El contrato de la discordia en el Instituto Nacional de Neurología: SSG/LPN/011/2017

Qué ha pasado con el juramento hipocrático de los profesionales de la medicina, sobre todo de algunos directivos y administradores de hospitales e institutos que se han olvidado de la honestidad y de la ética en su labor, y ponen en peligro la vida de miles de pacientes por falta de atención pronta y eficaz, sin descontar la escasez de medicamentos y equipos cuando burócratas corruptos lucran con las compras.

Contrato SSG-LPN-011-2017

Un ejemplo de lo anterior se evidenció la semana pasada cuando fue destituido por “incompetencia técnica” el director general del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez (Innnmvs), Miguel Ángel Celis López, a quien acusaron ante la Junta de Gobierno doctores, enfermeras, personal administrativo y hasta pacientes.

Entre las irregularidades que se cometen en ese Instituto –y que ya son investigadas por la Secretaría de la Función Pública– están el cobro de tratamientos clínicos, la venta de medicamentos con sobreprecios de hasta 500 por ciento, el robo de medicinas y equipos médicos, la firma de contratos leoninos con empresas farmacéuticas intermediarias y el ocultamiento de medicinas como una forma de sabotaje, para provocar desabasto y al mismo tiempo generar críticas en contra de las autoridades de Salud y del gobierno federal.

Al asumir el cargo de director general del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía a principios de 2017, para un periodo de 5 años, lo primero que hizo Miguel Ángel Celis López –quien por cierto era protegido del exsecretario de Salud, el priísta José Narro, también exrector de la UNAM– fue firmar un contrato (número SSG/LPN/011/2017) por 4 años (2017-2020) mediante una dudosa licitación con un consorcio integrado por las empresas Phoenix Farmacéutica e Intercontinental de Medicamentos, por un monto máximo de 662 millones 50 mil 289.85 pesos y un mínimo de 332 millones 610 mil 901.53 pesos.

En dicho contrato, que consta de 40 páginas, se especifica que ese gasto por cientos de millones de pesos será para la “contratación del servicio integral de farmacia subrogada para el abasto, administración y dispensación de medicamentos y materiales, accesorios y suministros médicos con distribución de unidosis para el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez”.

Con una vigencia del 1 de diciembre de 2017 al 30 de noviembre de 2020, el monto total del contrato tiene tres partidas específicas: la primera para la compra de medicamentos, la segunda para materiales y la tercera de servicios; entonces la duda es por qué faltaban medicamentos y equipo médico para la salud de miles de pacientes, mientras que a otros enfermos les vendían las medicinas con sobreprecios escandalosos, cuando el contrato es muy claro al señalar que las dos empresas farmacéuticas son únicas responsables de que no falten medicinas, equipos técnicos y materiales, así como los servicios que se requieran.

Además, por mantener la vigencia de ese contrato multimillonario, el doctor Celis López había rechazado sumarse a las compras consolidadas propuestas por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, sin importarle que eso significaba un ahorro importante de recursos públicos.

Ante tantas irregularidades en torno a ese contrato –como la falta de suministro de medicamentos, sobreprecios, equipo en mal estado y pésimo servicio–, el gobierno de López Obrador estará en posibilidad, una vez que concluyan las auditorías y se integren los expedientes respectivos, de cancelarlo y proceder penalmente en contra de los responsables por incumplimientos, fallas, presuntos desvíos y ocultamiento de medicinas.

En la página 36 se indica: “El presente contrato podrá darse por terminado anticipadamente cuando concurran razones de interés general”, y agrega, si ese fuera el caso, el Instituto sólo comunicaría a las dos empresas farmacéuticas las razones que daban origen a tal determinación; sin embargo, el director general destituido decidió rechazar la consolidación gubernamental de las compras, que significaban cuantiosos ahorros, y mantener el contrato multimillonario. Ahora el doctor Celis López tendrá que explicar a las autoridades las múltiples irregularidades que se cometieron.

Miguel Badillo

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