La comunicación implica la transmisión de una determinada información. La información como la comunicación supone un proceso.
Generalmente nos esforzamos mucho para comunicarnos con las palabras y en la mayoría de los casos no nos aseguramos si la o las personas que nos escuchan u oyen han entendido el mensaje que quisimos transmitir ya que para nosotros la salida de los datos es transparente, datos que hemos procesado anteriormente en la mente con cada una de las palabras que emitimos.
El problema es que si las palabras no son apoyadas con un tono de voz apropiado y un lenguaje corporal adecuado pues tendremos un 7% de probabilidad de hacernos entender correctamente. Cada ser humano es único y procesa cada una de las palabras según su humor, cansancio, actitud, horario, madurez, género, religión, posición social, etc.
El procesamiento de las palabras como la de los números se encuentra en la parte izquierda de nuestro cerebro donde se ubica la parte lógica y racional.
Este lado del cerebro también conocido como alojamiento de la memoria a corto plazo nos permite analizar situaciones y tomar decisiones lógicas pero generalmente esos datos se borran con facilidad ya que no tienen un impacto emocional directo con nuestro entorno y tenemos muchas herramientas a nuestro alcance para el procesamiento y almacenamiento de los mismos como por ejemplo las calculadoras, los celulares, Laptops, USB etc.
El lado derecho de nuestro cerebro al contrario procesa la parte emocional, creativa, artística etc… También conocido como alojamiento de la memoria a largo plazo ya que reacciona a estímulos sensitivos y emocionales con un impacto que nos marcará varias horas, días, semanas, meses, años e incluso para toda la vida… Seguramente se acuerda de un evento (bueno o malo) que marcó su infancia.
Un ejemplo del trabajo del lado izquierdo de nuestro cerebro es como se juega al dominó; podemos anticipar varias jugadas y descontar los puntos para poder ganar una partida pero lo que recordaremos al día siguiente no es la jugada en sí, sino el marcador arrollador de un zapato (100 contra 0) que será el trabajo del lado derecho de nuestro cerebro.
Otro ejemplo es cuando alguien sin importancia emocional para usted le proporciona su número telefónico pues mejor almacenarlo en algún lado ya que 10 minutos después (a veces 10 segundos) se le habrá olvidado pero que tal si es un número que podría cambiar su vida como la de su mejor prospecto o la chica (o) que le gusta tanto que estaría en posibilidad de retener ese número durante varias horas o incluso días dependiendo el nivel emocional que significa para usted.
El secreto de una comunicación correcta y controlada es combinar los dos lados de nuestro cerebro y para lograrlo es utilizando las palabras acompañadas de una voz impactante, un movimiento corporal adecuado marcando y reafirmando con las manos, la cara, las piernas hasta cada vello de nuestro cuerpo lo que queremos transmitir como información del punto A al punto B.
Para mejorar aun más la relación entre ambos lados de su cerebro y aprovecharlo al máximo pueden también entrenarlo como cualquier otro músculo de su cuerpo. Escribir con colores permite desarrollar la parte creativa al momento de escribir y cambiando de color cada 20 o treinta palabras.
Entrénese escribiendo con la mano izquierda (o al revés si es zurdo) también ayudará a su cerebro a cruzar los cables de vez en cuando y de repente se asombrará poder escribir con ambas manos.
El mejor ejercicio para su cerebro es definitivamente la lectura (inteligente); al leer desarrollamos la parte imaginativa lo que nos permite estar siempre más atentos a descubrir nuevas oportunidades y crecer comunicándonos con nosotros mismos ya que el primero en escuchar las palabras que emitimos es uno mismo y a veces ni así las escuchamos.
La mayoría de la veces que el proyecto de un negocio o equipo fracasa en relación a su factibilidad se relaciona de una forma u otra con la comunicación deficiente o nula entre los participantes del mismo equipo y por eso se busca formar equipos de trabajo con un responsable, un coordinador y un facilitador para así obtener una mejor posibilidad de éxito.
El que se encargará de comunicar al equipo el plan de trabajo y juntar los elementos del capital humano con buena actitud es el facilitador. Generalmente se escoge un facilitador por su carisma y poder de convocatoria o sea que sea escuchado y apreciado por sus colegas y por supuesto será una persona que sepa combinar palabras asertivas, una voz agradable pero firme y un lenguaje corporal demostrando seguridad y entusiasmo…
