El optimismo es el valor que nos ayuda a enfrentar las dificultades con buen ánimo y perseverancia, descubriendo lo positivo que tienen las personas y las circunstancias, confiando en nuestras capacidades y posibilidades junto con la ayuda que podemos recibir
La principal diferencia que existe entre una actitud optimista y su contraparte -el pesimismo- radica en el enfoque con que se aprecian las cosas: empeñarnos en descubrir inconvenientes y dificultades nos provoca apatía y desánimo.
El optimismo supone hacer ese mismo esfuerzo para encontrar soluciones, ventajas y posibilidades. En general, parece que las personas más optimistas tienden a tener mejor humor, a ser más perseverantes y exitosos e, incluso, a tener mejor estado de salud física.
De hecho, uno de los resultados más consistentes en la literatura científica es que aquellas personas que poseen altos niveles de optimismo y esperanza (ambos tienen que ver con la expectativa de resultados positivos en el futuro y con la creencia en la propia capacidad de alcanzar metas) tienden a salir fortalecidos y a encontrar beneficio en situaciones traumáticas y estresantes.
No hay que confundir el optimismo con la alegría. El optimismo no conduce siempre a una alegría expresada sino que proporciona paz interior a la persona, y esa paz proporciona una belleza serena que ilumina la personalidad.
También en muchas ocasiones alegra la vida, pero no necesariamente siempre. Cuando ocurre una desgracia, por ejemplo, la persona optimista estará triste, pero no desesperada. El optimismo vence al desaliento y al abandono que siempre afean la personalidad.
Muchas veces las personas optimistas pecan de ingenuas y muchas otras veces son tratadas de ingenuas por los demás. Para evitar la ingenuidad hay que ser realistas conociendo y midiendo el tipo de confianza que existe, que tienen con cada persona, para que confíen en ella razonablemente y no de forma ilimitada como podrían hacerlo con sus familiares más directos.
Ser optimista cuando todo sale bien es bastante sencillo, para el triunfo personal, los éxitos conducen a un optimismo falso. Pensará que es optimista porque no ha fracasado, que no tiene razones para el pesimismo, pero no es optimista porque no sabe relacionar lo que ocurre sea agradable o no con otros fines que no controla por si mismo.
Cuando una persona es muy pesimista, se tomará cualquier adversidad de la vida de una manera mucho más drástica que si no lo es.
En cambio las personas positivas y optimistas evitarán que estas situaciones les afecten en demasía e incluso sacan conclusiones positivas de las adversidades. Ser positivo no significa tomarse todo como si nada importara, sino que se trata de buscar el lado bueno de las cosas.
Las personas positivas aprecian las cosas buenas de la vida, los momentos de alegría y felicidad, y tratar de ver las cosas malas desde una perspectiva distinta.
Por más malo que todo pueda parecer, siempre buscan y encuentran el lado positivo y hasta de la más terrible crisis sacan enseñanzas y conclusiones positivas. De hecho, la palabra “crisis” en chino también quiere decir oportunidad, lo cual significa que aún en el peor momento se puede rescatar algo positivo ya que una crisis es siempre una oportunidad de empezar nuevamente.
Ser optimista en la vida ayuda muchísimo, ya que una persona optimista seguramente tendrá una capacidad mayor de controlar sus emociones sin permitir que éstas le afecten negativamente. Una persona optimista tampoco tomará en cuenta cualquier hecho que le afecte o lo que los demás puedan pensar de ella.
Tampoco quiere decir que nada deba importarte, sino que se trata de conjugar la capacidad de abstraerse de los hechos y situaciones para poder pensar de una manera más racional y buscando el lado positivo que nos permita crecer y aprender de lo ocurrido, sin necesidad de que nos afecte negativamente ni dejando que la situación nos sobrepase.
Una parte importante que hay que tomar en cuenta es que mientras nosotros no podemos influir sobre muchas de las cosas que nos ocurren, sí podemos hacerlo sobre cómo nos afectan aquellas cosas que nos pasan, y ahí es donde debemos poner nuestro esfuerzo.
Si te cuesta trabajo ser optimista y ves la vida en blanco y negro, en ves de a color te recomiendo asistir a Terapia Psicológica, ya que la vida es solo una y vale la pena vivirla plenamente, sin hacerte la vida de cuadritos y hacérsela a los que nos rodean. Tú puedes ser optimista y positivo, date la oportunidad de cambiar para poder ser feliz.