CODIGO DE BARRAS. Identificación por radiofrecuencia (RFID, por sus siglas en inglés) es la innovación tecnológica para etiquetar productos, animales y seres humanos que ya está aquí para reemplazar al viejo sistema del código de barras. Si se hace un recuento en la historia de los supermercados, no hace mucho tiempo los productos se etiquetaban uno por uno, con máquinas rudimentarias que expulsaban una calcomanía con el precio, que la cajera debía ingresar de manera individual para finalmente hacer la suma.
CODIGO DE BARRAS. Este hoy primitivo sistema se sustituyó con el código de barras, una marca individual impresa que, al ser leída por un dispositivo especial, liga la etiqueta con información básica del producto almacenada en una base de datos (precio, descripción del artículo, etcétera). La tendencia en estos mecanismos tiende a reducir costos y tiempo, además de aumentar la precisión y organización.
En su momento, el código de barras llegó como la solución perfecta tanto para los usuarios comunes como para los comerciantes. Pero en la tecnología no hay límites, y a partir de 1989 se comenzó a desarrollar RFID, un nuevo mecanismo cuyas aplicaciones potenciales rebasan la imaginación.
Básicamente, el sistema utiliza etiquetas “inteligentes” que almacenan información extensa del producto y que pueden ser leídas de manera inalámbrica por un dispositivo especial. Esto significa que puede saber todo el contenido de un almacén con sólo presionar un botón.
Aunque algunos creen que es demasiado costosa y no ha sido debidamente probada, los expertos consideran que esta tecnología abrirá el camino hacia una cadena de aprovisionamiento más eficaz, debido a sus obvias ventajas. La posibilidad de inventariar las mercancías más fácilmente, así como una operación segura y virtualmente libre de errores, son los principales beneficios de RFID, sin olvidar la optimización de tiempo y esfuerzo.
La tecnología ya está disponible y funcionando, pero lo que se necesita actualmente son las aplicaciones. Aunque a simple vista parece una versión moderna del código de barras, la Identificación por Radio Frecuencia es en realidad una tecnología mucho más avanzada. Ambos sistemas permiten identificar productos y obtener información de estos, pero en el caso de RFID este proceso se hace al emplear frecuencias de radio.
A diferencia del código de barras, la tecnología RFID permite manejar a su antojo la información almacenada en la etiqueta para modificarla o actualizarla, además de que el lector tiene acceso a los datos sin necesidad de una línea de vista. El alcance medio de la señal de radio es de siete metros, pero con adecuaciones tecnológicas puede ampliarse incluso a kilómetros de distancia. Y si se conecta el lector a Internet no existen límites.