Cancún: Innovar para sobrevivir

En los quince años que tengo de conocer íntimamente a Cancún me ha tocado ver cambios profundos en la dinámica económica de la zona. Desde principios de los noventa y hasta mediados del año 2005 este polo turístico había gozado de un largo periodo de bonanza, en donde el turismo y el flujo de dólares habían generado una burbuja de precios en la renta y venta de bienes inmuebles.PAG. 30 Y 31. AGO. 2013. WEB
Sin embargo, los estragos del huracán Wilma marcaron un punto de inflexión en la historia de la ciudad. Al periodo de reconstrucción le siguieron la crisis mundial, la crisis de la influenza, la percepción de violencia y el auge del modelo all-inclusive, transformando por completo la dinámica económica previamente establecida. Industrias como la restaurantera, los centros nocturnos y los bienes raíces –tanto de interés social, interés medio, lujo y comerciales– experimentaron una crisis tan pronunciada que provocaron el cierre de cientos de empresas locales así como una clara desaceleración del consumo local.
Todos estos fenómenos afectaron –y siguen afectando– a centenas de empresas que luchan día a día por sobrevivir, muchos de ellas aferrándose a un modelo de negocio que alguna vez los llevó al éxito pero que hoy está obsoleto. Así pues, es momento de entender que aquel punto de inflexión quizás fue en realidad un punto de no retorno y que el siguiente ciclo económico positivo para Cancún muy probablemente no provenga del turismo. Es momento de dejar las viejas fórmulas y explorar nuevas direcciones.
En estrategia competitiva, se construye una ventaja sostenida explotando al máximo las fortalezas con las que contamos. Cancún tiene un clima envidiable acompañado de la mística del mar Caribe. Además, cuenta con movilidad urbana aceptable, niveles de inseguridad relativamente bajos, todos los servicios básicos; una oferta decente de escuelas, universidades y centros comerciales, así como una gran infraestructura hotelera y una excelente conectividad aérea, todo esto aunado a la gran cercanía con la costa este de Estados Unidos, Centroamérica y la parte norte de Sudamérica. Esto hace de Cancún una alternativa muy atractiva para establecer en esta ciudad el control de empresas tanto nacionales como internacionales, así como hoy lo hace Panamá o Miami.
Con las políticas gubernamentales correctas y un posicionamiento adecuado, Cancún podría convertirse en un polo de atracción de empresas de alto valor agregado; aquellas que pertenecen a las industrias de tecnologías de la información, comunicaciones, energía verde, biotecnología o medicina, entre otras. Este tipo de empresas además de ser limpias, cuentan con una mayoría de colaboradores bien remunerados, los cuales buscan una mejor calidad de vida y necesitan de escuelas, restaurantes, centros comerciales, viviendas, servicios recreativos, servicios médicos y mucho más, generando una gran derrama económica de forma permanente.
Hay muchas probabilidades de que bastarían unos cuantos miles de familias de este perfil para reactivar el consumo interno de la ciudad y entrar de nuevo en un ciclo positivo. Microsoft ya dio el primer paso: anunció en abril pasado que se invertirán 20 millones de dólares para abrir un centro de innovación en nuestra ciudad. Esperemos que otras empresas se sumen a esta visión, pero para ello, la infraestructura urbana y la seguridad son dos factores clave que nuestros gobernantes no pueden seguir descuidando.
Cancún puede convertirse en la ciudad con la mejor calidad de vida de todo el país, pero es momento que se dé el siguiente paso. ¿Están nuestros políticos preparados para dicha tarea? ¿Estamos los empresarios listos para aprovechar el siguiente espiral positivo?PAG. 30 Y 31. AGO. 2013. WEB. 2