La Planeación está relacionada con el principio de pensar antes de actuar. Ante un panorama externo de turbulencias en los mercados financieros internacionales, que inició por la avaricia de créditos inmobiliarios de E.U.A. y ahora con la crisis por el sobreendeudamiento y déficit público de Grecia y otros países de la zona del euro, se ha generado preocupación sobre la salud de las Instituciones Financieras que por cierto, han empeorado las expectativas de crecimiento de nuestro país.
Banco de México (Banxico) y otros grupos financieros, han ajustado a la baja el crecimiento esperado, estimando al cierre del 2011 de 3.8 a 3.3 del Producto Interno Bruto (PIB), lo cual se traduce que México tendrá un promedio anual de crecimiento de los últimos diez años, de poco más de 1.5% del PIB, mientras que el crecimiento demográfico ha sido a tasas muy superiores.
Aunado a estas crisis económicas y un mundo de constantes cambios, de avances tecnológicos en comunicaciones, redes sociales, de la cantidad y calidad de información y la extensión del capital privado, nos exige como individuos y organizaciones una mejor planeación y capacitación para determinar oportunamente los riesgos y procurar mitigarlos.
El término riesgo se puede definir como la probabilidad de que suceda un daño o peligro. Desde un punto de vista económico, es la probabilidad de que ocurra una pérdida financiera en la inversión de cierto capital. El riesgo financiero se traduce en pérdidas en un mercado financiero producto de la incertidumbre. Dada la amplitud del concepto de riesgo, resulta complejo efectuar una clasificación, sin embargo, al tema empresarial podemos distinguir los siguientes:
Tipos de riesgos:
TIPO DE RIESGO | DEFINICIÓN |
RIESGO DE MERCADO | Se deriva de cambios en los precios de los activos y pasivos financieros (o volatilidades) por factores externos, como Tasa de interés, tipo de cambio, entre ortos |
RIESGO CRÈDITO | Se presenta cuando las contrapartes están poco dispuestas o imposibilitadas para cumplir sus obligaciones contractuales |
RIESGO DE LIQUIDEZ | Se refiere a la incapacidad de conseguir obligaciones de flujos de efectivo necesarios, lo cual puede forzar a una liquidación anticipada, incapacidad para vender un activo rápidamente. |
RIESGO OPERACIONAL | Se refiere a las pérdidas potenciales resultantes de sistemas inadecuados, fallas administrativas, controles defectuosos, fraude, o error humano. |
Fuente: LEWENT, Judy C., y A. John Kearney (1990). “Identifying, Measuring, and Hedging Currency Risk at Merck”. Continental Bank Journal of Applied Corporate Finance 2, pp. 19-28; EE.UU.FRAGOSO, J.C. (2002). “Análisis y Administración de Riesgos Financieros”. Exposición de la materia de Análisis de Riesgos, de la especialidad en Economía Financiera de la Universidad Veracruzana, Capítulo 13: Mercado de Derivados, Xalapa, Ver. JORION, Philippe (1999). Valor en riesgo. Edita Limusa, México.DÍAZ, Tinoco Jaime y Fausto Hernández Trillo (1996). Futuros y opciones financieros. Edita Limusa, México.BACA, Gómez Antonio (1997). “La Administración de Riesgos Financieros”. Articulo tomado de la revista Ejecutivos de Finanzas, publicación mensual, Año XXVI, No. 11, Noviembre, México.
Tolerancia o nivel de aceptación del riesgo:
Ninguna empresa o individuo está exento de riesgos, sin embargo existen herramientas para minimizarlo o controlarlo. Valgan las siguientes recomendaciones, tratándose de riesgos financieros:
1) Mantener un nivel de endeudamiento al margen de sus posibilidades, evitando incrementar o sobrepasar la capacidad de pago;
2) Transferir o vender valores si no se está dispuesto a asumir riesgos, compra de coberturas cambiarias, seguros y reaseguros, transfiriendo a terceros los riesgos por el pago de una prima de seguros;
3) Invertir en instrumentos de renta fija, establecer planes de mercadotecnia que aseguren un nivel de ventas, entre otras inversiones que aumenten la productividad e ingresos;
4) Reservar recursos financieros excedentes para hacer frente a posibles pérdidas y;
5) Diversificar Un portafolio de inversión, especialización del producto o servicio, segmentación del producto o mercado, entre otros.
Dentro de cualquier planeación estratégica empresarial, está en boga la denominada “administración de riesgos”, que se emitió en al año 2002 con la emisión de la Ley Sarbanes-Oxley surgida después de los escándalos financieros de empresas importantes en E.U.A. ocurrida en el año 2001.
Dicha normatividad, obliga a las organizaciones de ese país a desarrollar sistemas de administración de riesgos financieros que permitan conocer, medir, controlar, revelar y cubrir los riesgos financieros a los que están expuestas.
Este modelo de administración de riesgos está basado en cuatro fases: 1) Identificación del riesgo; 2) Medición o cuantificación del riesgo; 3) Control del riesgo, en el que se fijen los límites de aceptación y se tengan un adecuado control interno y; 4) Monitoreo del riesgo, con lo cual se deben contar con políticas y procedimientos de administración, de dicho riesgo.
Estas herramientas para anticipar y prevenir posibles pérdidas, ayudan a evaluar si en las empresas se está generando un valor para los accionistas. Los modelos de administración de riesgos financieros están ganando un posicionamiento cada vez mayor y cada día se perfeccionan más las metodologías para prevenir riesgos, de acuerdo con los diferentes tipos de las empresas.
La cultura de previsión de riesgos financieros debe ser de aplicación general y no limitarse a los grandes corporativos, por lo contrario, la aplicación de metodologías de administración de riesgos coadyuva al crecimiento y desarrollo monetario de las personas, los entes económicos y al país.
Planeación y previsión de riesgos financieros
¿Qué son los riesgos financieros?
En la actividad de una empresa, desde una pyme hasta una gran compañía, tienen un papel decisivo factores de muy diversa naturaleza: económicos, jurídicos, laborales, humanos, burocráticos, ecológicos y un largo etcétera. Todos ellos condicionan el día a día y, en caso de una evolución negativa, pueden suponer riesgos para la viabilidad del negocio.
Pero si tenemos en cuenta que el objetivo principal de prácticamente todas las empresas es obtener el mayor número de ganancias posibles, y que son los recursos económicos los que mantienen generalmente al resto de ámbitos mencionados, existe un factor especialmente importante para el negocio: el riesgo financiero.
El riesgo financiero se podría definir como la probabilidad que tiene una empresa de que se produzca un evento o contratiempo con consecuencias negativas en el rendimiento de sus inversiones y, por tanto, para el conjunto de la organización. Es decir, el riesgo financiero se refiere así a la inseguridad y la incertidumbre que provocan los cambios producidos en el sector en el que opera, a la volatilidad de los mercados financieros o la imposibilidad de devolución del capital por una de las partes, entre otros muchos factores.
¿En qué consiste el riesgo en finanzas?
Los riesgos financieros, también conocidos como riesgos de crédito o riesgos de insolvencia, están estrechamente relacionados con los riesgos económicos, puesto que los activos que posee una empresa y los productos y servicios que ofrece serán determinantes en la evolución de su deuda y de cómo afrontar el riesgo. Esto es: cuantos más ingresos tenga un negocio, mejor podrá hacer frente a las circunstancias financieras negativas.
Asimismo, para comprender mejor qué es o cómo se puede producir un riesgo en finanzas, es útil hablar de los productos financieros. Es decir, aquellos instrumentos que una persona física o jurídica puede adquirir con el objetivo de impulsar sus ahorros o sus inversiones. Es habitual que las empresas cuenten con estos productos financieros que, aunque suelan proporcionar beneficios, también son susceptibles de causar riesgos financieros.
También es importante que las empresas lleven a cabo análisis de riesgos financieros para poder gestionarlos dependiendo del caso.
7 Tipos de riesgos de crédito y financieros
Existen distintos tipos de riesgos financieros con los que una empresa puede encontrarse. Conocerlos, analizarlos y saber cómo afrontarlos es fundamental.
- Riesgo de crédito
- Riesgo de liquidez
- Riesgo de mercado
- Riesgos políticos (riesgo país)
- Riesgo de inflación
- Riesgo legal
- Riesgo operacional
Riesgo de crédito
Es uno de los más habituales en cuanto a los activos financieros de una empresa. Se produce cuando una de las partes de un contrato financiero no realiza los pagos en el tiempo y la forma estipulados en el contrato. Debido al retraso del pago o directamente el impago, la empresa puede sufrir pérdidas de intereses, disminución del flujo de caja y gastos por el proceso de recobro, entre otros problemas.
Puedes encontrar más información sobre el riesgo de crédito en este post.
Riesgo de liquidez
Otro de los riesgos financieros más comunes, tiene lugar cuando una de las partes contractuales tiene activos y voluntad de comerciar con ellos, pero no dispone de la liquidez suficiente con la que asumir sus obligaciones. De esta forma, no se puede efectuar la compraventa o, al menos, no lo suficientemente rápido y al precio adecuado. En este caso, se habla de una situación de iliquidez.
Un ejemplo sería una empresa en una fase de pérdidas continuadas de cartera, hasta el punto de no poder pagar a sus trabajadores.
Puedes encontrar más información sobre el riesgo de liquidez en este post.
Riesgo de mercado
Se trata del riesgo asociado a los movimientos de los mercados financieros. Dentro de él podemos distinguir otros tres tipos de riesgo, en función de las condiciones de mercado:
- Riesgo de mercado
- Riesgo de cambio
- Riesgo de interés
Riesgo de mercado
Es uno de los más comunes, relativo al riesgo que provocan los cambios en el valor de los instrumentos financieros, tales como bonos, acciones, etc. Es decir, la posibilidad de sufrir pérdidas en una cartera a consecuencia de factores u operaciones de los que depende dicha cartera.
Riesgo de cambio (cambiario), de tipos de cambio o de la divisa
Está vinculado a la fluctuación de los tipos de cambio entre divisas, sobre todo para compañías que trabajan a nivel internacional y deben operar en diferentes monedas. Estas empresas suelen contratar un seguro para evitar tales fluctuaciones de mercado y sus riesgos asociados.
Riesgos de interés
Son aquellos derivados de las subidas y bajadas de los tipos de interés en un momento concreto. Por ejemplo, que la empresa cuente con una hipoteca y aumente el Euribor. También en este caso las compañías pueden contratar coberturas de tipos de interés, productos financieros que les permiten reducir el impacto de los cambios en los tipos de interés.
Riesgos políticos (riesgo país)
Es aquel que se produce como consecuencia de la falta de estabilidad política de un país o región y que afecta a los intereses económicos de la empresa. Desde ese punto de vista, todo territorio o lugar del mundo presenta un diferente nivel de riesgo político o riesgo país…
Riesgo de inflación
Está vinculado a la incertidumbre de la evolución de la inflación sobre la tasa de rendimiento real de una inversión. Es decir, el riesgo para el inversor viene dado por la variación del poder adquisitivo de los flujos de caja generados, resultado de la diferencia entre la inflación prevista y la realmente producida.
Riesgo legal
Se trata de la incertidumbre que provoca cualquier posible cambio de peso en la legislación de un territorio o país concreto, y que pueden causar desde pérdidas de confianza hasta pérdidas económicas. Aunque la empresa no puede intervenir de forma directa en esos cambios legislativos, sí debe tenerlos en cuenta para mitigar sus posibles consecuencias negativas.
Riesgo operacional
El riesgo operativo u operacional es el peligro de sufrir pérdidas como resultado de procedimientos, normas, planes o circunstancias deficientes o ineficaces que interfieren en las operaciones de la empresa. El riesgo operacional puede estar causado por diversas circunstancias, como errores de los empleados o actividades delictivas.
En definitiva, los riesgos financieros forman parte de la dirección diaria de una empresa y, por tanto, saber cómo gestionarlos es algo para lo que todo negocio debe estar preparado.
¿Cómo medir los riesgos financieros de una empresa?
Existen diversas formas de medir el riesgo financiero de una empresa, aunque gracias a las últimas tecnologías, las más efectivas y las que destacan por encima del resto son el Big Data y el Machine Learning.
Este último es capaz de reconocer patrones de conducta para de forma automática calcular cualquier tipo de riesgo financiero derivado dentro de la empresa.
Además de estos dos métodos anteriores, existen los siguientes elementos.
- Relación deuda-ingresos
Este cálculo se llevaría a cabo por la deuda neta o bruta dividida por todas las ganancias o el resultado de la explotación.
- Relación deuda-activo
Corresponde con todas las deudas que posee actualmente la empresa y sus ganancias.
- Relación deuda-capital
Se analiza la proporción de activos en una estructura que se financia con la deuda, midiéndose de forma matemática.
- Cobertura de intereses
Se crea mediante la fórmula de utilidad o EBITDA y se divide por los intereses.
- Flujo de efectivo y deuda
Se realiza midiendo el flujo de efectivo al servicio de la deuda y se divide por esta misma.
- Multiplicador de capital
Se calcula mediante la cantidad de activos que posee una empresa y que son financiados por sus accionistas.
Ventajas y desventajas del riesgo económico y financiero
El riesgo financiero conlleva ciertos riesgos que deben asumir las empresas si quieren crecer para ser más rentables en el futuro. Teniendo esto en cuenta existen algunas ventajas y desventajas que te resumimos a continuación.
Ventajas de asumir riesgos financieros
- Crecimiento constante: Al asumir este tipo de riesgos, las empresas suelen notar una gran mejora en el desempeño laboral, que eso equivale a más ingresos y a una posible expansión
- Tener una planificación fiscal: Todas las pérdidas que genere la empresa puede ayudar a la obtención de una deducción fiscal, que puede ser repartida durante los próximos años venideros.
- Tomar medidas de manera inmediata: Esto equivale a un control exhaustivo con los inversores y gerentes para tomar las decisiones más correctas para las empresas.
Desventajas del riesgo financiero
- Posibilidad de un resultado negativo: Si llegan al punto de incumplimiento de pago, la empresa podría tener grandes pérdidas y en peores de los casos la quiebra.
- No pueden ser controlados: Existen diversos factores externos que dan lugar al impedimento de la consecución del objetivo, como fenómenos naturales, problemas políticos, o crisis del país y/o mundiales.
- Efectos a largo plazo en caso de que se produzcan: El riesgo financiero puede acarrear grandes pérdidas y una mala reputación de la empresa. Eso se refleja tanto en la parte económica como en el mercado.
La importancia de gestionar de manera correcta el riesgo financiero
Gestionar correctamente las finanzas de una empresa se convierte en un elemento primordial para poder gestionar de manera adecuada los riesgos económicos que se puedan generar. Hay que estar preparado para aprovechar las oportunidades y anticipar o prever aquellas situaciones que pueden provocar pérdidas económicas.
Cabe destacar que para conseguir una buena gestión del riesgo financiero, se debe tener un equipo de profesionales bien formados, los cuales dispongan de las herramientas adecuadas y el conocimiento necesario para poder solucionar todos los problemas que surjan en el entorno laboral.
Ejemplos de riesgo financiero
Los riesgos más habituales entre las pymes son los riesgos liquidez, de interés y de crédito.
En el caso del primero, el riesgo se produce cuando, por ejemplo, una empresa ha pedido un préstamo, pero no dispone del suficiente dinero líquido para saldar la deuda, incluso aunque posea activos (locales, automóviles, etc.) que, de venderlos, podrían cubrirla. Es un riesgo más habitual en los sectores de la hostelería y el transporte por la necesidad primaria de la demanda.
En el caso de riesgo de interés, también podemos utilizar el ejemplo de una empresa con un préstamo o una hipoteca concedidos. Si aumentan los tipos de interés, tendrá que pagar un mayor precio por este dinero. A diferencia, por otra parte, de quienes tengan inversiones en depósitos y otros elementos de renta fija, como la deuda pública y similares.
Y, por último, respecto al riesgo de crédito, se han dado casos en los que los propios países lo han generado al entrar en cese de pagos: Venezuela en 2017, Grecia en 2010 y Argentina en 2001.
¿Y qué sucede con el riesgo no financiero?
De igual modo, debemos tener en cuenta que existen riesgos no financieros que también pueden tener un impacto negativo en la compañía. Este tipo de riesgos no financieros pueden llegar a ser difíciles de cuantificar, ya que son peligros más abstractos. Algunos ejemplos son:
- El riesgo de conducta
- La ciberseguridad
- El riesgo estratégico
- El riesgo reputacional
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