En medio de todo este caos, el gobernador jugó, además, una partida políticamente arriesgada. Se incorporó de manera definitiva al Grupo de Gobernadores de Acción Nacional, y compartió (si bien de manera muy cuidadosa) algunas de las posturas más críticas contra el presidente Andrés Manuel López Obrador.
CJ 4to. Informe: el peor año ¿el mejor momento?. Poco se puede decir de 2020 que ya no se haya dicho o leído por ahí. Los números de la crisis de salud y económica son abrumadores en todo el mundo. Quintana Roo ha sido de los estados que ha quedado en el centro de esa tormenta impredecible. La razón de ser de su “modelo de negocio” está acotada; el distanciamiento social es incompatible con el turismo de masas.
No hace falta aburrir con números, pero sí dar algunos que muestren la profundidad de lo que sucede y sucederá. A fin de año, Quintana Roo habrá perdido quizá la mitad de sus turistas, un tercio de los ingresos propios del Gobierno, dos tercios de los cruceros que llegaban al estado, no menos de un 10% de sus empleos, y habrá cerrado una cantidad aún incuantificable de negocios.
La crisis de salud parece amainar, pero la económica apenas comienza a mostrar los dientes. En el sur del estado hay una honda preocupación por la lenta reactivación de la actividad; en el norte lo que se avanza no es ni remotamente suficiente para sostener el andamiaje social y económico de ciudades que han sido incansables generadoras de trabajo. Los nubarrones negros están por todos lados.
En ese contexto, el gobernador Carlos Joaquín da su Cuarto Informe de Gobierno. Cualquiera estaría al borde del colapso nervioso ante una situación así. Todo lo que se podrá anunciar serán tímidas noticias positivas en el marco de un desastre de consecuencias aún impredecibles.
LA PERCEPCIÓN
Pero paradójicamente, la percepción social sobre el gobernador parece estar en zonas mucho menos turbulentas que hace unos meses atrás. A principio de año, no había encuesta en la cual la imagen positiva de Carlos Joaquín superara a la negativa. Ahora (más allá de los números de algunas casas encuestadoras impresentables) todos los indicadores de gestión y confianza han mejorado ante la sociedad.
Quizá tenga que ver con que durante la crisis, Carlos Joaquín ha mutado de ser un gobernador esquivo a las cámaras, a sentirse cómodo ante ellas. La pandemia lo obligó a la mayor sobre exposición mediática de su sexenio. Pero esa necesidad apremiante, también resolvió ciertas ausencias inexplicables de su gestión, que eran las más señaladas por sus críticos.
Había con el gobernador una sensación de que daba por sentado que todos debían saber lo que hacía, e incluso debían conocer las explicaciones más profundas de cualquiera de sus planes o programas.
En estos meses, ha sido evidente el cambio. De ser un un gobernador demasiado austero de palabras, e incluso de gestos políticos, pasó a ser un gobernador que explica con calma hasta detalles científicos del Covid, o la trayectoria posible de un huracán y sus efectos. No se frenó, ni siquiera, durante las semanas en las cuales él mismo padeció Covid.
LOS HECHOS
No hay duda de que la crisis ordenó prioridades, agenda y discurso. Pero también es evidente que una crisis unifica criterios y decisiones; no hay demasiado para analizar.
En el caso del estado, eso fue lógico a la hora de volcar cientos de millones de pesos hacia la consolidación de la infraestructura de salud, para que no colapsase durante los meses más crueles de la pandemia.
Pero luego, hubo otras decisiones laterales que aportaron volumen político y social a ese accionar. Ahí se pueden inscribir los apoyos a la sociedad, como el alimentario (que llegó a más de un millón de personas) o los de gas y luz, pero también un paquete de medidas fiscales para aliviar la situación de las empresas.
La constancia mediática del gobernador también fue un aporte a la hora de llevar tranquilidad a una sociedad asediada por temores muy profundos.
LOS RETOS INMINENTES
CJ 4to. Informe: el peor año ¿el mejor momento? La realidad de ahora en más, sin embargo, irá cambiando. ¿Que hacer cuando la sociedad vuelva a tener los mismos problemas de antes, y algunos magnificados? El acceso de la sociedad hacia la normalidad, aunque sea la “nueva”, va a redefinir prioridades.
La falta de empleo y las carencias más básicas de la gente, más la descomposición social que pudiera traer eso apareado, serán parte de la “nueva normalidad”.
La seguridad pública volverá poco a poco a instalarse en la agenda. No es un dato menor que en las últimas semanas Alberto Capella y el Fiscal Montes de Oca hayan vuelto a los primeros planos de las noticias, y no por alguna labor destacada, ciertamente.
POLÍTICA Y ELECCIONES
En medio de todo este caos, el gobernador jugó, además, una partida políticamente arriesgada. Se incorporó de manera definitiva al Grupo de Gobernadores de Acción Nacional, y compartió (si bien de manera muy cuidadosa) algunas de las posturas más críticas contra el presidente Andrés Manuel López Obrador.
https://youtu.be/AcEufUuAtE4