¿Cómo invertir en bancos para ganar más dinero y cuáles son los intereses que dan?

Con las tasas de intereses a la baja, obtener rendimientos se convierte en un reto. Pero pueden encontrar oportunidades conociendo los conceptos básicos de intereses.

¿Sabes cuál es la diferencia entre el 100 por ciento de la tasa de CETES, que la tasa de CETES al 100 por ciento? Es importante que sepas distinguir ambas cosas si quieres invertir tus ahorros en los instrumentos que ofrecen los bancos, comenta el portal Alto Nivel.

Si con este entorno de crisis, quieres que tus ahorros aumenten o, al menos, conserven su valor y con el menor riesgo posible, puedes invertirlos en instrumentos financieros clásicos, como los pagarés bancarios o hasta en CETES.

Con las tasas de interés a la baja o cerca del cero absoluto, o inclusive en terreno negativo, obtener rendimientos se convierte en un reto en este momento. Sin embargo, pueden encontrarse oportunidades conociendo los conceptos básicos sobre los rendimientos que otorgan los bancos.

Para impulsar el “atractivo” de las inversiones y con ello la captación de recursos, las instituciones bancarias “juegan” desde hace algún tiempo con las cifras, pero sobre todo con los conceptos financieros, los que, vale la pena señalar, un amplio porcentaje de mexicanos no conoce, aunque sea de forma superficial.

Explicaremos de la forma más sencilla posible algunos de estos conceptos para que tengas más elementos para decidir en qué invertirás tus ahorros. Empecemos por explicar lo que pusimos al inicio.

1. No es lo mismo el 100 por ciento de la tasa de cetes que tasa de cetes a 100 por ciento

Algunas campañas de publicidad bancaria no muy añejas le ofrecían a sus clientes el 100 por ciento de la tasa de cetes. Nótese que el número que aparece es 100, 100 por ciento, aunque en los hechos no sea la tasa que se ofrece. Actualmente la tasa de cetes se ubica, puntos más puntos menos, en 6.5 por ciento. Así, tenemos que lo que en realidad se le ofrecía al cliente era una tasa de 6.5 por ciento.

El truco es muy sencillo, no es un engaño y no hay nada ilegal, es simple percepción con la que juegan los bancos. Para cualquier cliente es mucho más llamativo el 100 que el 6.5; entonces, es tan simple como decir que se ofrece pagar el 100 por ciento de la tasa de cetes, para no decir que se paga el 6.5 por ciento. A la vista, más de un cliente resulta atraído por esa cifra de 100, que nada tiene que ver con la tasa verdadera que recibirá, pero cumple su cometido.

¿Cómo invertir en bancos para ganar más dinero y cuáles son los intereses que dan?

Lo que sí es un hecho es que el desconocimiento puede llevar a conflictos; los clientes que no tengan mínimos conocimientos al respecto pensarán que el banco en cuestión ofrece un rendimiento de 100 por ciento, lo que no es correcto, en ese caso la frase utilizada debería ser: “Ofrecemos rendimiento de tasa de cetes a 100 por ciento“; un simple juego de frases y la inclusión o ausencia de una letra modifica todo.

2. La importancia de las tasas anualizadas y las tasas reales

Tasas o rendimientos nominales: Son las tasas o los rendimientos a los que no se les ha descontado la inflación, es decir, el deterioro del dinero en el tiempo. El dinero sufre un deterioro en el tiempo y se llama inflación. No es lo mismo un peso de hoy que un peso del mismo día de 2019 porque ya hubo incrementos en precios de bienes y servicios, por lo tanto, ese peso del año pasado ya se deterioró en su valor, es decir, ya no compra lo mismo que compraba entonces.

Los bancos y cualquier institución financiera siempre ofrecen tasas nominales, no descuentan la inflación. Para que conozcas en forma más o menos certera la que será tu tasa o ganancia real, simplemente quita a la tasa que te ofrece tu banco la inflación esperada para todo el año; o mejor aún, pídele a tu banco que te informe cuál es la GAT real (Ganancia Anual Total) de tu inversión, las instituciones bancarias están obligadas a proporcionar dicha información, este dato se refiere al rendimiento obtenido una vez descontada la inflación estimada en el periodo.

Por ejemplo, un banco te ofrece un rendimiento “garantizado” del 8% si inviertes tu dinero con ellos, lo que suena muy atractivo. Pero puede tener una GAT real de 4.53%, antes de impuestos.

Tasas anualizadas: Este es otro concepto muy relevante.

Cualquier institución te ofrecerá por lo general una tasa de rendimiento anualizada; es decir, esa tasa de rendimiento es la que obtendrías si no retiraras en un año tus ahorros invertidos, sin renovar. La tasa anualizada tiene por lo general un horizonte de 360 días (año comercial), de modo que si deseas saber cuál es la tasa que en verdad te van a pagar durante el periodo de la inversión, divide la tasa anualizada entre 360 y multiplícala por los días de tu inversión (por ejemplo, si tu inversión es por 3 meses, multiplícala por 90 días).

3. Tasa de interés y tasa de inflación: Conceptos distintos pero muy ligados

La tasa de interés se refiere al rendimiento que te pagará el banco por tus inversiones, mientras que la tasa de inflación es el crecimiento de los precios en un periodo determinado. Esta última, la tasa de inflación, afecta a la tasa de interés al reducir su rendimiento.

4. Tasa de interés real

Como señalamos líneas arriba, es la tasa de interés que recibe el inversionista una vez que se descuenta la inflación, gastos, comisiones e impuestos que deba pagar si es el caso.

5. Tasa pasiva o de captación

Es la tasa nominal que pagan los bancos a sus clientes por sus inversiones: se denomina tasa pasiva porque esos recursos captados por las instituciones bancarias son al final del día un pasivo, es decir, recursos que no les pertenecen.

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6. Reinversión o renovación

Al final del plazo de la inversión (30,60,90,180,360 días o más), puedes reinvertir esos mismos ahorros, renovar la inversión que tenías, ya sea con las mismas condiciones de plazo y una tasa que te ofrecerá el banco, o con nuevas condiciones que tú decidirás si te convienen o no.

7. Intereses capitalizables

Este parece en ocasiones un concepto de altas finanzas, pero no lo es. Se refiere simplemente al hecho de que si en determinado momento decidieras reinvertir tus ahorros, finalizado el plazo claro, los intereses generados también se reinvierten junto con el capital, o se te pagan los intereses y vuelves a invertir el monto original. Es algo que normalmente te preguntan en los bancos al momento de hacer el contrato de inversión. Tú decides lo que mejor te convenga.

8. Las inversiones pagan impuestos por rendimientos recibidos

Por lo general, todas las inversiones pagan impuestos por los rendimientos recibidos, al estar considerados como ingresos; es conveniente que te acerques con tu institución para que te digan el monto y/o la tasa que debes pagar, o si existe alguna excepción. El pago de impuestos lógicamente disminuye los rendimientos obtenidos.

9. Renta fija y renta variable

Las inversiones en renta fija son aquellas que se hacen por un tiempo determinado y se obtiene una tasa de rendimiento previamente establecida; es el caso clásico de los Pagarés con Rendimiento Liquidable al Vencimiento (PRLV) que por décadas han dominado el escenario de inversiones en masa en México, es decir, las inversiones más utilizadas por el ahorrador mexicano.

En contraste, las inversiones en renta variable son aquellas que pueden tener un plazo determinado o quizás no, pero con lo que no cuentan es con un rendimiento garantizado, el ejemplo más conocido es el de las inversiones en alguna bolsa de valores para adquirir por lo general acciones de empresas. Los bancos manejan ambos conceptos incluso con clientes que tienen montos pequeños de inversión, les ofrecen participar en fondos de inversión, por lo que resulta conveniente estar bien informado al respecto.

10. Seguro de depósito del IPAB

Este punto es muy importante y resalta lo relevante que es realizar inversiones solamente en el sistema financiero regulado por las autoridades. Por ley, todos los depósitos en los bancos tienen una cobertura o seguro por hasta 400 mil Unidades de Inversión (UDIS), por banco y por cliente.

Es decir, si tienes los recursos suficientes, pero estás temeroso de que en algún momento un banco, o todos los bancos vayan a la quiebra, lo que puedes hacer es depositar en cada uno de ellos, o en los que quieras, un monto máximo de 400 mil UDIS, con lo que el gobierno te garantiza que te pagara esos esos ahorros si llega el caso extremo al que nos referimos. El equivalente en pesos de esas 400 mil UDIS es actualmente de 2 millones 575 mil pesos en números cerrados.

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