Ahora resulta que la población mexicana, o sea, poco más de 112 millones de personas, estamos divididos en seis clases sociales. La división está determinada por funciones, costumbres, situación económica y de poder. Dentro del diseño –elaborado por la PROFECO- se toma en cuenta la actividad que desempeñamos dentro de la sociedad mexicana: ocupación, ingresos económicos, nivel cultural y pautas de comportamiento. Hace no tanto el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) nos había clasificado de manera más sencilla, esbozaba algunas características de las clases sociales, de hecho, se reportaban solo tres: alta, media y baja. Quizá por elevar nuestra autoestima, casi todos nos considerábamos clase media: ni tan amolados, ni tan acaudalados, aunque no supiéramos bien a bien, qué componentes se interpretaban. Como se quiera llamar, lo que resulta estremecedor es analizar los porcentajes: la clase alta está compuesta por solo el 1.7% de la población; el 39.2% se trata de la clase media, y a la baja pertenece, ni más ni menos que el 59.1% de los mexicanos. Veamos detalles en números redondos:
1-Baja Baja: Este rubro representa el 35% de la población mexicana, es decir 39 millones. Compuesta por trabajadores temporales, inmigrantes, comerciantes informales, desempleados y gente que vive de la asistencia social.
2-Baja Alta: Constituye el segundo grueso poblacional, está conformada por la fuerza física de la sociedad que realiza arduos trabajos a cambio de un ingreso ligeramente superior al mínimo. El estudio contempla dentro de esta clase a 28 millones, es decir el 25% de la población. Compuesta por obreros y campesinos.
3-Media Baja: La tercera clase social se compone por el 20% de la población, es decir 22 millones, de las cuales se aclara que sus ingresos no son muy sustanciosos pero son estables. ¿Quiénes la componen? Oficinistas, técnicos supervisores y artesanos calificados.
4-Media Alta: La segunda clase considerada media contempla al 14% de la población, o sea 15 millones e incluye a quienes cuentan con buenos salarios e ingresos económicos estables. Compuesta por hombres de negocios y profesionales que han triunfado.
5-Alta Baja: La quinta clase deja de considerar personas para integrar familias que tienen ingresos económicos cuantiosos y muy estables; constituyen el 5% de la población, es decir unos 5 millones. ¿Quiénes la componen? Familias que son ricas pero de pocas generaciones atrás.
6-Alta Alta: La última clase, está compuesta por antiguas familias ricas prominentes durante varias generaciones. Integra a cerca de 1 millón, es decir solo el 1% de la población. Su riqueza viene de varias generaciones cuya fortuna es tan añeja que hasta se han olvidado cuándo y cómo la obtuvieron.
Vaya, vaya, unos 89 millones subsistiendo; 18 millones viviendo y 5 millones disfrutando…así es nuestro México… de tremendos contrastes…
Lic. Yvette Hesse E.
Dir. Gral. Grupo Editorial Kankún