En 1968, durante una conferencia en el National Council of Teachers of English, fue introducido de manera oficial el término“ecología de los medios” por Neil Postman.
Hoy en día, el término se encuentra más diversificado que nunca. La amenaza del cambio climático, así como otros grandes eventos le han abierto los ojos al mundo. Y no solo a nivel físico, sino que también digital.
De allí que ahora se esté llevando a cabo una labor de conciencia bajo el estandarte de ecología digital, pero ¿cómo funciona exactamente?
La ecología en los medios digitales
La era de la digitalización nos ha traído muchos cambios buenos. El primero y más importante ha sido en la educación. Aunque no son todos, la gran mayoría de países está aplicando la educación remota.
Por primera vez, los padres se ven realmente involucrados y notan el gran esfuerzo de los maestros. Una de las mayores pruebas es la reciente frase viral que circula por la red: “Muchos padres se están dando cuenta ahora que no es culpa de la maestra(o), sino de sus hijos”.
Claro que, esta educación no solo aplica a las escuelas; también la encontramos en plataformas educativas en donde especialistas brindan su conocimiento forjado a partir de estudios y experiencia. Aprender a tocar violín con lecciones por internet, hoy es posible. Otro claro ejemplo es el entretenimiento como las plataformas de streaming o las loterías de Estados Unidos como el Powerball.
Antes, solo se podía participar en la lotería de USA si estabas dentro del país y comprabas un boleto allá. Ahora las demandas son más flexibles.
Y, si no te gusta ninguna de las películas que están dando en los canales del estado, puedes simplemente conectar tu televisor a internet y acceder a un sinfín de programación variada.
Pero, aunque todo parece ser perfecto, nada es bueno en exceso, y la ecología digital busca combatir los extremos, que son tan diversos como posibilidades nos ofrece la red.
Términos como hiperconectividad, infoxicación, gratificación instantánea, pereza comunicativa y fake news, entre muchos otros, han nacido a causa de toda la info-basura que se acumuló en el internet, y que sigue creciendo.
Estos excesos han hecho que se vuelva realidad una de las mayores preocupaciones que planteó Eduardo Galeno: “Mejor crear el futuro que padecerlo”.
Es decir, estamos padeciendo el futuro desde el momento que nuestra evolución tecnológica superó a nuestra evolución como especie. Y debemos hacer algo ya, antes de que nuestros hijos sufran la peor parte.
Pero ¿cómo se practica la ecología digital?
Lo ideal es que todos sigan teniendo acceso libre a la información. Sin embargo, se deben afinar los ojos y el criterio para saber identificar la basura digital y pedir que sea removida.
Por ejemplo, volviendo al caso de la lotería, los Powerball resultados son de interés mundial ahora que puede jugarse desde cualquier parte.
Sin embargo, algo que sí es basura digital y que muchas veces pasamos por alto es el contenido “viral” de algunos “retos” que aparecen por el internet. Por ello, la ecología digital comienza desde casa.
Por un lado, el control parental para los más pequeños, y por el otro, jornadas de capacitación para los mayores.
Recuerda que ser un niño o un anciano en un mundo hiperconectado es algo terrorífico; no podemos permitir que la tecnología los devore.
Con información de ecoportal