Tierra.
“Una distancia difícil de imaginar”, admite Frédéric Gueth, astrónomo y director adjunto del Instituto de Radioastronomía Milimétrica (IRAM) en Europa, participante en la investigación.
La imagen fue realizada gracias a una colaboración internacional llamada Telescopio del Horizonte de Sucesos (o Event Horizon Telescope en inglés), que reagrupa a casi una decena de radiotelescopios en el mundo, desde Europa hasta el Polo Sur, pasando por Chile y Hawái.
Combinando estos observatorios, como si fueran pequeños fragmentos de uno gigante mediante una técnica llamada interferometría, los astrónomos pudieron disponer de un observatorio virtual del tamaño de la Tierra, con el que se “podría leer desde Nueva York un periódico abierto en París”, según Gueth.
La imagen, ansiada durante muchos años y hasta ahora únicamente simulada en ordenador, es objeto de seis artículos publicados este miércoles en la revista científica Astrophysical Journal Letters, firmados por más de 200 autores de más de 60 organismos científicos. Fue presentada en seis ruedas de prensa simultáneas en el mundo en lugares como Bruselas y Santiago de Chile.
Si bien se habla de los agujeros negros desde el siglo XVIII, ningún telescopio había logrado observar en directo uno de estos misterios del cosmos y aún menos registrar una imagen.
Un agujero negro es un objeto celeste que posee una masa extremadamente importante en un volumen muy pequeño. Como si la Tierra estuviera contenida en un dedal. Son tan masivos que ni la materia ni la luz pueden escapar, por lo cual no se pueden ver, son invisibles.
Con información de DW