Mientras que una nueva reforma laboral se discute en la Cámara de Diputados, abogados laboristas defienden el outsourcing, pero critican los abusos de empleadores.
Ante lo que consideran una precarización de las condiciones laborales de los trabajadores mexicanos, generada por los esquemas de subcontratación, mejor conocidos como outsourcing, diputados federales han presentado una iniciativa para reformar la Ley Federal del Trabajo.
Esta modalidad de subcontratación funciona cuando un empleado realiza tareas a favor de una compañía, pero es contratado por una segunda empresa, que –por lo regular– no brinda los mismos salarios, prestaciones, ni beneficios que tendría un trabajador contratado directamente.
Sin embargo, algunos abogados laboristas como Germán de la Garza argumentan que este esquema de tercerización del trabajo no es lo que genera la evasión de responsabilidades por parte de los empleadores hacia su personal subcontratado, sino los huecos legales existentes en este esquema.
El outsourcing es un modelo positivo para la administración de nóminas y la generación de empleos, en la medida en que se cumpla con lo que la propia ley establece para modelos de subcontratación”.Germán de la Garza.
Para el socio fundador de la firma de abogados Mowat, la responsabilidad recae sobre las autoridades laborales y fiscales, ya que deben inspeccionar que los modelos de subcontratación sean reales y “no llevados bajo temas de simulación”.
Estos esquemas de simulación a los que hace referencia el abogado son:
- Presentar un sueldo menor con respecto a lo que gana un empleado;
- Disminuir las aportaciones patronales en seguridad social;
- Afectar sus cuentas de Infonavit y Afore.
El empleado no es la única parte afectada cuando los empleadores abusan de los huecos legales, también el gobierno se ve afectado, pues resulta en una menor recaudación de impuestos.
Afectaciones a los empresarios
Germán de la Garza reconoce que existe una preocupación por parte del sector patronal ante la reforma actualmente en discusión, pues si se restringe mucho el esquema del outsourcing, podría registrarse un impacto en la generación de empleos formales.
El abogado estima que 57% de la población ocupada en México (30.4 millones) labora bajo esquemas tercerización, con una razón social distinta pero que forma parte de la misma empresa y que realiza únicamente la contratación de personal.
Para muchas empresas podría dejar de ser viable el tener a ciertas personas dentro de su nómina dado que los costos no lo permitirían y se tendrían que cesar esas relaciones de trabajo”.Germán de la Garza.
Por Luis Alonso Pérez con información de HuffPost