Un total de 110.669 inmigrantes y refugiados llegaron a Europa a través del Mediterráneo en 2019, casi 16.000 menos que el año anterior, cuando la ruta entre África e Italia se mantuvo como la más letal, según un balance de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Las muertes en esos intentos, en su mayoría por naufragio, ascendieron a 1.283, 44 % menos con relación a 2018. Los decesos acumulados desde 2014 se elevan a un total de 19.164, informó la entidad este viernes (03.01.2020).
Según la OIM, el Mediterráneo siguió siendo por lejos el camino más peligroso y de consecuencias mortales para el mayor número de migrantes, con respecto a los 3.368 que perecieron en todo el mundo.
Se estima que el año pasado una de cada 33 personas que intentó cruzar el Mediterráneo Central murió en la travesía, frente a 35 en 2018 y 51 en 2017.
Sin embargo, esas cifras no revelan la cifra de fallecidos en el Mediterráneo, reconoció la OIM, pues “cientos de vidas se perdieron en 2019 sin dejar rastro”, supuestamente extraviados en los “barcos fantasmas”.
La presencia de ese tipo de naves se hizo más frecuente desde 2017, cuando se redujo la presencia de organizaciones europeas y de la sociedad civil que tenían como misión rescatar a los botes de migrantes a la deriva.
Fuera de Europa y África, América reportó un incremento en la cifra de inmigrantes muertos durante su travesía. Se estima que 787 mujeres, hombres y niños perecieron en 2019, frente a 593 el año anterior (+33%).
De todas esas víctimas, 479 (60%) ocurrieron en la frontera entre México y Estados Unidos, el recuento más grave desde 2014.