Mujeres: es indefinido el tiempo para cerrar brechas de género; sólo en América Latina y El Caribe faltan 59 años para ello
Las brechas de género están relacionadas con las políticas públicas de un país, pero también de cómo las mujeres vamos avanzando y logrando mejores espacios. La metáfora romper el techo de cristal debe de ser la meta de toda mujer.
“Es bueno hacer una reflexión de qué es lo que se necesita para sobresalir y cada vez tener mejores oportunidades”, afirmó Alicia Girón González, investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc), durante las Jornadas Universitarias Economía y Género en esta entidad.
En su conferencia ¿Cómo Reducir las Brechas de Género?, la especialista mencionó que éstas se encuentran en el Informe Global Gender Gap o Brechas Globales de Género del Foro Económico Mundial de Davos, que señala la participación de la mujer en el ámbito económico y de oportunidades, en el mercado laboral, la salud y supervivencia, y educación. Desde el enfoque de Alicia Girón, las brechas de género se relacionan con las políticas públicas.
“Las brechas en relación con la intervención de las mujeres en la economía en el planeta son: 36 por ciento de las mujeres a nivel gerencial y alto nivel en el sector privado y los funcionarios del sector público que ocupan los puestos de alta dirección; 55 por ciento de las adultas están en el mercado laboral, frente a 78 por ciento de los hombres; 40 por ciento representa la brecha salarial entre un hombre y una mujer”, explicó.
Añadió que 50 por ciento de la brecha de ingresos en cuanto a la proporción de los ingresos salariales y no salariales totales de las mujeres con respecto a los de los hombres aún no se ha reducido.
“En 35 países se logró la paridad de género en la educación, pero en algunas otras naciones en desarrollo aún no han cerrado más de 20 por ciento de las brechas. Diez por ciento de las mujeres de 15 hasta 24 años en el mundo son analfabetas, con una alta concentración en esos últimos territorios”, puntualizó.
Incluso en naciones donde el nivel educativo es relativamente alto, aseguró Girón González, las habilidades de las mujeres no siempre están en línea con las necesidades de profesiones del futuro, por lo que llegan a encontrar barreras para el empleo en las ocupaciones más dinámicas y demandadas.
“Es importante que el Estado invierta en educación, porque esta es la fuerza laboral, el capital variable y el futuro de una sociedad. Si no tenemos como prioridad una política de Estado, difícilmente tendremos una mejor participación de nuestras mujeres con mejores ingresos en el mercado laboral, ni se podrá competir con otros países donde el nivel educativo es relativamente alto”, destacó.
Por otro lado, la brecha de género en salud y supervivencia permanece prácticamente sin cambios desde el año pasado. En el ámbito mundial, el tiempo para completarla sigue siendo indefinido, mientras que la paridad de género ya se ha logrado del todo en 40 naciones entre las 153 de acuerdo con el Informe de Davos.
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Empoderamiento político y económico
Sobre el empoderamiento político, en países como Letonia, España, Tailandia y México hay un cambio sustancial del número de mujeres en los parlamentos. Veinticinco por ciento de 35 mil 127 escaños mundiales están ocupados por ellas y 21 por ciento de los tres mil 343 ministros también son mujeres. En algunas otras naciones no están representadas en absoluto.
“Un gran avance en México muestran los resultados de las recientes votaciones en el parlamento. No estamos como hace seis años, cuando entraba una mujer por paridad de género, y al ganar el escaño, renunciaba de inmediato y se quedaba un hombre. Las llamadas juanitas”, indicó.
El tiempo para cerrar completamente las brechas de género sigue siendo indefinido, dijo, y, mediante una gráfica, se apreciaron los años que faltan para ello. Europa Occidental pasará 54 años para cerrar brechas de género, en el Este de Asia y el Pacífico 163 años, y en América Latina y El Caribe 59 años. Si la equidad de género no se alcanza este es el panorama a mediano y largo plazos.
Del empoderamiento económico de las mujeres, mencionó que hay siete ejes para alcanzarlo: combatir las normas adversas y promover modelos positivos; asegurar la protección jurídica y reformar las leyes; reconocer, reducir y redistribuir el trabajo doméstico y de cuidado; generar activos: digitales financieros y de propiedad; cambiar la cultura y las prácticas empresariales; garantizar prácticas del sector público en empleo y contratación, y voz y presentación colectiva fuerte y visible.