Entender el retorno de la derecha en la Unión Europea como una oportunidad es la estrategia de los socialistas alemanes, es la conclusión de la reciente asamblea del partido en Bonn, de cara a las elecciones de mayo.
Dietmar Bartsch había decidido enviar mensajes positivos. El líder del grupo parlamentario en el Bundestag está molesto por los posiciones habituales de la izquierda cuando se trata de la Unión Europea (UE). Pero finalmente, el sábado (23.02.2019), en la asamblea general del partido en Bonn, hizo lo contrario: “La Unión Europea se encuentra en un momento de desolación”. Y agregó que es verdad que la UE tiene un “componente militarista” y que, por supuesto, es “neoliberal”.
“La derecha quiere apoderarse de Europa”
¿Así habla alguien que pretende despertar el entusiasmo por Europa? Bartsch busca un truco retórico. Sus planteos suenan tan mordaces que se asemejan a los que realizan aquellos que se oponen con fervor a la UE en su partido. Sin embargo, de este modo él busca convertir la ira en energía positiva. Para esto, Bartsch crea la imagen del “campo de batalla europeo”. Suena deportivo y ese es el objetivo. El principal adversario de la izquierda es la derecha. Su “cultura de lucha” en contra de los “valores ciudadanos” tiene que entenderse como una oportunidad.
Concretamente, Bartsch recomienda una “tríada” contra la derecha: “Defensa del Estado de derecho, ofensiva social, ilustración y educación”. Para eso pide más impulso en sus propias filas: “Sólo vamos a poder atraer a la gente si nosotros mismos estamos convencidos de nuestras propias ideas”. En un intento por animar a los compañeros cansados de Europa, advierte enfáticamente contra el enemigo: “La derecha quiere apoderarse de Europa”. Y lo peor, agrega, es que “están siendo parcialmente exitosos” en sus objetivos.
La tarea de “los viejos”
Bartsch también responsabiliza a la Canciller alemana Angela Merkel y a su antiguo ministro de Hacienda Wolfgang Schäuble. Durante la crisis financiera, ambos se aseguraron de que “los bancos se salvaran y la gente perdiera”. Esto generó temores y así la derecha ha “recuperado terreno”.
Gregor Gysi apoya la idea de que su partido no debe ignorar los aspectos positivos, a pesar de todas las críticas justificadas, de la UE. Los jóvenes pro-europeos no pueden ser conquistados con mensajes negativos. La tarea de los “viejos” es salvar la integración europea. El Presidente de la Izquierda Europea (EL, por sus siglas en alemán) dice que el Parlamento de la UE tiene ahora más represetantes de la derecha que antes.
La UE no es un “mal necesario”
El parlamento de la UE no debería ser abolido, como exige la alternativa populista de derecha para Alemania (AfD). Por el contrario, el Parlamento Europeo debe ser reforzado con respecto al Consejo Europeo y a la Comisión. Los eurodiputados deberían poder actuar como una “especie de legisladores”. Por ahora, sólo pueden decir “sí” o “no”, pero no tener iniciativas propias.
La izquierda lucha por una Europa de justicia social, paz, democracia y libertad. Por lo tanto, la UE no puede ser vista como un “mal necesario”, sino como una oportunidad. Gysi ilustra lo que quiere decir con el tratado sobre misiles de alcance medio. Primero fue cancelado por el presidente de los Estados Unidos Donald Trump y luego por el jefe de Estado ruso Vladimir Putin. La izquierda debe luchar ahora por este tratado para que se mantenga este “importante paso de desarme”.
Declaración de amor a Europa
El propio Gysi seguirá liderando la lucha por lo que él considera una Europa mejor desde fuera del Parlamento de la UE, porque no competirá en las elecciones europea de mayo. El eurodiputado berlinés Martin Schirdewan (43) y el sindicalista de Düsseldorf Özlem Alev Demirel (34) fueron elegidos para los dos primeros puestos de la lista electoral del partido.
Es vano buscar en las listas nombres conocidos. Pero los socialistas no quieren que esto se entienda como una falta de pasión por Europa. La líder del Partido de Izquierda alemán, Katja Kipping, respondió a tales especulaciones en dicha asamblea del partido en Bonn con una sorprendente respuesta emocional: ¿Cuál es la mayor declaración de amor a Europa? ¿Tratar críticamente los errores o ignorar todos los errores?
(dg/jov)
Con información de Deutsche Welle