El sentenciado ex presidente fue dado de alta tras 113 días. El INPE informó que puede ser atendido de manera ambulatoria en dicho centro penitenciario
El sentenciado ex presidente Alberto Fujimori fue trasladado al penal de Barbadillo en la Diroes, en el que estuvo internado del 2007 al 2017 cumpliendo la condena de 25 años de prisión por los casos de La Cantuta y Barrios Altos.
Su retorno a prisión se produce luego de que fuera dado de alta en la clínica donde permaneció internado 113 días, esto luego de que el Poder Judicial anulara los efectos del indulto humanitario a su favor.
Previamente, el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) informó que Alberto Fujimori puede ser atendido de manera ambulatoria en el penal de Barbadillo.
La determinación del penal se hizo en base a un informe elaborado por una junta médica del Instituto de Medicina Legal (IML) que se encargó de evaluar al ex presidente Fujimori a pedido de la Corte Suprema del Poder Judicial.
El documento indica que Alberto Fujimori padece de fibrilación auricular, enfermedad coronaria crónica, hipertensión arterial e insuficiencia venosa en tratamiento, además de síntomas de ansiedad controlados. Todo esto, según la junta médica, puede ser tratado de manera ambulatoria.
Como se recuerda, Alberto Fujimori debió ser trasladado a un local penitenciario el 3 de octubre del 2018, luego que el juez Hugo Núñez Julca determinara que el indulto humanitario que recibió del ex jefe de Estado Pedro Pablo Kuczynski (PPK) era nulo.
Por tal razón, indicó que el otrora jefe del Estado (1990 – 2000) seguir cumpliendo con su sentencia, pero ese mismo día fue internado en la clínica Centenario, ubicada en Pueblo Libre, y desde entonces permaneció bajo observación médica.
Fujimori abandonó la clínica hacia las 9:30 p.m. del miércoles en una camioneta blanca bajo fuerte custodia policial. En dicho vehículo también se encontraba su hijo, el suspendido congresista Kenji Fujimori.
Hasta los exteriores del establecimiento de salud también llegaron simpatizantes del ex mandatario.
Con información de El Comercio
