Cómo formar un Historial Crediticio sano y que trabaje a tu favor

Historial Crediticio sano

Por: Mauricio Priego Montero

 
Hace poco me preguntaba un lector que si para comprar su casa sería recomendable primero sacar una tarjeta de crédito para que así, teniendo historial crediticio, tuviera acceso a un financiamiento por un monto mayor… ¿Saben? Que le otorguen esa tarjeta no tendría mayor impacto en que se le otorgue el crédito de su casa, ni a favor ni en contra. Entonces, ¿no es necesario el historial crediticio sano? ¡Al contrario! Es muy valioso para muchas cosas que a veces no nos imaginamos.

Platiquemos entonces de qué es, para qué sirve y de una estrategia sencilla para tener un historial crediticio sano, el cual te ayude a abrir puertas.
 
1. ¿Qué es el historial crediticio?
Es la huella que dejas cada vez que alguien confía en ti y te presta dinero o te da un crédito, la cual refleja si eres una persona confiable y responsable en el manejo de tus compromisos financieros. ¿Tus conocidos te consideran buena o mala paga? Si le preguntan a tus proveedores, ¿pagas a tiempo o es un calvario cobrarte? ¿Los bancos responderían que eres un cliente puntual o que vives endeudado?

Claro está que sería complejo que cada vez que alguien busca financiamiento se pregunte a comercios, proveedores y bancos si te conocen… Entonces, ¿cómo se revisa tu historial crediticio sano?

Historial Crediticio sano
Historial Crediticio sano
  • ¿Te has fijado que te piden referencias personales? En muchos casos les hablarán para preguntarles si eres honesto, responsable y puntual en tus pagos entre otras cosas;
  • ¿Y qué tal los comprobantes domiciliares como luz o agua? Además de tener tu dirección, reflejan si estás al día en tus pagos o si por el contrario tienes adeudos;
  • Además están los contactos… En algunos casos quien está analizando darte un préstamo pregunta a sus contactos en otras empresas si han tenido alguna mala experiencia contigo. Existen verdaderas listas negras de personas que viven de solicitar préstamos y luego negarse a pagarlos;
  • Y finalmente tenemos a la joya de la corona: el Buró de Crédito. Si bien puede conocerse de forma distinta en los diversos países, en sí es el organismo al que reportan bancos, comercios e instituciones financieras concentrando los créditos, préstamos y financiamientos que se otorgan a cada persona, de manera que quien lo requiera pueda consultar esa información en un único lugar.

2. ¿Qué hay en el historial y para qué sirve?
A través de las fuentes anteriores quien consulta el historial puede determinar, entre otras cosas:

  • Si sabes manejar tus deudas de forma responsable. Que nunca hayas tenido un crédito es tan malo como que estés saturado por las deudas ya que no permite averiguar este punto;
  • El monto de las líneas de crédito que te han sido otorgadas;
  • El total de lo que debes actualmente a tus acreedores;
  • El monto de los pagos mensuales que tienes que hacer por tus compromisos financieros actuales;
  • Si estás al corriente de tus pagos o si presentas atrasos;
  • La antigüedad de esos créditos o préstamos, así como tu última compra y tu último pago.

Como puedes ver, un historial crediticio sano habla mucho de ti y por ello se consulta para muchos fines, entre otros:

Historial Crediticio sano
Historial Crediticio sano
  • Para autorizarte una nueva línea de crédito o un nuevo préstamo;
  • Como criterio para el otorgamiento de la VISA por parte de algunos países;
  • Para aceptarte como depositario (responsable de algún bien o producto especialmente costoso) en algunas empresas;
  • Como uno de los filtros en ciertos casos de contratación laboral, comúnmente en puestos de muy alta responsabilidad o donde se tiene acceso a importantes recursos financieros.

3. ¿Cómo formar un historial crediticio sano y que trabaje a tu favor?

  • Regla número uno: Antes de solicitar un préstamo, un crédito o de utilizar tu tarjeta de crédito, confirma que tienes el suficiente flujo de efectivo para cumplir con los pagos.
  • Regla número dos: No te aventures a solicitar préstamos o créditos mientras no hayas comprendido plenamente la regla número uno.

Cubiertos los pilares de la estrategia, las acciones a seguir son las siguientes:

  • Si no tienes una tarjeta de crédito bancaria obtén una y domicilia algún pago en ella, cubriendo el total de tu saldo cada mes. Con esto tendrás movimiento constante sin endeudarte ni pagar intereses. Si esta tarjeta no tiene anualidad, mejor.
  • Si ya tienes tarjeta de crédito bancaria, lo ideal es que cada mes cubras el total de tu adeudo… De no estar en tu capacidad paga siempre más del mínimo que aparece en tu estado de cuenta (la máxima cantidad posible). Nuevamente es importante tener cuando menos una compra al mes siendo las domiciliaciones un buen camino para garantizarlo.
  • Es buena idea tener también una tarjeta de alguna tienda departamental. Procura en este caso mantener un límite de crédito bajo para evitar tentaciones, utilizándola periódicamente (cada 3 o 4 meses) con compras menores y siempre cubriendo tu saldo deudor.
  • Algunos servicios de paga como los planes celulares o la televisión de paga también aportan al historial crediticio sano.
  • Conforme pase el tiempo y vayas accediendo a créditos – tu casa, el auto – tu historial se irá fortaleciendo. No hay una fórmula mágica: Un historial crediticio fuerte se construye a través del tiempo, con constancia y disciplina.
  • Finalmente, si en estos momentos vives endeudado, primero tienes que sanear tus finanzas personales para así limpiar tu historial crediticio.

Todo lo anterior explica por qué sacar una tarjeta de crédito no tiene mayor efecto al momento de solicitar la hipoteca: Lo que se vería reflejado en tu historial es que te acaban de dar el crédito y seguramente con un límite bajo. No es lo mismo a que tengas la tarjeta desde hace mucho tiempo, con un alto límite de crédito asignado y usándola de forma cotidiana responsablemente.