Calor, sequía, escasez de agua: ¿se muere nuestro planeta?

Las altas temperaturas y la sequía están efectando seriamente a distintos lugares de la Tierra. Y parece que no nos estamos tomando en serio el problema que se nos viene encima.

Esto antes era verde

Esta escena se repite en distintas ciudades de Europa. Allí donde antes había pasto, hoy solo se ven campos secos. La falta de lluvias y el calor infernal afectan también a los parques, como se ve en el Parque Greenwich, de Londres. Las autoridades del Cuerpo de Bomberos han advertido que los antaño verdes prados se han convertido en peligroso material combustible.

Japón arde

Durante julio de 2018, Japón vivió la peor ola de calor de las últimas décadas. Durante varios días, los registros bordearon los 40 grados, y en algunas ciudades hasta superaron esa marca. Las autoridades pidieron a la gente mojar las calles para mitigar las altas temperaturas, y evitar salir a la calle. Pese a todo, al menos 40 personas murieron.

Nacido (con calor) un 4 de julio

A comienzos de julio, diversas ciudades de Estados Unidos padecieron una ola de calor que llevó los termómetros hasta los 40 grados en ciudades como Los Ángeles. San Diego, Las Vegas, Washington y Phoenix también se vieron azotadas por unas temperaturas que no solo complicaron la vida de los estadounidenses, sino que alimentaron los incendios que golpean a California.

Altas temperaturas y muerte en Pakistán

En mayo, las altas temperaturas no perdonaron en Karachi (Pakistán). La gente se vio forzada a dejar sus casas y dormir en las calles para escapar del calor. Además, los cortes de electricidad causados por el alto consumo de aire acondicionado empeoró las cosas. En apenas tres días murieron al menos 65 personas. Los termómetros marcaron hasta 44 grados, 9 grados más que lo normal en esa fecha.

Incendios incontrolables

Las altas temperatutras no solo agobian y pueden matar, sino que también favorecen la generación de incendios forestales, sobreexigen las redes eléctricas y aumentan el consumo de agua. En agosto, los incendios que azotan a Algarve, en Portugal, han quemado cientos de hectáreas. El termómetro allí ha llegado hasta los 46 grados, al igual que en el sur de España, donde rozaron los 47 grados.

Se está acabando el agua en Namibia

Este 6 de agosto de 2018, las autoridades de Namibia anunciaron que Windhoek, la capital del país, ha comenzado a usar las reservas de emergencia de agua de la ciudad. Tras una larga sequía, las presas recibieron solo el 25 por ciento del agua estimada para una temporada normal. Medidas urgentes: se han profundizado los pozos y se ha pedido a la gente que restrinja el uso del vital elemento.

Sequía catastrófica en Guatemala

El ministro de Agricultura de Guatemala, Mario Méndez, dijo el 4 de agosto de 2018 que el Gobierno estudia la posibilidad de declarar el estado de catástrofe por la larga y dura sequía que afecta al país, y agregó que la cantidad de personas afectadas por el fenómeno es “escalofriante”. A la vez hizo un llamado que a estas alturas parece evidente: “Hay que combatir el cambio climático”.

Pavimento derretido

Si bien no es inusual que haga mucho calor, sí lo son la frecuencia y la fuerza con que las olas de altas temperaturas se han repetido en los últimos años. En enero de 2018, la prensa hablaba de una ola de calor “sin precedentes” en distintas regiones de Australia. En Melbourne, por ejemplo, el pavimento se derritió. Y en Penrith los termómetros marcaron 47,3 grados.
Con información de DW