¿Dinero y poder definen tu éxito? ¡Cuidado!

En 2003 se presentó como contendiente a la candidatura a gobernador de California pero perdió ante Arnold Schwarzenegger

Para muchas personas el éxito se refleja en números en una cuenta bancaria, otras lo consideran como el número de seguidores que tienes en redes sociales, la cantidad de proyectos en los que estás involucrado, la cantidad de familia que tienes, los títulos otorgados uno tras otros o las premiaciones acumuladas en un estante. Para Arianna Huffington, cofundadora del exitoso portal web The Huffington Post, el éxito se refleja en tu calidad de sueño por las noches y todas las bondades que trae consigo el dormir bien.
Antes de iniciar describiendo lo que ella considera una idea revolucionaria vamos a escarbar un poco en la vida de esta estrella de los medios de comunicación que ha sido posicionada en el TOP 100 de las personalidades más influyentes del siglo en los medios de comunicación y el evento que la llevó a descubrir su llave del éxito.
Arianna Stasinopoúlou Huffington nació en Atenas, Grecia. Su padre un exitoso periodista, su hermana una locutora y actriz famosa en su país. No cabe duda que la vocación corría por su venas. Tras la separación de sus padres, Arianna queda al cuidado de su madre y se muda con ella a Inglaterra donde más tarde estudiaría economía en el Girton College de Cambridge, desenvolviéndose exitosamente entre sus compañeros logrando ocupar puestos de presidente en las comunidades estudiantiles a corta edad. Este espíritu de liderazgo e inteligencia la llevo a iniciar su carrera en los medios de comunicación. 
Empezó en 1981 con la biografía de María Callas (“La mujer detrás de la leyenda”), entre otras importantes biografías como la de Pablo Picasso (Picasso: Creador y Destructor), y varios artículos para National Review (una importante revista política neoyorquina), The Female Woman (1973), The Fourth Instinct (1994), etc. Su carrera se había formado como una líder de opinión conservadora en la década de los 90 y que dicha percepción de ella fue reforzada cuando contrajo matrimonio con el congresista republicano Michael Huffington. 
Pero muy pronto y tras el fallecimiento de su cónyuge, Arianna se convirtió para sorpresa de todos en una líder de opinión liberal progresista, detractora de las guerras en Afganistán e Irak, y abiertamente simpatizante del partido Demócrata. En 2003 se presentó como contendiente a la candidatura a gobernador de California pero perdió ante Arnold Schwarzenegger. Dos años más tarde y sin darse por vencida como voz influyente, llevó adelante su idea de un sitio web sobre política, medios, negocios, entretenimiento, movimiento verde, noticias internacionales y humor. Lo llamó de Huffington Post, el cual se abrió paso rápidamente a 15 países, entre ellos la versión mexicana que ya está en circulación.
A base de muchísimo esfuerzo, Arianna Huffington se colocó en el puesto 42 del TOP 100 de publicaciones renombradas como The Guardian y Forbes como una de las mujeres más influyentes en lo medios de comunicación del momento. Este esfuerzo habría llevado a Arianna a un cansancio extremo, trabajando más de 18 horas al día, desafiando sus límites y excediendo sus capacidades de manera inclusive alarmante. 
Dicho comportamiento la llevó a sufrir un terrible accidente el 6 de Abril de 2007, donde el cansancio y un leve mareo le ocasionaron un tropiezo, mismo que haría que se golpeara la cabeza con su escritorio casi a la altura de los ojos y rompiéndose la barbilla, golpe que la dejó inmóvil e inconsciente en un charco de sangre sobre el piso. Ese mismo día fue cuando también su manera de ver el éxito cambiaría radicalmente. Según sus propias palabras, no fue una enfermedad o un mal movimiento lo que la hizo caer, sino el mismo “éxito”, o al menos, lo que muchos piensan que es el éxito. 
La caída fue una enorme llamada de atención, causada por enormes cantidades de estrés, trabajo apilado, y un creciente deficit de sueño. Hizo demasiados retiros en su cuenta de “Salud y bienestar” sin hacer ningún depósito (como metafóricamente lo diría su propia madre). A medida que visitaba doctor tras doctor, análisis tras análisis, y electrocardiogramas tras electrocardiogramas, Arianna se empezó a preguntar seriamente qué significaba el éxito, y se dio cuenta de cuán extendido es el anhelo de redefinir lo que significa vivir “La buena vida”. 
Ese tema se convirtió en el sujeto a explorar de su siguiente libro Thrive (La Tercera Métrica para definir el éxito y crear una vida de bienestar, sabiduría, capacidad de asombro y el don de dar). En su libro, ella explica que nuestra definición del éxito basado en el dinero y el poder únicamente, es comparado a un banquito de dos patas, puedes balancearte en él por un tiempo pero a la larga estarás destinado a caerte, una lección que muchos aprendieron desde el desastre de Exxon Valdez, la explosión de la nave espacial Challenger los accidentes nucleares en Chernobyl y Three Mile Island, todos al menos parcialmente causados por la falta de sueño. 
Cuando Arianna comenzó a pensar más a profundidad sobre lo que conlleva la manera en que definimos el éxito en la sociedad, algo quedó muy claro, para vivir la vida que realmente queremos y merecemos, necesitamos un tercer elemento en la ecuación, uno que va más allá del dinero y el poder, uno que consiste en cuatro pilares: bienestar, sabiduría, la capacidad de asombro y el don de dar. Todas estas cosas en común que la gente que está genuinamente prosperando en sus vidas, han tomado para sí y las han hecho suyas. 
En este esquema el “Prosperar” (Thrive) está diseñado como un puente, uno que conecta el “saber lo que necesitamos hacer” con el “hacerlo realidad”. En su libro Arianna describe el camino y la manera de cruzar ese puente con datos relevantes, investigaciones académicas, e inclusive avances científicos para convencer (en sus palabras) hasta al escéptico más necio, incluyendo muchas herramientas que se pueden usar diariamente y una de sus ideas más brillantes que puede desencadenar millones de ideas brillantes que aún yacen dentro de nosotros, es dormir. Su meta como mujer progresista era empoderar a muchas otras mujeres, “literalmente dormiremos hasta llegar a la cima del éxito”, porque desafortunadamente para los hombres, la falta de sueño se ha vuelto un símbolo de virilidad. 
Una de sus anécdotas más contadas es cuando se encontraba en una cena con un amigo y él presumía que solo había dormido 4 horas ese día, y ella contestó “si hubieras dormido 6 horas, esta cita hubiera sido más interesante”. Y es que es la moda desde hace muchos años, hacer muchas cosas en el día y dormir poco para sentirnos “productivos”, “activos”, “de valor”, sobretodos en los círculos de empresarios y emprendedores cuando en realidad el crecimiento de productividad no es significativo ni relevante, seamos realistas. 
En sus palabras “Si la compañía Lehman Brothers se hubiera llamado Lehman Brothers & Sisters, siento que hubieran previsto a tiempo su desastrosa crisis financiera y hubieran sobrevivido, si a lo mejor no hubieran estado tan ocupados preocupándose por estar hipercontectados 24/7, tal vez su hermana hubiera previsto el iceberg que golpearía su barco porque habría despertado de un buen sueño de 7 u 8 horas y habría podido ver el panorama desde una perspectiva más amplia.
Sus hábitos para llegar a ser una persona exitosa se resumen en doce sencillos y automatizados pasos que nos dan una lección a todos de que el fin de llegar a ser exitosos es el poder dar a los demás, es ir más allá de lo banal y monetario, es ayudarnos a nosotros mismos a trascender en las personas. En concreto Arianna nos dice:
1.- NO hay excusa, dormir más, como mínimo ocho horas. En sus oficinas tiene espacios para que sus empleados puedan dormir siestas si lo requiere.
2.- Hacer ejercicio, básico. Mejora la salud física y emocional
3.- Meditar durante 5 minutos al día. Nos ayuda a entrar en paz con nosotros mismos y nos ayuda a enfocarnos.
4.- Escuchar a la sabiduría interior. Apagar el ruido externo y escuchar nuestras verdaderas necesidades.
5.- Agradecer. Mejora nuestro nivel de felicidad y podemos ver todo en perspectiva
6.- Desconectar. La hiperconexión tóxica necesita ser eliminada, solo las dosis necesarias diarias son las que debemos consumir para no sobreestimular nuestro cerebro con tanta información innecesaria.
7.- Respirar. Concentrarse en la respiración durante 10 segundos cada vez que nos sentimos estresados. Esta técnica sencilla ayuda a calmar la ansiedad.
8.- Visualizar. Seleccionar imágenes que nos provoquen alegría y almacenarlas en nuestra memoria para recurrir a ellas en tiempos de estrés.
9.- Ser compasivo. Perdonarse, no ser tan duros con nosotros mismos. Somos lo mejor que podemos ser. Así será más fácil perdonar a los demás.
10. Tener pequeños gestos de amabilidad y desarrollar el hábito de observar cómo afecta a tu mente, tus emociones y tu cuerpo.
11. Re-conectar personalmente con la gente no solo a través de redes o aparatos. Reunirse más seguido con los amigos y la familia. Te hará sentir más vivo.
12. Empatizar y accionar. Utilizar una habilidad o talento que tienes para ayudar a alguien. O realizar actos solidarios de cualquier clase, está comprobado que trae grandes beneficios para la salud física, emocional y mental.
Entonces, a medida que enfrentamos las múltiples crisis en nuestro mundo en el momento, lo que es bueno para nosotros en un nivel personal, lo que nos traerá felicidad, nos hará sentir agradecidos, lo que nos traerá efectividad en nuestras vidas, que es lo mejor para nuestras carreras, también es lo mejor para el resto del mundo, para la gente que nos rodea. Arianna nos deja en su legado la simple tarea de cerrar los ojos, y descubrir el mundo de ideas que yacen dentro de nosotros, de apagar nuestros motores y descubrir el poder del sueño.