Obsolescencia programada. El consumidor promedio renueva su celular cada 15 meses cuando que la vida media de un móvil debería durar hasta 12 años
¿Cuántas veces has cambiado de celular? La mayoría de los compradores apenas espera dos años para deshacerse de su “viejo” smartphone. Pero, ¿qué ocurriría si las empresas no acortaran a propósito la vida de estos aparatos?
Es fácil encontrar una excusa para cambiar de teléfono móvil: quedó desactualizado, no rinde igual, no tiene 4G (o 5G, o 6G o lo que venga después), la batería no funciona bien, se estropeó la cámara de fotos…. o, simplemente, pasó de moda.
Según datos globales del sitio de información financiera MarketWatch, el consumidor promedio renueva su celular cada 15 meses. Y la vida media de un teléfono móvil en la actualidad no dura mucho más: entre 18 y 24 meses.
“Nos enseñan a consumir, a conjugar el verbo ‘tener‘ en lugar del verbo ‘dar‘“, de acuerdo a Benito Muros, presidente de la fundación FENISS (Energía e Innovación Sostenible sin Obsolescencia Programada), quien lleva 19 años investigando esta cuestión.
Muros dice que la falta concientización sumada a la práctica de las empresas de acortar intencionalmente la vida de sus productos -la llamada “obsolescencia programada” o “planificada”- plantea un “gravísimo problema” a nivel medioambiental y también social“. El especialista dice que se generan toneladas de basura electrónica y “se fomenta la desigualdad en el mundo al permitir que se acumule la riqueza en manos de bancos y grandes corporaciones”.
¿Qué es la obsolescencia programada?
- Es la planificación o programación del fin de la vida útil de un producto o servicio.
- Tras un período de tiempo calculado de antemano por el fabricante, éste se torna obsoleto, no funcional, inútil o inservible.
- Según la ONU, generamos unos 50 millones de toneladas de residuos electrónicos al año.
- Esos residuos suelen acabar en grandes vertederos ubicados en países en vías de desarrollo en Asia y África.
“De 10 a 12 años”
De acuerdo con Muros, un celular sin obsolescencia programada “debería durar de 10 a 12 años” en lo que respecta a la parte mecánica y electrónica”. Respecto al software, su vida útil debería ser de entre seis y ocho años, si se diseñara para que incorporara ciertos avances en materia de tecnológica que no lo dejen desactualizado.
Fabian Hühne, vocero de Fairphone, una compañía holandesa que desarrolló en 2013 “el primer teléfono ético del mundo” -fabricado con dispositivos responsables con los recursos y personas implicadas en el proceso- ha mencionado que este asunto es importante porque “acortar la vida útil (de los celulares) contribuye a incrementar la cantidad de basura electrónica, que a menudo termina en el hemisferio sur”.
Hühne dice que la fabricación acelerada de los celulares “genera emisiones de CO2 y hace que se desperdicien minerales preciosos, que se desechan cada vez que un teléfono no se recicla”.
La apuesta de Fairphone, que desarrolló en 2015 “el primer celular desmontable”, diseñado para que fuera fácil de abrir, reparar y actualizar, es aumentar la vida útil de cada smartphone hasta tres o cinco años. Pero Hühne añade que la vida útil de los celulares también depende mucho de cómo la gente los use.
Obsolescencia “prematura”
Muros está de acuerdo: No se trata de dejar de comprar lo que necesitas, sino de exigir que los productos sean reparables y actualizables, que siempre le puedas incorporar la ultima tecnología para que no haya que adquirir todo el aparato entero.
Menciona que el reto es concienciar a la gente en el gravísimo problema que representa la obsolescencia programada; en su opinión, es necesario un cambio de modelo no basado en crecimiento permanente, sino en la sostenibilidad.
Pero también dice que a muchas empresas no les interesa ese cambio y que hay lobbies en Europa que están a punto de implementar una normativa para que se hable de obsolescencia prematura, y no programada.
La obsolescencia programada tiene una connotación penal, mientras que la prematura podría implicar que los productos se rompen de forma espontánea porque los materiales no aguantan más o se estropean. Considera que ello nos haría estar dentro de la propia falsedad del sistema.
¿Qué dicen los fabricantes?
Todos los fabricantes acortan a propósito, en mayor o menor medida, la vida útil de sus productos”, asegura Muros. “El problema de los ciudadanos de a pie es la falta de información. No hay muchos medios que hablen sobre el tema. Se piensa que entra dentro de lo normal que las cosas duren tan poco”, añade.
Hace no mucho, Apple protagonizó titulares recientemente al reconocer por primera vez que ralentiza sus teléfonos de manera intencional, argumentando que lo hace por el “envejecimiento” de las baterías de litio. “Nuestro objetivo es proporcionar la mejor experiencia a nuestros clientes”, dijo la empresa en diciembre del año pasado.
Tanto Apple como Samsung, la compañía que más celulares vende en el mundo, recibieron multas por parte de la Autoridad Garante de la Competencia y del Mercado (AGCM) de Italia por deteriorar los celulares a propósito.
La AGCM dijo que Samsung obligó a sus clientes a instalar un software que reduce el rendimiento del Galaxy Note 4, algo que la compañía niega. La empresa dice que apelará al decisión del organismo. (Con información de la BBC)