Cultura de la calidad, ¿se obtienen ventajas?

CULTURA DE LA CALIDAD


CULTURA DE LA CALIDAD. Generalmente elaboramos productos de calidad en nuestro país y sólo falta certificarlos o, la calidad de los productos mexicanos es irremediablemente deficiente?


En estos tiempos de globalización, de apertura de mercados, de libre comercio y de competencia internacional, hablar de calidad o más bien de cultura de la calidad es hablar de ser competitivos de eficiencia y eficacia; de dar certidumbre a nuestros clientes, de que los productos que fabricamos o servicios que brindamos, cumplan con los requisitos establecidos por normas internacionales.


Sin embargo en nuestro país todavía no practicamos esta cultura de calidad, ¿qué sucede? ¿Por qué esta apatía? ¿No la necesitamos, no nos interesa? ¿Qué pasara con la industria nacional ante la competencia internacional?

Para empezar, en México, antes del tratado de libre comercio (TLC) éramos una nación con una economía cerrada y proteccionista; nuestras empresas solo competían con sus similares nacionales y pocas veces nos enfrentábamos a la competencia internacional, por tanto no podíamos saber el grado de eficiencia de nuestra industria pues no había parámetros de comparación digamos, respecto a las mejores prácticas internacionales.


Al abrir los mercados al comercio internacional, hemos sido invadidos por productos de otros países, especialmente por los E.U.A. quienes generalmente ofertan productos de calidad y buen precio; solo las grandes empresas mexicanas han tenido la oportunidad de expandir sus mercados.

Competir, ser eficientes, eficaces, ofrecer calidad es la esencia del comercio internacional. Pero, ¿qué es la calidad? ¿Es suficiente ofrecer calidad para ser competitivos?

La cultura de calidad es una forma de vida, es creer en la calidad como una forma de satisfacer a clientes y accionistas y debe ser considerada dentro de una cultura empresarial. Esta cultura debe ser promovida y difundida por los gobiernos, ser contemplada en los planes de estudio de las universidades y ser absorbida por la población.


Por ejemplo, salir de una universidad con un título no nos hace empresarios; heredar una empresa tampoco. En realidad, al salir de la universidad nos convertimos en prospectos de especialista en un área determinada, todavía falta la experiencia que da el ejercicio de la profesión; sin embargo, la actividad empresarial requiere conocimientos diversos para hacer eficientes nuestros negocios, conocimientos de planeación, mercadotecnia, organización, marco jurídico, motivación, comunicación, liderazgo, gestión de calidad y un largo etcétera.


Esto es como si algún ingeniero le dijeran que conduzca un avión, por supuesto no por ser universitario tiene los conocimientos para conducir el artefacto, tendría que ser entrenado y capacitado para ello. Lo mismo sucede con las empresas: es necesario conocer las técnicas para conducir de manera eficiente la empresa.

Afortunadamente en nuestro país ya existe el interés de capacitar a los empresarios a través de postgrados especializados y maestrías en diversas ramas prácticas del conocimiento. lo cual, ayudará mucho a la mejora de las empresas mexicanas.
Y la calidad, ¿qué papel juega en este engranaje de conocimientos? ¿Resulta suficiente tener un certificadote ISO para ser eficientes? Definitivamente no.

Si una organización no tiene planeación, si no existe un clima organizacional adecuado, si no existe motivación del personal, ni controles, no habrá certificado de calidad que logre que esa empresa sea eficiente; por lo tanto la eficiencia de las empresas se logra de manera integral eficientizando todos sus procesos y rodeándose de la mejor gente, entre otras cosas.


Después de tener un mínimo de organización se puede hablar de implantar un sistema de control de calidad. Muchas empresas tratan de obtener un certificado ISO solo por obtener ventajas competitivas aparentes, pero no creen en el sistema de calidad ni llegan a implantarlo en la organización, por tanto nunca logra ser efectivo. Para conseguir la calidad hay que creer en ella, hay que hacerla una forma de vida, lo demás es relativamente fácil.


La calidad, de acuerdo a la definición en la norma ISO es “El grado en que un conjunto de características de un producto cumplen con los requisitos establecidos por una norma”.

De tal concepto se aprecia que primero es necesario definir los requisitos y que éstos deben estar estandarizados, no es poca cosa que más de 100 países se reunieron para crear la Federación de Organismos Nacionales de normalización llamada ISO Organización Internacional de Normalización (ISO por sus siglas en inglés) con sede en Ginebra. ISO significa igual.


En México las normas ISO tienen sus equivalente en la Norma Oficial Mexicana( NMX). Estas Normas sirven para asistir a las organizaciones en la implementación y operación de Sistemas de Gestión de Calidad eficaces.

Con estas normas de calidad, un buen sistema de gestión y una organización eficiente, apoyados con una empresa certificadora de calidad seria se darían los primeros pasos para alcanzar la calidad. Nuestro país requiere empresas exitosas y competitivas a nivel internacional, ojalá en breve, todos vivamos una real cultura de calidad pues innegablemente, ello elevaría nuestro nivel de vida.

Cultura de la calidad, ¿se obtienen ventajas?