¿Porqué es Importante Planear?

El que falla al planear, planea fracasar. El ser humano tiene 2 obligaciones en su vida. La primera “morir” ya que esta es una premisa desde el momento cuando nacemos y la otra es “tomar decisiones” ya que desde el momento que nos levantamos en la mañana decidimos si vamos estar de buenas o de malas y así tomaremos hasta más de 500 decisiones en el día. Cada una de esas decisiones nos conducirá a un futuro diferente y por eso puedo afirmar que “Somos los Arquitectos de nuestro Destino”. Y es por ello que lo que debemos hacer para vivir con calidad es planear nuestras acciones en base a nuestras decisiones.
De acuerdo con la cosmología de los antiguos griegos, los dioses tenían una visión completa del futuro. Veían todo lo que estaba por venir, hasta el menor detalle. Hombres y mujeres eran considerados en cambio víctimas del destino, atrapados en el momento y sus emociones, incapaces de ver más allá de los peligros inmediatos, aquellos héroes que, como Odiseo, podían ver más allá del presente y planear, parecían retar al destino, aproximarse a los dioses en su capacidad para determinar el porvenir. Esta comparación sigue siendo válida: aquellos entre nosotros que piensan las cosas con anticipación y hacen fructificar pacientemente sus planes, parecen poseer un poder divino.
Para alcanzar una meta importante se necesita un plan. Así como no admitiríamos que una carretera se construya sin un destino final, en la vida personal no debemos dejar todo librado al azar. Planear no es un don que se lleve en la sangre, hay que tomar conciencia de su valor y aprender a planificar con responsabilidad y gran nivel de compromiso.
Un mundo globalizado y cambiante como el actual es una realidad que no puede negarse y para manejarlo hay que adelantarse a los acontecimientos. La mejor forma de predecir el futuro es proyectarlo observando las tendencias.
Planear con éxito requiere definir lo que se quiere, fijar con precisión la meta de forma S.M.A.R.T. (Específica, Medible, Alcanzable, Retadora y determinada en Tiempo) o sea tiene que ser inteligente y describirla por escrito. Un plan  tiene un cómo y un cuándo, porque el objetivo debe alcanzarse en tiempo y forma. El tiempo es el juez de todos los planes y por eso que lo importante es realizar un programa de trabajo que nos lleva a la acción en cuanto tenemos claros los objetivos a alcanzar.
En 1726 en su viaje a Filadelfia un joven marinero de 20 años trataba de planear su vida.  Insatisfecho consigo mismo, listó las virtudes que quería convertir en sus hábitos. Este genial planificador fue Benjamín Franklin. Perfeccionamos sus inventos  -como el pararrayos-  pero no pudimos superarlo en su materia clave: ¿Cómo planear nuestra vida?
Metodología de la Planeación Estratégica
Cuando se trata de cumplir con una misión o una visión,  se necesita más que un plan, hay que asociar  muchas metas y planes en el proceso. Un planteo estratégico parte de la visión, selecciona las metas y confecciona planes que lo materializan. Eso implica  la coexistencia de varios programas y departamentos  coordinados que apunten en la misma dirección.
Debemos tener paciencia en realizar un plan de vida o proyectar la realización de una visión empresarial. Debemos planear de forma estratégica cada año siempre con la guía de la visión original para no salir de nuestro proyecto inicial y verificar que cada una de nuestras metas esté orientada al cumplimiento de la visión que tenemos sobre 20 o 50 años.
Los enemigos de los  proyectos son el olvido, la postergación, los planes ineptos y la falta de capacitación. Para seguir a la deriva no hace falta un plan. No hay vientos favorables para quien no sabe a qué puerto quiere llegar y a quien le parece bien cualquier momento, cualquier momento nunca llegará. No es cuestión de registrar  prioridades en la agenda, sino de ordenar la agenda a las prioridades, a lo que falta por hacer. Como el día tiene 24 horas hay que saber  usar el tiempo. El plan  quita presión sobre los temas que nos sacan del aquí y del ahora, contribuye a la ocupación y no a la preocupación.
Ejecutar el plan 
Planear es crear valor de la manera más creativa. Al  intangible  hay que sumarle los recursos de la gente: destrezas, conocimientos, aptitudes y actitudes. Un cambio eficaz no se logra explicando por qué no se puede, sino con un plan que guíe como una brújula al resultado acompañado de un programa de realización de tareas bien estructurado y tiempos establecidos.
Para tener éxito en el cumplimiento de nuestros objetivos tendremos que adaptarnos rápidamente a las circunstancias externas e internas capacitando en todo momento a nuestro personal y por eso que este último será un ingrediente indispensable para la ejecución exitosa de una planeación estratégica.
¿Dónde estaba, dónde estoy,  dónde quiero estar, cómo haré para conseguirlo? son las preguntas estratégicas. Einstein dijo: “Dios no juega a los dados” para señalar que todo lo ha determinado. En sentido contrario afirmó: “La imaginación es más importante que el conocimiento”. La libertad del hombre está en crear el futuro en el que quiere vivir.
Cambios de paradigmas
La educación actual no está muy comprometida con despertar y motivar a los jóvenes para que piensen hacia delante,  que decidan qué es lo que desean hacer en su vida, las metas que quieren lograr, la preparación que necesitan tener y por eso tenemos que lograr estimularla cultura de la planeación de una forma divertida y muy concreta midiendo y valorando cada uno de los resultados obtenidos.