Un estudio sobre la factibilidad de venta de la aeronave advertía: “recomercializar y vender con éxito un ‘bizliner’ (aeronave de negocios) de fuselaje ancho puede ser particularmente difícil”
Un estudio sobre la factibilidad de venta de la aeronave advertía: “recomercializar y vender con éxito un ‘bizliner’ (aeronave de negocios) de fuselaje ancho puede ser particularmente difícil”.
El gobierno del entonces presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018) sabía que la compraventa del avión presidencial José María Morelos y Pavón TP-01 sería una pérdida para el país de hasta 137 millones de dólares.
La compra del avión la concretó el expresidente Felipe Calderón Hinojosa en 2012 y ascendió a 218.7 millones de dólares, de acuerdo con El Universal
En septiembre de 2015, Peña Nieto ordenó a Banobras realizar un estudio sobre la factibilidad de venta de la aeronave, un Boeing 787-8 ensamblado en 2009.
En el análisis realizado por la firma Ascend Flightglobal se estipulaba que habría una pérdida del valor de su compra de 137.06 mdd para 2019.
El estudio advertía, “recomercializar y vender con éxito un ‘bizliner’ (aeronave de negocios) de fuselaje ancho puede ser particularmente difícil”.
Después de un año en California, el avión presidencial regresará a México para ser incluido en la subasta de aeronaves anunciada por el Gobierno Federal, informó el 14 de enero Jorge Mendoza Sánchez, director del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras),
“El gobierno mexicano ha decidido que el avión regresará a territorio mexicano para su resguardo por parte de la Fuerza Aérea Mexicana, exhibirlo junto a las aeronaves del primer paquete de venta (de la subasta) y buscaremos alternativas de comercialización”, explicó Mendoza.