La puerta giratoria, más giratoria que nunca
Negocio rendondo. El político veracruzano solo tuvo que pactar con la Fiscalía, declararse culpable, aceptar los cargos de lavado de dinero y asociación delictuosa y listo, fue condenado a nueve años de prisión y a $58 mil pesitos de multa. Claro, se trata del ex gobernador Javier Duarte. Los cargos fueron fincados por la Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía) que lo acusa de haber desviado recursos públicos a través de una red de empresas fantasma.
La corrupción en la administración de Duarte –cuestionada también por la inseguridad y el asesinato de periodistas– cobró notoriedad a partir de una investigación periodística del portal Animal Político. En mayo de 2016 se develó una trama que involucraba a funcionarios con altos cargos en el Gobierno de Veracruz. La investigación periodística reveló que la administración pagó a supuestas empresas para suministrar útiles escolares, alimentos y material de construcción a personas de escasos recursos, pero…pequeño detalle, los proveedores nunca llevaron a cabo las acciones. Los servidores públicos habrían organizado 73 licitaciones amañadas para beneficiar a 21 empresas con varios elementos en común: se fundaron al mismo tiempo, cerraron al conseguir un contrato o los socios están relacionados entre sí. La operación involucró el reparto “nomás” de 35 millones de dólares.
UN PROCEDIMIENTO ABREVIADO, DEMASIADO ABREVIADO
Y en este punto, todos pensaríamos que recibiría al menos cadena perpetua o algo similar, además de incautarle-embargarle los bienes que compró con dinero público pero…al pactar con la Fiscalía, a través de su abogado, Duarte obtuvo un procedimiento abreviado con que le dieron esa condena de risa y así evitó llegar al juicio oral. ¿Cómo logró tanta benevolencia? El pasado 22 de agosto, la PGR –una instancia que en México depende del Ejecutivo– reclasificó el delito de delincuencia organizada por el de asociación delictuosa, que, aunque suena aparatoso, pequeño detalle, es de menor gravedad. Pese al fallo, aún le quedan pendientes los cargos fincados por la Fiscalía de Veracruz como peculado, ejercicio indebido del servicio público y tráfico de influencias, ya veremos si de algo sirve…
EN CANCÚN TAMBIÉN EMPRESAS FANTASMA
El modus operandi ya se hizo costumbre pues algo similar fue demostrado con otro gran reportaje que titularon La Estafa Maestra, pero con otras dependencias federales involucradas como Sedatu y Sedesol. Ah, pero también la “estrategia de negocios” fue utilizada en la recién fenecida administración de Cancún… igualito… tal y como fue publicado en Luces del Siglo la semana pasada: licitación de obras, ganando empresas recién fundadas y con socios relacionados entre sí… Negocio redondo…
A 50 AÑOS, 2 DE OCTUBRE NO SE OLVIDA
El 2 de octubre de 1968, miles de estudiantes se reunieron para realizar un mitin en la Plaza de la Tres Culturas, ubicada en la unidad habitacional de Tlatelolco. El objetivo de la reunión era dar a conocer un pliego petitorio de 6 puntos al gobierno de Gustavo Díaz Ordaz. A las 6:10 de la tarde, un helicóptero lanzó una bengala sobre la plaza, entonces, comenzaron a surgir disparos desde lo alto de los edificios. Ante ello, los miembros del Ejército que resguardaban la concentración -una práctica usual en la época- optaron por repeler la agresión y dispararon contra la multitud.
Ante el intercambio de fuego, la multitud se dispersó y varias personas buscaron refugiarse en alguno de los edificios que rodean a la plaza. Sin embargo, en las horas siguientes al inicio de la masacre, agentes militares y policiacos realizaron cateos y detenciones ilegales de manifestantes dentro de varios departamentos de Tlatelolco.
¿EN QUÉ CONTEXTO OCURRIÓ?
En 1968 surgieron varios movimientos y manifestaciones antiautoritarias en el mundo. Por ejemplo, en Francia ocurrió el llamado mayo del 68, que consistió en protestas conjuntas entre estudiantes y trabajadores. En el caso de Estados Unidos, ese año se caracterizó por las manifestaciones en contra de la guerra de Vietnam y las protestas por el asesinato de líderes pro derechos civiles como Martin Luther King. En México se gestionó un movimiento estudiantil, el cual surgió a finales de julio de 1968, cuando la UNAM y el IPN formaron un frente común, que incluía a la mayoría de las escuelas de nivel superior y medio superior del país, con demandas de democratización y a favor de los derechos civiles, marcando un antes y un después para México…
*Yvette Hesse E. Directora de Grupo Editorial Kankun y Gente Q.Roo, revista de negocios y política.
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