El neurólogo Emrah Düzel ha desarrollado una aplicación para teléfonos inteligentes para diagnosticar las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer estudiando a “ciudadanos científicos”
El neurólogo Emrah Düzel ha desarrollado una aplicación para teléfonos inteligentes para diagnosticar las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer estudiando a “ciudadanos científicos”.
DW: Su empresa, neotiv, ha desarrollado una aplicación para investigar enfermedades neurodegenerativas en sus primeras fases. También colabora con el Centro Alemán de Enfermedades Neurodegenerativas (DZNE). ¿Cuál es el objetivo de su aplicación y cómo funciona?
Professor Emrah Düzel: El objetivo es mejorar la prevención de la enfermedad de Alzheimer en el futuro, esa es nuestra meta global. Uno de los principales obstáculos es que es muy difícil diagnosticar, rastrear y monitorear dicha enfermedad. Eso hace que sea muy difícil reconocer las primeras etapas de la enfermedad y comenzar con la prevención a tiempo.
La aplicación está diseñada para rastrear el rendimiento cognitivo de los participantes (pacientes con Alzheimer y un grupo de control) durante un largo período de tiempo. También los participantes deben rellenar cuestionarios. Usted está buscando específicamente que las personas, “ciudadanos científicos”, hagan un seguimiento de su rendimiento cognitivo, incluso cuando hayan dormido mal o hayan tenido gripe. ¿Por qué?
Bueno, primero queremos que la aplicación se convierta en un dispositivo médico, en algún momento, con una base científica sólida. Por eso colaboramos con el Centro Alemán para Enfermedades Neurodegenerativas. También queremos acercarnos al público para informar y capacitar a los ciudadanos, para que conozcan las características tempranas del Alzheimer. Y nuestro objetivo es potenciar la ciencia. Uno de los aspectos más difíciles de la investigación del Alzheimer es comprender el impacto de las condiciones intermitentes de salud sobre el principal síntoma de la enfermedad, el deterioro de la memoria.
Hay tantos acontecimientos de salud intermitentes e impredecibles que es difícil para la ciencia conocer su efecto.
¿Cómo se puede comparar su aplicación con las pruebas de rendimiento cognitivo tradicionales, con lápiz y papel, que según hemos aprendido, presentan problemas, como los prejuicios culturales o los llamados efectos de aprendizaje, donde, si se conoce la prueba, se sabrá cómo responder, lo que puede sesgar los resultados?
Esas pruebas se diseñaron hace 30 o 40 años en un momento en que no sabíamos realmente cómo funcionaba el cerebro. Pero ahora tenemos una idea muy clara de dónde comienza la enfermedad en el cerebro y cómo progresa. Por lo tanto, podemos diseñar pruebas de tal manera que primero traten las áreas del cerebro que se han visto inicialmente afectadas y luego consideren cómo podría progresar la enfermedad. Y eso es lo que hemos hecho.
También hemos diseñado las pruebas para que puedan usarse en muchos países diferentes.
Hay otra aplicación de la compañía Cognetivity, que también se basa en estímulos visuales, en la identificación de ciertas imágenes, como los animales, y en hacer eso a toda velocidad. Pero el enfoque de su aplicación es más complejo, ¿es verdad?
Si, así es. Y nuestras pruebas se validan con pacientes reales de Alzheimer, por lo que creemos que podremos ver cómo su rendimiento en una prueba está relacionado con los cambios reales de Alzheimer en el cerebro.
La idea es que nuestra aplicación le indique a los especialistas en medicina general, a otros profesionales de la salud y científicos, la probabilidad de si una persona tiene Alzheimer.
La gente seguramente acudirá a su aplicación y a otras similares, como Cognetivity, con la esperanza de hacerse un autodiagnóstico. Y sé que ha dicho que neotiv no es una herramienta de autodiagnóstico. Pero, ¿cómo deben la ciencia y la sociedad manejar ese deseo? En última instancia, estas condiciones requieren personas que no solo conozcan la ciencia, sino que también conozcan a los pacientes.
Bueno, en este momento estamos utilizando ciudadanos científicos como pacientes, pero no les estamos diciendo nada sobre su estado potencial. Es decir que están contribuyendo con la ciencia, pero no los estamos diagnosticando.
En un futuro cercano, queremos que nuestra aplicación sea utilizada por médicos de medicina general. En algún momento, podría entrar en juego algún tipo de autodiagnóstico, porque no todos tienen tiempo para ir a un médico de cabecera, pero eso llevará tiempo. Algunas aplicaciones ya ofrecen esa posibilidad, pero me parece problemático, ya que el primer uso y la evaluación de una aplicación de este tipo deben hacerse junto con un médico.
El catedrático Emrah Düzel es neurólogo en la Universidad de Magdeburgo y cofundador y director de neotiv. También es portavoz del Centro Alemán para Enfermedades Neurodegenerativas (DZNE).
(rmr/cp) Con información de DW